Aparte de las más conocidas por la mayoría de las personas como la fatiga o las nauseas, la embarazada puede llegar a sufrir otro tipo de molestias. El proceso de gestación es un largo camino nada fácil ni sencillo para la madre con numerosas molestias de todo tipo. Las mismas son sencillas a la hora de tratarlas y no repercuten de una manera negativa en la salud del pequeño. En el siguiente artículo te hablamos de las molestias menos conocidas que se pueden llegar a producir a lo largo de los meses que dura el embarazo.
Problemas en las encías
Durante el embazo las diferentes hormonas están en plena ebullición y son las responsables de que las encías estén más sensibles de lo normal y sangren con excesiva facilidad. De todas maneras, si el sangrado de las encías va a más y no mejora con el tiempo, es importante acudir al dentista para descartar posibles problemas.
Exceso de sudoración
Otros de los efectos que puede llegar a provocar el embarazo es un exceso importante de sudor. Dicha sudoración es un mecanismo que dispone el organismo, para contrarrestar la alta temperatura corporal que puede llegar a sufrir la embarazada por el aumento del flujo sanguíneo. Lo normal es que dicho exceso de sudor se produzca durante la última fase del proceso de gestación. Para contrarrestar el exceso de sudor los profesionales aconsejan usar ropa holgada y beber mucha agua.
Problemas de digestión
Es bastante normal que durante los meses de embarazo, la mujer tenga ciertos problemas relacionados con la digestión. No es raro tener el estómago revuelto y sufrir cierta indigestión tras las diferentes comidas. Los problemas de indigestión son bastante normales al comienzo del embarazo y al final del tercer trimestre. A la hora de evitar dichas molestias en el estómago se aconseja el evitar las comidas copiosas y cuidar la dieta.
Problemas de gases
Los gases estomacales son otras de las molestias que pueden padecer las embarazadas. Aparte de ello, también es normal que puedan tener estreñimiento. Ante ello es recomendable el evitar las comidas con demasiada grasa, las bebidas gaseosas o el masticar chicle.
Pérdida de orina
Es bastante normal que al final del embarazo la mujer encinta puede llegar a sufrir diferentes pérdidas de orina. Los expertos en el tema aconsejan el realizar diferentes ejercicios para fortalecer la pelvis con el fin de que no hayan pérdidas de orina.
En el caso de que las pérdidas sean leves no hay que preocuparse, ya que es algo normal. El problema surge cuando dicha incontinencia comprende la pérdida de líquido amniótico. En tal caso es importante el acudir al médico para evitar problemas con el buen desarrollo del feto.
Ronquidos durante el sueño
Es habitual el roncar durante el embarazo ya que hay un taponamiento en las fosas nasales. El respirar por la boca hace que se produzcan los ronquidos mientras la embarazada está durmiendo. Tales ronquidos son más habituales en embarazadas que han aumentado de peso tienen una tensión más alta de lo normal.
El roncar se suele producir sobre todo a mitad del embarazo y se acrecienta al final del mismo. En el caso de tratar los mismos se aconseja el no tomar nada de cafeína, no coger kilos de más y dormir de lado.
En definitiva, estas son algunas de las molestias que puede llegar a sufrir una embarazada además de las más conocidas como el cansancio o los vómitos. En la gran mayoría de los casos, estas molestias suelen ser leves y no provocar más problemas de los necesarios a lo largo del embarazo. Si se llegan a padecer, es importante el seguir un tratamiento adecuado y seguir con el embarazo de la mejor manera posible.