-
Raúl Rodríguez y Silvia Taulés nos cuentan su papel en 'La familia de la tele'
-
Kiko Matamoros y Lydia Lozano: "Nuestro público es de todas las edades y RTVE tiene un público muy pegado a las novelas, al que tenemos que captar"
-
Carlota Corredera y Javier de Hoyos: "La tele tiene que representar al público también y aquí están todos los perfiles posibles&quo;
-
Así se tomó Felipe VI que la Infanta Sofía no quisiera recibir formación militar
-
Belén Esteban: "Estoy emocionada, muy contenta y muy feliz por llegar a RTVE"
-
Manu Baqueiro: "Tuve como referente a Bruce Willis en 'Luz de Luna' para mi trabajo en la serie 'Perdiendo el juicio'"
-
Magdalena de Suecia responde a las críticas y explica por qué le han permitido lanzar su propio negocio
La leche es un alimento que obligatoriamente tiene que existir en la dieta diaria de los niños. Desde que dejamos de dar de mamar a nuestros bebés, más o menos a partir de un año de vida, y comenzamos a introducir en su vida diaria otros alimentos, en muchas ocasiones también dejamos de darles la leche necesaria para que su organismo funcione bien. Los niños están en un proceso de crecimiento continuo y necesitan alimentos como la leche para que su cuerpo crezca sano y fuerte, ya que se trata de un alimento rico en calcio que ayuda al crecimiento de los huesos, y una fuente de proteínas, que ayuda a la estructura muscular.
En la actualidad, por el miedo al sobrepeso y a la obesidad , muchos son los padres que intentan limitar el consumo de azúcares y grasas en las dietas de los niños por ello cambian la leche entera por leche desnatada, ya que la leche entera tiene un alto contenido de grasas que pueden hacer que nuestros hijos sufran esta enfermedad tan extendida entre nosotros en el siglo XXI.
El niño sólo debería tomar leche desnatada si el pediatra lo pide porque tenga obesidad¿Es mejor dar a los niños eche entera o leche desnatada ?
Esta es una pregunta que nos hacemos todos lo padres cuando dejamos de amamantar a nuestros hijos y comenzamos a darles leche de vaca en sus desayunos o meriendas y, en muchas ocasiones erramos en nuestra decisión. Desde Bekia vamos a dar todas las claves para que no te quede ninguna duda sobre qué tipo de leche es mejor para que tu hijo sea un niño sano y fuerte, pero sin ningún problema de salud cardiovascular.
Hoy en día el mercado nos ofrece gran cantidad de ofertas en cuanto a leche se refiere, por lo que tenemos un amplio abanico para elegir qué tipo de leche le vamos a dar a nuestros hijos, aunque hay algunas que son más recomendables que otras. La única diferencia entre la leche entera y la leche desnatada es la cantidad de grasas que estas poseen, por lo que el resto de valores nutricionales como son el calcio y las proteínas son las mismas.
Según la recomendación de los expertos y después de muchos estudios realizados, lo ideal es que los niños que tengan menos de dos años tomen leche de vaca entera. Esto es debido a que el cerebro y el organismo de los niños necesitan grasa para su funcionamiento optimo, ya que un niño está en constante crecimiento y movimiento, por lo que van a requerir un alto contenido calórico, y la leche entera es un alimento ideal para ellos.
Los niños menores de 2 años necesitan leche enteraA partir de los dos años hasta el final de su desarrollo, es preciso que cambiemos a la leche semidesnatada, ya que tienen un contenido de grasas menor, pero el niño de esta edad sigue precisando de grasas para afrontar su día a día.
El único caso en el que está recomendado que un niño tome leche desnatada es si este padece de sobrepeso, ya que deberíamos restringir todo aporte de grasa de cualquier tipo de alimento. En esta situación nunca deberíamos tomar por nuestra cuenta esta decisión, ya que nosotros no somos expertos en nutrición y no sabemos qué es lo que conviene más al organismo de nuestros hijos. En el caso de que veamos que nuestro hijo o hija pueda sufrir sobrepeso u obesidad lo mejor es acudir a su pediatra o a un médico especialista para que le realicen un estudio y así determinar cual es el tipo de alimentación que debemos asignarle al niño, siempre dependiendo de su composición corporal y el tipo de estilo de vida que este lleve.