El cambio de horario de invierno es algo que suele gustar a muy pocos. Aunque las autoridades argumentan que se trata de una medida que se realiza para ahorrar energía, la verdad es que año tras año la sociedad muestra un gran desacuerdo con la misma. Al anochecer mucho antes, los días son más cortos y con menos horas de luz a diferencia de lo que ocurre con los meses de verano. Se ha podido comprobar que los niños son los más perjudicados por dicho cambio de horario, ya que el mismo supone cierta alteración en la rutina del día a día. En el siguiente artículo te damos una serie de pautas para que los niños se adapten mucho mejor al citado horario de invierno.
El cambio de horario va a suponer en primer lugar una alteración importante en las horas de sueño del pequeñoAlteración de las horas de sueño
El cambio de horario va a suponer en primer lugar una alteración importante en las horas de sueño del pequeño. Al ser una hora menos, costará un poco que el niño vuelva a adaptarse a la rutina de sueño. Los padres deben tener algo de paciencia sobre todo a la hora de que el niño vuelva a acostumbrarse al horario escolar. Los primeros días tendrán algún que otro problema en el momento de irse a dormir a la cama, ya que puede ser más temprano de lo normal. Con el paso de los días el niño se irá acostumbrando a la nueva rutina y no tendrá ningún tipo de problema para acostarse y conciliar el sueño.
El nuevo horario de invierno
El cambio de hora en el invierno hace que amanezca mas temprano que antes y anochezca más pronto que en los meses de verano. Ello provoca que haya una hora menos de luz durante el día, lo que da lugar a días mucho más cortos. No cabe duda que ello tiene una incidencia negativa en el estado de ánimo y de humor tanto de los adultos como de los niños.
Es normal por tanto que durante la primera semana, los niños estén más irascibles y se enfaden con más asiduidad de lo normal. Aparte de ello se produce una especie de jet lag que va a influir de manera negativa a la hora de conciliar el sueño. Es normal por tanto que muchos niños sufran episodios de insomnio o terrores nocturnos. Los padres no deben preocuparse en exceso por ello ya que es algo normal, que suele desaparecer con el paso de los días.
El cambio de hora en el invierno hace que amanezca mas temprano que antes y anochezca más prontoPautas o consejos para conseguir que los niños se adapten al nuevo horario de invierno
Hay una serie de pautas que los padres pueden seguir con el fin de que los niños se adapten de la mejor manera posible al horario de invierno:
- Los primeros días es aconsejable que el niño se acueste unos 20 minutos antes de lo habitual. Es normal que al principio le pueda costar conciliar el sueño, pero con le paso del tiempo se terminará por adaptar a la nueva rutina del sueño.
- Aparte de acostarlo un poco antes, es recomendable el adelantar las diferentes rutinas diarias como es la cena o el baño.
- El niño debería hacer algo de ejercicio físico a lo largo de la tarde. Con ello se adelanta el reloj interno del pequeño para que se adapte mucho mejor al nuevo horario.
- No es bueno que el niño realice siestas demasiado largas.
- Nada de pantallas antes de irse a la cama a dormir.
- La cena debe ser poco copiosa y ligera.
- No es bueno que el niño antes de irse a dormir consuma bebidas que contengan cafeína.
Lo normal es que los problemas causados por el cambio de horario desaparezcan en el transcurso de los primeros días. El cuerpo se termina acostumbrando por completo hasta el momento que llegue el horario de verano.