¿Es normal que los hijos desafíen a sus padres?

Que un hijo sea capaz de desafiar continuamente a sus padres es algo que no gusta nada a nadie. El respeto a los padres es algo que debe aprender el niño desde que es pequeño y que debe continuar con el paso de los años. Sin embargo no es para nada raro el ver a un niño pequeño plantarle cara a sus padres y desafiarlos en todo lo que pueda. En el siguiente artículo te hablamos por qué se da dicha conducta desafiante y qué deben hacer los padres para solucionar tal problema.

Que un hijo sea capaz de desafiar continuamente a sus padres es algo que no gusta nada a nadie

Motivos por los que los hijos desafían a sus padres

Aunque los padres puedan llegar a pensar lo contrario, el desafío propio de los hijos no es algo que lo hagan de una manera intencionada y con el fin de hacer daño a los propios padres. La conducta desafiante es algo que forma parte en el desarrollo de la gran mayoría de los niños y por tanto no se puede evitar. De esta manera, los padres no deberían preocuparse en exceso ante el hecho de que sus hijos muestren alguna que otra conducta desafiante a lo largo de los años.

Es por tanto bastante normal que los hijos de edades de entre dos y tres años, se muestren irrespetuosos y estén de manera continua desafiando las normas de los padres. Son muchos los cambios que van a sufrir y ello se traduce en ciertas conductas que muestran un cierto desafío a los padres. Otra cosa diferente y distinta es que dicha conducta desafiante se prolongue en el tiempo. En tal caso, sería un problema serio de conducta que habría que solucionar lo más pronto posible.

Qué deben hacer los padres ante el desafío de sus hijos

Hemos dicho que el encararse con los padres, es algo que se suele ser normal durante los primeros años de la infancia. Sin embargo, hay una serie de consejos para los padres para evitar llegar a tal situación tan incómoda:

Recuerda que el niño no quiere hacer en ningún momento daño a sus padres por lo que los mismos deben calmarse y no enfadarse ante dichas conductas.
Antes de reaccionar y decir cualquier tipo de burrada, es importante pensar las cosas de una manera calmada. Con el enfado no se consigue nada y solo puede empeorar más la situación.
Si el niño está muy exaltado y enfadado, no dudes en abrazarlo e intentar calmarle lo más pronto posible. El objetivo sin lugar a dudas es conseguir que el pequeño se relaje para poder hablar las cosas y solucionarlas de mejor manera posible.
Es bueno anticiparse a todos los actos del pequeño y de esta manera evitar posibles conductas que no benefician a nadie.
La forma en la que los padres le piden las cosas a sus hijos, también tiene mucho que ver en si la conducta del pequeño es apropiada o inapropiada. A un hijo no se le puede exigir más de lo que pueda dar ya que de lo contrario es normal que saque a relucir la temida conducta desafiante.

La conducta desafiante es algo que forma parte en el desarrollo de la gran mayoría de los niños

En definitiva, el plantar cara a los padres y desafiarlos de una manera habitual es algo que no debería preocupar en exceso a ninguna persona que fuera padre. Los niños de corta edad están en pleno desarrollo y la conducta desafiante forma parte de su personalidad. Es verdad que no es plato de buen gusto para ningún padre el observar como su hijo se encara constantemente y desafía las normas de casa. Es por ello que los padres deben evitar el conflicto y e intentar resolver las cosas de una forma tranquila y relajada.