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Qué pasa si tu hijo no se quiere ir de casa
Qué pasa si tu hijo no se quiere ir de casa

INDEPENDIZARSE

Qué pasa si tu hijo no se quiere ir de casa

Descubre qué puedes hacer si tus jóvenes hijos no tienen idea de independizarse y estás cansado/a de esa situación.

Son muchos los padres que se encuentran con jóvenes en casa que no se quieren marchar. Algunos no trabajan ni estudian, otros estudian y otros trabajan pero no se marchan. Tienen las herramientas y la capacidad suficiente para independizarse pero no lo hacen. Son muchos los padres que se ven afectados ante estas situaciones ya que incluso, la relación con los hijos se puede resentir.

En la mayoría de los casos, los jóvenes no se marchan de casa porque se acomodan. Están acostumbrados a que se lo den siempre todo hecho, lo que significa que en casa, no tienen que hacer ningún esfuerzo para obtener todo lo que necesitan. Se vuelven vagos y les da igual la salud física o mental de sus padres. Se vuelven egoístas. Algunos jóvenes simplemente se niegan abiertamente a irse de casa.

No quieren salir de su zona de confort

Algunos jóvenes adultos que trabajan hoy son reacios a salir de la zona de confort del hogar de mamá y papá, para comenzar una vida propia. En muchas partes del mundo, la crianza de los hijos tiene un ciclo predecible: tienes hijos, los ves crecer, van a la escuela, se sienten orgullosos cuando comienzan su primer trabajo y esperan tener una casa vacía. Pero algunos jóvenes se niegan a irse de casa. ¿Por qué deberían hacerlo si tienen un techo, no tienen que limpiar, dinero a su disponibilidad, Internet gratis y facturas pagadas? Por si fuese poco, también tienen intimidad en su dormitorio y las mejores comidas caseras encima de la mesa cada día.

Muchos jóvenes no quieren independizarse y lo retrasan todo lo que puedenMuchos jóvenes no quieren independizarse y lo retrasan todo lo que pueden

Muchos jóvenes no quieren independizarse y lo retrasan todo lo que pueden porque 'están ahorrando', aunque esto se puede volver una excusa, porque en realidad solo están disfrutando de la comodidad de vivir en casa de sus padres.

Si eres padre o madre y estás viviendo una situación similar con tus hijos, entonces ha llegado el momento que busques soluciones para darles a tus hijos alas para volar, y sobre todo, para que tú no te desgastes más de la cuenta.

Hazte cargo del problema

Es posible que tu hijo realmente quiera irse de casa pero tiene miedo de ser independiente. Por eso, tendrás que aumentar su independencia dándole más responsabilidades. Ya está bien de hacerle todo, ahora ellos tendrán las mismas responsabilidades que tú en el hogar, tanto en las tareas domésticas como en el pago de las facturas. Es un adulto y debe responsabilizarse de vivir en un hogar con otras personas.

Ayúdales a entender qué es un presupuesto

Tu hijo necesita saber qué son los presupuestos y qué se necesita saber para poder ser independiente. Tendrá que empezar a entender la importancia del ahorro, y que para vivir se necesita llevar un control de lo que se gasta y de lo que se gana. Puedes ayudarle en esto para que aprenda a manejar sus cuentas.

Si ves que tu hijo está demasiado cómodo y no tiene pretensión de irse, tendrás que ponerle una fecha límiteSi ves que tu hijo está demasiado cómodo y no tiene pretensión de irse, tendrás que ponerle una fecha límite

En realidad, necesita tu ayuda

Para alentar la mudanza puedes decirle que le prestarás muebles viejos, ropa de cama, utensilios de cocina que no utilices... para que le sea más barato mudarse y que no necesite tantos elementos a comprar. Así lo verá más fácil y factible hacerlo lo antes posible.

Establece una fecha límite

Si ves que tu hijo está demasiado cómodo y no tiene pretensión de irse, tendrás que ponerle una fecha límite. No es una confortación debe ser algo constructivo. Habla con tu hijo y con otras personas que son significativos para vosotros y que le ayuden a ver la vida desde otra perspectiva. Si pones fecha límite, ayúdale a administrarse su dinero, a que colabore en casa igualmente (porque se vaya a mudar eso no le exime de sus responsabilidades domésticas y económicas actuales) y después, ayúdale a buscar hogar si encuentra dificultades para hacerlo por sí mismo.

No te sientas mal, tienes un hijo adulto que debe aprender a vivir su vida y tú tienes el derecho a estar más tranquilo. No le echas de casa, solo le estás ayudando a que tenga sus propias alas para volar.

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