texto enlace Habitualmente cuando existe bullying o acoso escolar en las escuelas se tiene en cuenta al niño o niña que es la víctima para que intente mejorar su bienestar emocional. Cuando un niño agrede a otro, realmente puede ser un problema muy severo que la víctima puede sufrir como una pesadilla. Hay que ayudar a la víctima, por supuesto, pero también al agresor, para que deje de comportarse de esta manera.
Cuando un niño se convierte en agresor o matón en la escuela, normalmente ocurre porque tiene problemas emociones que le hacen actuar así. Una baja autoestima, inseguridad, miedo al rechazo o un ambiente desestructurado en el hogar, pueden ser las principales razones. Por lo que el agresor siempre necesitará el apoyo y guía por parte de los padres y también por profesionales educativos y por psicólogos.
Normalmente un padre o una madre sabrá que su hijo intimida cuando recibe una llamada de la escuela diciendo que su hijo a agredido a otroCuando el agresor es tu hijo
Normalmente un padre o una madre sabrá que su hijo intimida cuando recibe una llamada de la escuela diciendo que su hijo a agredido a otro. Lo habitual es que los padres no se crean que su hijo tenga este tipo de conducta y suelen ponerse en primera instancia, a la defensiva. Pero es primordial que los padres reflexionen sobre qué es lo que puede estar causando esta actitud tan destructiva en su hijo/a.
Pero en realidad, cualquier niño cuando se dan unas circunstancias que le hagan ser capaz de hacerlo, es capaz de intimidar a otros, incluso aquellos niños que parecen 'ángeles' o que tienen un comportamiento idílico. Entonces, ¿por qué los niños intimidan? Hay algunas razones por las que pueden hacerlo.
Razones por las que los niños se convierten en agresores en la escuela
Una de las razones principales es cuando los niños populares y sienten que tienen poder, utilizan el acoso escolar para mantener el poder y la popularidad a través del miedo y que otros le admiren... o le teman y no se atrevan a llevarle la contraria.
Otra de las razones por las que un niño se puede convertir en agresor escolar es porque experimentan una sensación de privación y creen que tienen autoridad suficiente para intimidar a otros. Por ejemplo, si en casa reciben malos tratos, pensará que es una forma normal de comunicación con otras personas y por tanto, también lo harán con sus semejantes.
También puede ser que si el niño ve que otros le molestan, prefiere molestar antes de que le vuelvan a hacer lo mismo. Es decir, hay niños que fueron víctimas de acoso escolar que se convierten en agresores como arma para evitar sufrir bullying de nuevo.
Los niños también observan ejemplos de comportamiento intimidatorio todos los días a través de los medios, la política, los programas de televisión, en otros niños en la escuela e incluso la familia. Es posible que no entiendan que tales comportamientos no son aceptables en ninguna parte y que no es tolerable.
Cómo reaccionar si tu hijo es agresor escolar
Si has descubierto que tu hijo es agresor escolar tendrás que respirar hondo e investigar sobre lo que sucede exactamente. Trabaja con la escuela de forma conjunta para obtener un resultado positivo y eliminar la etiqueta de 'agresor' a tu hijo. También tendrás que asegurarte que tu hijo es tratado esa forma justa en cuanto a la disciplina que se aplica en la escuela.
No juzgues a tu hijo y concéntrate en comprender su comportamiento antes de decidir las consecuencias adecuadas a lo que está ocurriendo. Los niños pueden desaprender los comportamientos negativos, por lo que puedes ayudarle a reestructurar su mente, a equilibrar su salud emocional y que el comportamiento agresor acabe para siempre.
Qué puedes hacer si tu hijo intimida a otros
Reconoce el comportamiento y no le estigmatices
Lo primero que deberás hacer es reconocer el comportamiento y separar el comportamiento de la persona. Siéntate con tu hijo y habla en un tono tranquilo pero firme sobre lo que pasó y que te explique por qué se comportó de esa manera, haciendo daño física o emocionalmente a otras personas.
Tendrás que estar en actitud de escucha y no le culpes en ningún momento. Los niños necesitan entender que está bien admitir que cometieron un error y lo importante sobre todo, es buscar soluciones por el bien de todos. Hazle preguntas para que comprenda cómo su comportamiento puede afectar a los demás, puedes hacerles preguntas como las siguientes:
-¿Lo que has hecho respeta a otras personas?
-¿Has hecho daño físico o emocional a otra persona?
-¿Cómo crees que se sintió la otra persona?
-¿Qué pasaría si a ti te hicieran lo mismo?
Es necesario enfatizar en el respeto y el trato justo hacia otras personas. Hay que aprender a respetar a los demás de la misma forma en que queremos que nos respeten y nos traten a nosotros mismos.
Ten en cuenta las consecuencias
Los niños deben ser responsables de sus actos y por tanto, deben saber que sus acciones siempre tendrán consecuencias. Habla sobre las consecuencias que puede tener el comportamiento con tu hijo. Escribe las consecuencias en un papel y haz que se cumplan siempre que sea necesario.
Dependiendo de las circunstancias, las consecuencias puede ser la eliminación de cosas que a tu hijo le resultan importantes como por ejemplo; quitar el móvil, eliminar o reducir el tiempo de televisión o videojuegos, no permitir que salga con los amigos... Es necesario que cuando ocurra se utilice como un momento de aprendizaje para que el niño sepa cómo afrontar de forma positiva las situaciones conflictivas en el futuro, de esta manera, si se comporta correctamente en lugar de existir consecuencias negativas, podrán haber positivas. De este modo, el niño podrá tener control sobre la decisión de su conducta y se interiorizará de forma exitosa el buen comportamiento.
Puedes pedirle a tu hijo que escriba cómo se sentiría el otro niño o que le escriba una carta de disculpa. Trabajar las emociones, la empatía y la asertividad es fundamental para erradicar el comportamiento negativo y destructivo que produce el acoso escolar.
No temas trabajar con la escuela para ayudar a tu hijo a aprender comportamientos constructivosTrabaja de forma conjunta con la escuela
Para que realmente se erradique el comportamiento agresor es necesario que haya una buena coordinación de trabajo entre la escuela y la familia. No sientas que serás juzgado como un mal padre o una mala madre, porque lo que quieres conseguir es mejorar la situación por el bienestar de todos, ¡ojalá todos los padres y madres de niños agresores se comportasen de la misma manera!
No temas trabajar con la escuela para ayudar a tu hijo a aprender comportamientos constructivos. Habla con el maestro, con el psicólogo de la escuela y elaborad un plan de ayuda para tu hijo y así acabar con el acoso escolar que está produciendo.
Desarrollar habilidades sociales y emocionales
Tu hijo tendrá que aprender a desarrollar habilidades sociales para resolver conflictos y aprender a manejar situaciones difíciles sin recurrir a la violencia. El aprendizaje social y emocional incluye autoconciencia, autogestión, resiliencia, agilidad social y toma de decisiones responsables.