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Cómo gestionar las rabietas en los niños
Cómo gestionar las rabietas en los niños

EDUCACIÓN

Cómo gestionar las rabietas en los niños

Es importante que los padres no vean las rabietas como un desafío hacia su autoridad ya que algo que forma parte del desarrollo infantil.

Lidiar con una rabieta o un comportamiento inapropiado por parte de los hijos, es algo realmente difícil y complicado para muchos padres de hoy en día. Ante ello es importante identificar cada una de dichas conductas y a partir de ahí, gestionarlas de la mejor manera posible. En el siguiente artículo te hablamos de las diferencias que existe entre determinados comportamientos de los niños y qué hacer para lidiar con los mismos de una manera adecuada.

La rabieta es un comportamiento normal y necesario que se produce durante la infanciaLa rabieta es un comportamiento normal y necesario que se produce durante la infancia

Cuál es la diferencia entre rabieta y comportamiento desafiante

La rabieta es un comportamiento normal y necesario que se produce durante la infancia. El niño que sufre dicha rabieta no es capaz de tolerar la frustración y manifiesta tal comportamiento.

El comportamiento desafiante es mucho más grave y serio que la rabieta. Este tipo de comportamiento forma parte del trastorno negativista desafiante y mediante el mismo el niño desafía y desobedece a la figura autoritaria que puede ser el padre o el profesor.

Cómo hacer frente a las rabietas de los niños

Si tu hijo tienes muchas rabietas y no sabes gestionarlas, no pierdas detalle de una serie de consejos que te vamos a dar:

Conocer los desencadenantes de las rabietas

En primer lugar y antes de actuar, es importante conocer al detalle los desencadenantes de tales rabietas. Lo bueno de conocer dichos antecedentes es que ayudan a controlar y a tratar mucho mejor las rabietas.

Darle tiempo al pequeño

En segundo lugar es importante darle tiempo al pequeño para que sea capaz de rebajar la intensidad de la rabieta. No vale la pena actuar al momento o de inmediato ya que la cosa puede ir a peor. Con el paso de los minutos es normal que el nerviosismo se rebaje y sea mucho más fácil hablar con el pequeño.

Ayudarle a verbalizar

Una vez que el niño está mucho más tranquilo es bueno el ayudarle a verbalizar lo que ha pasado. Lo que realmente importa en este caso es validar su emoción. El poder expresar con palabras la situación creada ayuda a que el niño no repita dicha conducta en futuras ocasiones.

Dar soluciones alternativas al niño

Es importante dar una serie de alternativas al niño para evitar futuras rabietas. Puedes aconsejarle que cuente hasta veinte o que respire profundamente. Esto ayudará al pequeño a controlarse mucho más y que no tenga rabietas de manera habitual.

Perder el miedo a las rabietas

Por otra parte, hay que perderle el miedo a las rabietas y afrontarlas de la mejor manera posible. Recuerda que las mismas son normales durante la etapa de la infancia. Los niños no saben regular sus emociones y es algo normal que se valgan de las citadas rabietas a la hora de expresar su enfado o su disconformidad con algo.

Hay que perderle el miedo a las rabietas y afrontarlas de la mejor manera posibleHay que perderle el miedo a las rabietas y afrontarlas de la mejor manera posible

Cómo gestionar la conducta desafiante

A la hora de gestionar la conducta desafiante en los niños, la cosa es mucho más seria que con las rabietas. La citada conducta desafiante se trata de un trastorno con todas las letras, de ahí que sea esencial el pedir ayuda a un profesional.

Un psicólogo debe ser el encargado de dar las pautas a seguir a la hora de tratar un comportamiento como el desafiante. Una de las técnicas más usadas suelen ser los programas para padres, en los que se habla de la importancia que tiene el refuerzo positivo a la hora de gestionar un trastorno tan serio como la conducta desafiante.

En definitiva, es importante que los padres no vean las rabietas como un desafío hacia su autoridad. La rabieta forma parte del desarrollo de los niños y como tal hay que saber gestionarla para que la cosa no pase a mayores. Los padres no deben temer a dichas rabietas y perderle el miedo por completo, ya que es un tipo de comportamiento que irá desapareciendo por suerte con el paso del tiempo.

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