Muchos padres confunden el término sobreproteger con el de proteger. La sobreprotección de los hijos es una conducta que se debe evitar ya que limita la autonomía y la independencia de los mismos. En el siguiente artículo te damos una serie de claves para evitar la sobreprotección a la hora de educar a los hijos.
¿En qué consiste la sobreprotección?
La sobreprotección no es otra cosa que un exceso de protección de los hijos lo que les limita a la hora de actuar por sí mismos. Ello supone que los niños no puedan hacer nada por sí mismos o ceder en todo lo que pidan. La sobreprotección supone que los niños no sepan desarrollar dos elementos tan importantes como son la autonomía o la independencia. Este exceso de protección se suele dar de manera habitual en padres primerizos, en padres con hijos discapacitados o en padres excesivamente controladores.
Claves para evitar la sobreprotección de los hijos
Acto seguido vamos a darte una serie de claves para evitar la sobreprotección de los hijos y fomentar su independencia y autonomía:
- Lo primero de todo es saber diferenciar proteger de sobreproteger. Cuidar al hijo supone acompañarlo a la hora de que hagan las cosas mientras que en el caso de sobreproteger se produce una imposición mediante la cual el niño se encuentra todo hecho.
- La segunda clave es la de encontrar el equilibrio entre la protección y la autonomía. Se puede cuidar y proteger a los hijos y a la vez fomentar su autonomía para que tengan su espacio para poder actuar. Los padres deben acompañar en todo momento a sus hijos en su desarrollo y crecimiento pero sin limitarlos para que puedan llegar a volar.
- Una tercera clave consiste en tener en cuenta de manera constante su opinión para fomentar poco a poco su autonomía. No es para nada aconsejable que los padres impongan de manera constante sus ideas o creencias. Todo ello implica también el escucharlos de manera atenta para que se sientan importantes.
- Es bueno que los padres den a sus hijos ciertas responsabilidade s ya que ello es esencial a la hora de fomentar su autonomía. De esta manera se aleja la sobreprotección de la educación de los pequeños. No pasa nada porque el niño haga la cama, recoja la mesa y tenga su habitación perfectamente ordenada.
- Es importante también que los padres ayuden a su hijo a que pueda interactuar con otros niños. Con ello se busca fomentar las relaciones sociales y que sea capaz de jugar con otros pequeños sin la ayuda de los padres.
- En la gran mayoría de los casos la sobreprotección nace como consecuencia de los miedos de los padres. Hay que dejar de lado tales miedos y hacerles frente para evitar que la sobreprotección esté presente en la educación y enseñanza de los hijos.
- Es bueno que los niños sean capaces de tolerar la frustración ya que supone un paso importante hacia la autonomía y la independencia. La frustración supone que el niño sepa que no siempre se puede tener todo en la vida. Aparte de ello, dicha tolerancia a la frustración ayuda al niño a canalizar las diversas emociones y a gestionarlas.
- Una última clave que puede ayudarte a evitar la sobreprotección de tus hijos es la de establecer una serie de límites. Los mismos deben ser equilibrados, coherentes y justos para los más pequeños.
En definitiva, no es aconsejable el sobreproteger a los niños ya que de lo contrario se limita su autonomía e independencia. Los padres deben cuidar o proteger a sus hijos y ayudarlos en todo lo necesario para que su desarrollo sea el mejor posible.