¿Tus hijos ven mucho la televisión? Hay investigaciones que demuestran que los efectos negativos de ver la televisión cuando los niños son pequeños, vuelven cuando éstos se convierten en adolescentes. Investigadores de la Facultad de Psicoeducación de la Universidad de Montreal analizaron un estudio de niños que fueron seguidos desde que tenían cinco meses.
Los efectos secundarios se hacen patentes en la adolescencia Los efectos secundarios se hacen patentes en la adolescencia
Cuando llegaron a los dos años, sus padres informaron sobre sus hábitos televisivos diarios. A los 13 años, los propios jóvenes informaron sobre sus hábitos alimenticios y comportamiento en la escuela. Cuando los niños pequeños ven demasiada televisión, les hacer ser sedentarios y prefieren hacer actividades de ocio sin esfuerzo. Prefieren las cosas inmediatas y les cuesta valorar el esfuerzo y la satisfacción por conseguir las cosas.
Ver la televisión es un comportamiento mental y físicamente sedentario porque no requiere un esfuerzo sostenido. Además, en estos estudios, la televisión para niños pequeños se relacionó con la alimentación poco saludable cuando eran adolescentes.
Los investigadores del estudio descubrieron que cada aumento de cada hora en la televisión de los niños pequeños pronostica malos hábitos alimenticios en el futuro. En los cuestionarios, los primeros adolescentes que veían la televisión informaron que consumían más comida basura. Ver pronto la televisión cuando los niños son pequeños también se tradujo en que los niños desayunaban viendo la televisión y por tanto se alimentaban peor a esta hora del día.
¿Cuánta televisión deberían ver los niños?
Para niños entre dos y cinco años, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) redujo la cantidad de programas televisivos diarios de dos horas por día a una hora por día.
En diferentes estudios, en comparación con los niños que vieron menos de una hora al día a los dos años, aquellos que vieron entre una y cuatro horas de televisión un día después informaron (a los 13 años) que tenían hábitos alimenticios menos saludables, se saltaban el desayuno algunos días en la semana, tenían un IMC más alto, pasaban demasiado tiempo delante de las pantallas con un estilo de vida sedentario y estar menos comprometidos como estudiantes.
La distracción gratificante y el bajo esfuerzo mental a través de este entretenimiento influirán más tarde en su compromiso de cara a los estudios. Es necesario que los niños puedan equilibrar la vida delante de las pantallas con el tiempo libre y de ocio sin que haya pantallas de por medio. Una hora de televisión al día puede ser más que suficiente para los niños.
El contenido televisivo debe ser controlado por los padres
Por si fuera poco, el contenido televisivo que deben seguir los niños debe estar controlado por los padres. No se puede dejar que un niño escoja el contenido televisivo que va a ver. Es más, los padres deben velar porque el contenido que el niño vea en su hora de televisión sea adecuado para su edad y entendimiento.
A medida que los niños crecen, es posible que los padres les den acceso al uso de dispositivos móvilesA medida que los niños crecen, es posible que los padres les den acceso al uso de dispositivos móviles como por ejemplo, tablets. En este sentido, los padres también deben tener un control parental con el uso de dispositivos móviles. Es prioritario que los padres enseñen a sus hijos control y seguridad para el uso de dispositivos con Internet.
Por tanto, si no quieres que tus hijos pequeños tengan efectos negativos cuando llegue la adolescencia por culpa de haber visto la televisión más de la cuenta. Por esto, a partir de ahora es aconsejable que restrinjas el uso de la televisión a tus hijos y que lo que vean, siempre esté controlado y supervisado por ti o por un adulto competente.