Menú
La crianza entre hermanos no tiene que ser una pesadilla
La crianza entre hermanos no tiene que ser una pesadilla

HERMANOS

La crianza entre hermanos no tiene que ser una pesadilla

Descubre algunos consejos para que la crianza entre hermanos no se convierta en una pesadilla en el hogar.

Criar a hermanos puede ser una pesadilla cuando crecen y empiezan a tener rivalidad o a chocar constantemente a nivel emocional. Pueden ser los celos, envidias, diferencia de personalidad, territorialidad... Son muchos los factores que pueden influir en que los hermanos no se lleven de la forma idílica que todos los padres anhelan.

Afortunadamente, con tiempo y conocimiento, se pueden combatir las rivalidades entre hermanosAfortunadamente, con tiempo y conocimiento, se pueden combatir las rivalidades entre hermanos

Cuando los hermanos no se llevan bien y los padres no hacen nada para solucionarlo, esto puede causar problemas en la vida adulta de ellos. Las guerras familiares pueden convertirse en auténticas batallas campales. La competencia o las envidias pueden pasar factura a las familias y en lugar de ser una familia conexionada puede pasar a convertirse en una familia rota.

La importancia de crear relaciones fuertes

Afortunadamente, con tiempo y conocimiento, se pueden combatir las rivalidades entre hermanos, y es mejor hacerlo antes de que los hermanos pequeños nazcan. El problema para solucionarse, es mejor intentar evitarlo. Es mejor evitar el problema incluso antes de que comience, así podrás ayudar a tus hijos a crear relaciones de amor y apoyo en lugar de que exista una relación fraternal basada en la competencia.

Es posible que ayudes a tus hijos a que creen relaciones fuertes basadas en el amor, el apoyo y el trabajo en equipo. Todos los padres quieren que sus hijos se lleven bien, y esto solo será posible a través del amor incondicional entre todos sus integrantes. Los padres deben ayudar a los hijos a mejorar sus relaciones desde cero y ayudarles a construir una relación fraternal llena de amor y cariño.

Si no sabes ni por dónde empezar para que tus hijos se lleven bien, no te pierdas estos consejos para conseguirlo. Así podrás crear relaciones amorosas entre hermanos, que servirán para su presente, y también para su futuro.

Que se lleven bien antes de que nazca el hermano

¿Cómo es posible? Tú tienes aquí mucho que ver. Si quieres que tu hijo acepte al bebé antes de que nazca el hermano, es importante que cuides su relación desde el momento en que le digas que estás esperando un bebé. Inclúyele en escoger el nombre, en escoger cosas para su dormitorio, si le compras ropita al bebé, permite que escoja la que más le guste. Son muchas las formas de incluir a tu hijo en la llegada del bebé.

Además, una vez que nazca el hermano es imprescindible no dejarle de lado, permitir que toque y bese a su hermanito aunque sea en los pies. Tendrá que tener incluso más atención que antes de que naciera el bebé. En ningún caso deberá sentirse desplazado por nadie. Si alguien va a visitar al bebé y le lleva un regalo, ¡al hermanito mayor también!

Trátales de forma equitativa

Cada niño es diferente y debes aceptar su individualidad, eso les hace maravillosos a cada uno de ellos. La clave consiste en que exista un equilibrio de equidad en cuanto a la atención o al gasto económico para que se sientan iguales todo el tiempo. Tendrás que tratar a todos tus hijos de forma justa y razonable para que sus necesidades se satisfagan.

Fomenta el apoyo y no la competencia

Los niños necesitan mejor apoyo y menos competencia. Los niños deben aprender a apoyar a sus hermanos y que la competencia si existe, que sea sana y nunca tóxica. Esto puede costar por lo que es necesario que les enseñes habilidades de este tipo. Ayúdales a que expresen sus sentimientos y emociones en cualquier contexto.

Los niños necesitan mejor apoyo y menos competenciaLos niños necesitan mejor apoyo y menos competencia

Estarás creando una relación entre hermanos que se basa en el apoyo y la confianza. Es precioso ver cómo los hermanos se alegran de los éxitos de sus hermanos en lugar de sentir envidia. Puedes fomentar la competencia sana o amistosa en casa. Por ejemplo, si estáis jugando a juegos de mesa, los niños deben aprender a felicitarse mutuamente y a no regodearse cuando ganan o cuando su hermano pierde. Recuérdales que lo importante es participar y pasar tiempo en familia.

Te puede interesar