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Cómo conseguir que tu hijo vaya al dentista sin miedo
Cómo conseguir que tu hijo vaya al dentista sin miedo

DIENTES

Cómo conseguir que tu hijo vaya al dentista sin miedo

No sólo los niños, también hay muchos adultos que rechazan ir al dentista por miedo. ¿Cómo podemos hacer con los más pequeños?

miedo al dentistaNiños y adultos tienen miedo a que el dentista les haga daño

Para la mayoría de los niños ir al dentista será algo a lo que se nieguen rotundamente. Quizás sea porque los demás le han contado malas experiencias o porque él mismo haya ido antes y no lo haya pasado bien y haya desarrollado ese miedo a ir al dentista. Sea por el motivo que sea deberás convencer a tu hijo de que tiene que ir, puesto que es esencial para su salud dental. Si deja de ir al médico de los dientes los problemas bucales se pueden hacer mucho mayores y, cuando finalmente acabe acudiendo debido al extremo dolor, la experiencia será mucho peor.

Por lo tanto, deberemos buscar las estrategias adecuadas para que nuestro hijo acuda al dentista por voluntad propia, sin sentirse obligado pero también sin miedo. Esto puede que no sea tarea fácil, por eso en Bekia te ayudamos a que consigas que tu hijo pierda el miedo a ir al dentista , acuda sabiendo que está haciendo un bien para su salud y futuro, pero también con la seguridad de que todo irá bien.

La primera vez que tu hijo va al dentista

Esta primera visita al dentista puede presentarse para tu hijo de dos modos diversos. Bien puede ser que no tenga ni idea de lo que es el y que no tenga miedo a acudir al dentista o bien que otros niños, como compañeros o amigos, ya le hayan avisado de que puede ser doloroso. Si su caso es el primero no deberás convencerle, pero intenta avisarle con previo aviso y con mucho tacto de lo que le va a realizar el dentista , como que tendrá que abrir la boca bien grande, que le mirará con un espejo y que quizás utilice alguna herramienta en su boca. Puedes decirle que será como un coche en el mecánico que necesita mantenimiento y que, tras su visita, lucirá más hermoso que nunca. Prepárate algún caramelo para cuando salga, si el mismo dentista no se lo ha dado, así podrás premiarlo por haberlo hecho tan bien (aunque quizás no haya sido tan bueno).

En el caso de que le hayan infundido el miedo a ir al dentista de antemano deberás convencer a tu hijo de que eso no es cierto, es decir, que a no todo el mundo le hace miedo o daño ir y eso depende del tratamiento al que te sometas. Normalmente los dentistas no causan dolor a la gente, sino más bien al contrario, y que si tienen que arreglarle algún diente (como quitarle una caries) le dormirán la zona, algo que le causará un cosquilleo temporal muy divertido. No tienes que mentirle diciendo que será una experiencia maravillosa, pero deberás intentar quitarle ese miedo infundido por los demás. El dolor temporal que te puede causar el dentista es mucho mejor que el que podríamos sufrir si no tratásemos nuestros dientes a tiempo.

padres e hija en el dentistaLa clave para no tener miedo al dentista es ir con regularidad, no sólo cuando hay caries

Lo más recomendable es no esperar hasta el día que tenga una dolencia para acudir al dentista, sino ir rutinariamente para comprobar su salud dental y para que vea que realmente en estas visitas de control el dentista no le causa ningún daño. Si el profesional que le atiende es experto en niños seguramente sabrá cómo hablarles para que aprendan a confiar en él y a dejar la salud de sus dientes en sus manos sin miedo.

Volver al dentista tras una mala experiencia

Una vez haya visitado la consulta del dentista varias veces puede que se haya visto en la situación de tener que ser intervenido o que durante la revisión o la limpieza de boca le hiciese algo un poco de daño o se sintiese incómodo. Lo más probable es que ya no quiera volver y tenga miedo a ir al dentista, puesto que es una situación difícil por la que no quiere volver a pasar. Sin embargo, es nuestra tarea convencer al niño que es muy importante para él acudir regularmente al dentista. Puede que en alguna ocasión no se sienta cómodo o le haga un poco de daño, pero a la larga le será mejor pasar por estos momentos que dejar que su boca enferme todavía más y la solución sea mucho peor en el futuro.

Si con el diálogo no puedes convencer a tu hijo para ir al dentista deberás proponerle maneras de premiarlo si se porta bien tanto antes, durante como después de la visita. A medida que vaya haciéndose mayor se dará cuenta de los beneficios de acudir al profesional de la salud bucal y ya no te será necesario hacerle estos pequeños premios por haber acudido a verle. Los regalos no tienen por qué ser cosas materiales o de mucho dinero, pueden ser caramelos, ir a comer fuera, comernos juntos un helado, un juguete o incluso dejarle ir con los amigos cuando te había pedido permiso.

niña en el dentistaUn premio or portarse bien es una buena manera de asociar el dentista con algo positivo

No intentes obligarle ni dejes que vea tu frustración, de este modo se sentirá más seguro en su miedo y se negará todavía más a asistir al dentista. Lo mejor para superar el miedo es que siga acudiendo de un modo normal y a medida que vaya viendo que no siempre tiene que ser doloroso se sentirá más seguro. Hay quien le deja a los niños no ir más al dentista hasta que no quede más remedio, pero así lo único que hacemos es que cada vez que vaya lo relacionen con algún tipo de dolor, es decir, el que ya tenían o el que les ha hecho el dentista para curarles, lo que siempre se sentirán infelices de acudir y le tendrán más miedo.

Acostumbrándolo a ir haciéndole saber que es por el bienestar de la salud de sus dientes será la mejor manera para nuestros hijos de aprender que el dentista no da miedo y que además puede salvarnos de muchos dolores dentales que no tenemos porqué sufrir si le visitamos con asiduidad.

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