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El síndrome de Asperger en los adolescentes
El síndrome de Asperger en los adolescentes

TRASTORNO

El síndrome de Asperger en los adolescentes

Tener un hijo adolescente con síndrome de Asperger es un auténtico reto tanto para los padres y como para el propio joven

Tener un hijo adolescente con síndrome de Asperger es un auténtico reto tanto para los padres y como para el propio joven. No es fácil ni sencillo lidiar con un adolescente al que le ha sido diagnosticado este síndrome, que se encuadra dentro del trastorno del espectro del autismo. En el siguiente artículo te hablamos de una serie de aspectos y de claves a tener en cuenta del síndrome de Asperger durante la etapa de la adolescencia.

Tener un hijo adolescente con síndrome de Asperger es un auténtico reto Tener un hijo adolescente con síndrome de Asperger es un auténtico reto

Es considerado como autismo

Hasta hace unos años el síndrome de Asperger era considerado como un trastorno independiente del autismo. Sin embargo hay que decir, que a día de hoy el Asperger es diagnosticado como un tipo de autismo.

No es una enfermedad

A pesar de lo que pueda pensar una parte de las sociedad, el Asperger no es una enfermedad y como tal no existe ninguna cura para dicho síndrome. El pequeño nace con dicho síndrome y tendrá que convivir toda la vida con el mismo.

Fijación y obsesión por ciertos temas

Es normal que los jóvenes con Asperger muestren cierta obsesión por ciertos temas como los animales, los coches o las plantas. Esta fijación hace que quieran saber más y más por los temas en cuestión e inviertan mucho tiempo en recabar información.

No entienden la ironía

Los jóvenes con síndrome de Asperger tienen serios problemas para entender la ironía. Tienen dificultades a la hora de comprender el lenguaje no verbal, de ahí que sea mejor optar por un lenguaje sencillo, directo y literal.

Problemas con la empatía

Otra de las características del síndrome de Asperger se debe al hecho de tener serios problemas a la hora de empatizar con otras personas. Es normal por tanto que el joven no sepa como ponerse en la piel de losd demás y sentir de la misma manera que otros jóvenes que no tienen problemas con la empatía.

Problemas con la pareja

A la hora de entablar relaciones románticas, los adolescentes que sufren Asperger tienen muchas más dudas que otros jóvenes que no sufren ningún tipo de trastorno. El lenguaje tiene un papel esencial en toda relación y es por ello que los jóvenes con Asperger tengan serias dudas a la hora de tener pareja.

Inseguridad

La falta de seguridad y de confianza es una de las señales más claras en el síndrome de Asperger. Los jóvenes con dicho trastorno no son capaces de tomar decisiones por sí mismos y delegan en los padres este tipo de acciones. La inseguridad es evidente y los padres cometen el gran error de sobreprotegerlos para que no cometan errores.

Honestos y nobles

En cuanto a los aspectos positivos y a destacar, hay que indicar que los adolescentes que padecen Asperger son bastante nobles y muy honestos. Es complicado que mientan y se muestran bastante transparentes en todo lo que hacen. No son nada falsos y se rodean de aquellas personas que de verdad le aportan algo.

Los adolescentes que padecen Asperger son bastante nobles y muy honestosLos adolescentes que padecen Asperger son bastante nobles y muy honestos

Dificultades en relación a la organización

Los jóvenes con Asperger tienen serias dificultades a la hora de organizarse y de tomar decisiones importantes por ellos mismos. Estos problemas de organización se manifiesta a la hora de realizar ciertas tareas o al hecho de terminar actividades en un periodo de tiempo determinado. A pesar de esta característica, existen jóvenes con este tipo de trastorno que son bastante metódicos en todo lo que hacen y que necesitan tenerlo todo bien controlado.

En definitiva, si resulta realmente complicado educar a un hijo adolescente, la cosa se agrava mucho más, cuando sufre un trastorno como es el caso del Asperger. Ante ello, los padres deben tener en cuenta una serie de aspectos y conseguir que la crianza sea la mejor posible.

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