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Por qué las amenazas no funcionan en la educación de los hijos
Por qué las amenazas no funcionan en la educación de los hijos

CRIANZA

Por qué las amenazas no funcionan en la educación de los hijos

Las amenazas no funcionan en la educación de los hijos, descubre por qué y cuáles son las mejores alternativas.

Desde el momento que decides tener un hijo, tu vida va a dar un giro de trescientos sesenta y cinco grados. Las rutinas que hayas podido seguir o las obligaciones que hubieras podido tener hasta el momento de la llegada del bebé van a cambiar de golpe, para dar paso a una nueva manera de vivir la vida que va a ser, quizás, completamente distinta y que te será seguramente recompensado por el amor de tu hijo y la felicidad de tenerle contigo en el hogar.

Sin embargo, son muchas las cosas que deberás tener presente a la hora de cuidar del nuevo miembro de la familia. Antes de su llegada deberás preparar su habitación, todos aquellos complementos que necesitarás para transportarlo en el coche o por la calle, como la sillita o el cochecito, la ropa y el cuidado de su salud en general, como la alimentación o la protección ante posibles virus y enfermedades.

Otro aspecto muy importante a la hora de cuidar a tu hijo será su crianza. Los padres y educadores son los referentes en los que el niño se fija a la hora de copiar conductas, hacer juicios de valor y conformar, poco a poco, su carácter. Por eso, es muy importante ser constante en darle una buena educación y no permitirle que se salga siempre con la suya, si no es lo que quieres que aprenda. Debes tener siempre presente que el niño no va a dejar de quererte sólo porque le estás regañando, puesto que deberás aprender a decirle las cosas de manera que él o ella comprendan qué es lo que no está bien y por qué les estás pidiendo que cambien de actitud.

Otro aspecto muy importante a la hora de cuidar a tu hijo será su crianzaOtro aspecto muy importante a la hora de cuidar a tu hijo será su crianza

Muchos padres, quizás porque han sido educados de este mismo modo, creen que las amenazas son la mejor manera de conseguir que sus hijos hagan lo que les están pidiendo o dejen de tener una actitud que no es correcta. No obstante, educar bajo amenazas puede tener el efecto buscado en las acciones de los niños a corto plazo, pero deja de tenerlo a largo plazo y puede tener un efecto bastante negativo en su educación en general.

Descubre por qué las amenazas no funcionan en la crianza de los hijos y cuáles son las alternativas que tienes con tal de que puedan comportarse como deseas y tener una actitud adecuada durante la mayor parte del tiempo.

Por qué no educar con amenazas

Lo más probable es que en más de una ocasión los propios padres te amenazasen con no comparte lo que querías o no dejarte hacer algo si no seguías sus instrucciones. El niño, por miedo de no obtener esta cosa que tanto desea, puede que haga lo que le dicen sus padres o tutores con tal de que no se enfaden y puedan obtenerla al final.

Sin embargo, el hecho de educar con amenazas implica que el niño solamente obtendrá lo que desea si actúa del modo en el que se le dice que actúe, por lo que se convierte en alguien bastante dependiente de las acciones de los demás, quien hace las cosas para obtener algo a cambio y por miedo de no tenerlas por no haberlas hecho como se le pedían. Es decir, que esta amenaza se convierte en un peligro constante para él o para ella, también cuando crezcan, haciendo que pueda tener un efecto muy negativo a la hora de la construcción de su carácter.

Por otro lado, es posible que los padres no siempre cumplan las amenazas y que, aunque el niño no cambie de actitud cuando se le pide, siga comportándose del mismo modo. Esto sucederá cuando después de tres o cuatro veces de haber sido amenazado el niño haya tomado conciencia de que los padres no son consecuentes con sus acciones y que esta amenaza no siempre se cumple. En este momento comenzará a querer probar cuáles son tus límites y no dejará de realizar dicha acción ni incluso bajo amenaza, sobre todo si no sueles cumplirlas.

La amenaza suele ser una solución fácil en un momento de estrés La amenaza suele ser una solución fácil en un momento de estrés

La alternativa a las amenazas para la crianza de los hijos

La amenaza suele ser una solución fácil en un momento de estrés o en el cual el niño no reacciona. No obstante, suelen tener muchos efectos negativos a largo plazo, no sólo que el niño no se las crea si no las cumples, que viva condicionado con el miedo de no hacer las cosas como se le piden y no conseguir así lo que desea, sino que durante la adolescencia también puede convertirse en un niño rebelde, queriendo desafiar a los padres que le amenazan si no actúa como desean.

Por eso, la mejor alternativa a las amenazas para la educación de los hijos es la comunicación. Es decir, deberás intentar hacerles entender por qué no estás de acuerdo con lo que están diciendo o por qué no es correcto que actúen del modo en que lo hacen. Debes tener presente que este método de enseñanza demandará una mayor paciencia y esfuerzo por tu parte, por lo que deberás pensar que la educación de tus hijos es lo más importante. Tu pareja deberá apoyarte y actuar del mismo modo en la crianza de vuestros hijos si queréis que los niños tome conciencia de la importancia de vuestras palabras y pueda comprender por sí mismo por qué lo que está haciendo no está bien y deje de hacerlo por voluntad propia y no bajo amenazas.

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