Nadie está libre del coronavirus y los niños no son para nada una excepción. Es verdad que se ha comprobado que los pequeños suelen presentar cuadros más leves que los adultos y en la mayoría de los casos son asintomáticos.
Pero ello no quita para que los padres se muestren preocupados, sobre todo ahora que acaban de empezar los colegios. Hay muchas dudas de qué hacer en el caso de que un niño muestre signos de estar contagiado e infectado por tal virus.
El aislamiento domiciliario en los niños
Un niño que presente síntomas propios del Covid-19 debe aislarse, para evitar que pueda contagiar a otras personas. A la espera del resultado y ante la duda, es importante el mantenerlo aislado.
Lo primero que hay que hacer, es acudir al pediatra para que evalúe la situación y saber cómo hay que actuar. Como ya te hemos indicado antes, los síntomas en los niños pueden ser leves y llegar a confundirse con otras afecciones habituales en los niños como puede ser un resfriado. De todas maneras, no puede haber dudas y las autoridades aconsejan el aislar al niño hasta estar seguros de que no está infectado.
En el caso de que los síntomas sean leves, el aislamiento se llevará en el propio domicilio. Dicho aislamiento cobra gran importancia en el caso de que en la casa haya personas de alto riesgo como embarazadas o personas de una avanzada edad. La cuarentena consiste en un par de semanas, sobre todo si el niño ha entrado en contacto con una persona contagiada.
Diferencia del aislamiento de los niños y de los adultos
La gran diferencia es que en el caso de los niños, es que el aislamiento se debe hacer junto a un adulto. Ambos deben aislarse en una estancia con mucha ventilación y que tenga baño independiente.
Si el niño es demasiado pequeño, será el adulto el encargado de hacer todas las medidas de control. De esta manera, el adulto será el encargado de lavarle las manos correctamente y evitar que tose o estornude sin mascarilla alguna.
Cómo hacer el aislamiento en los niños
El protocolo en el aislamiento en los niños consta de los siguientes puntos:
- El menor debe quedar aislado en una habitación junto a un adulto. Lo aconsejable es que se trate de una estancia que tenga una buena ventilación y con baño exclusivo. Lo conveniente es que el niño no salga y si tiene que hacerlo, que lo haga con una mascarilla y manteniendo una distancia de dos metros con los demás miembros de la casa.
- El lavarse las manos debe de hacerse de manera habitual y constante. Ya sea al manipular alimentos, si estornudan o tosen o al tocar cualquier superficie de la casa.
- Como ya te hemos dicho más arriba, lo ideal es que tengan un baño exclusivo en la estancia. De no ser así, habrá que tomar una serie de medidas preventivas en lo que al aseo del niño se refiere. Tanto la ropa como las toallas deben lavarse por separado a una temperatura de 60 grados. De igual manera, el baño habrá que desinfectarlo una vez el niño se duche.
- Los padres deberán limpiar a diario toda la casa a base de un preparado de agua y lejía. Todo lo que toque el niño, ya sea a la hora de comer o cuando duerma, debe limpiarse cuidadosamente para evitar posibles contagios de otros miembros de la casa.
Durante el aislamiento, el niño debe ser vigilado de que sus síntomas no vayan a más. En el caso de que tenga cierta dificultad a la hora de respirar o la fiebre suba demasiado, los padres deben llevarlo rápidamente al hospital para que sea tratado de una manera adecuada.