Ahora que se acerca el final de curso muchos ya sabrán el cambio que les espera el año que viene. Algunos niños pasarán al siguiente año con resultados brillantes, otros con notas más discretas y por último, algunos tendrán que repetir curso. El como lo lleve cada uno el cambio de clase dependerá de su carácter y autoestima. Pero queramos o no, es un tema que al final afectará tanto a padres como alumnos.
Hay padres que piensan que repetir curso es la solución de los problemas para su hijo, tal vez porque lo ve muy inmaduro para su edad y piensan que repetir curso hará que se ponga las pilas. Otros piensan que al cambiar de compañías el chico cambie de actitud y conozca nuevos compañeros, a poder ser buenas influencias. Entonces , ¿es bueno este cambio para nuestros hijos?
Ni es bueno ni es malo, todo tiene sus ventajas e inconvenientes y el resultado dependerá de cómo se lo tome lo plantee y se lo tome el niño. Repetir no es una solución mágica que va a hacer que el niño cambie de actitud. Aunque la mayoría de los contenidos ya los dio el año pasado, seguramente para él el temario será completamente nuevo, y a la mínima que el chico empiece a suspender se va a desmotivar mucho más que antes porque ya no solo suspende, si no que suspende REPITIENDO, lo cual es más humillante. Ante esto la mayoría se decantan por dejar de esforzarse porque es más fácil dar la imagen de que no "quiere" a que no "puede".
En realidad, repetir no va a ser la solución a no ser que el niño o adolescente haga un cambio de actitud. Si el niño empieza de nuevo el colegio tan desmotivado como terminó el año anterior no conseguiremos absolutamente nada, solo que se amodorren más porque como saben que igualmente pasarán no se esforzarán, muchos lo usarán de año sabático. Por eso es importante que ya desde el principio del nuevo curso se ponga las pilas.
Como apoyar a un niño que va a repetir curso
Para el niño o niña nos fácil asumir que va a tener que abandonar a sus compañeros y comenzar en un aula nuevo, además de que tiene que volver a pasar otra vez por todo el curso de nuevo, por ello, debemos de ayudarle de la siguiente manera:
No exageres ni dramatices, tu hijo o hija puede con el curso, sólo tenemos que apoyarles1. No exagerar
Lo primero y más importante es no dramatizar la situación, lo último que necesita vuestro hijo es que montéis un espectáculo, bastante inútil se sentirá ya él (aunque quiera dar la imagen contraria) como para que encima le riñáis. Tenéis que transmitirle la idea de que si él quiere puede lograrlo. Aquí juega un papel muy importante la típica oración que todos hemos oído alguna vez: "Es listo pero es vago". Tiene que quedarse con esa idea, es algo que se dice a la mayoría de los niños en el colegio que empiezan a suspender, pero sea cierto o no, es con la idea que se tienen que quedar. En el momento que ellos crean que no son capaces de lograrlo tirarán la toalla. Nosotros tenemos que ser su montaña y darles fortaleza.
2. Precaución con las etiquetas
A la hora de hablar es muy importante cuidar el vocabulario y las connotaciones negativas que podemos hacer a veces sin querer o por costumbre. Muchas veces oímos a otros personas decir: "mi hijo se portaba bien hasta que se juntó con los repetidores" o cosas por el estilo. Juzgar y meter a todos los "repetidores" en el mismo saco hará que tu hijo se sienta un fracaso porque no deja de ser una etiqueta negativa. Los repetidores no tienen una enfermedad que se pueda contagiar y si no tenemos cuidado a la hora de hablar solo crearemos prejuicios.
3. Observa como se toma tu hijo el cambiar de clase
¿Es tu hijo un "pasota" o un "adolescente modorro" que no asume sus responsabilidades? Entonces una mala noticia. Repetir le va a servir de poco si no cambia radicalmente su actitud ante la vida. Enséñale el poder del esfuerzo y empezando por darle ejemplo.
Es importante que su autoestima se mantenga estable. Hay que recalcar que repetir curso es una oportunidad para empezar a hacer las cosas bien, que él puede lograrlo poniendo de su parte. Volver a la misma clase supone esforzarse por mejorar, no es tomarse un año sabático.
También es buena idea observar como es la relación con otros compañeros de clase. Muchos niños sin problemas acaban por suspender debido a problemas con los compañeros. Incluso niños con notas brillantes empezarán también a suspender ante una situación de acoso. Si tu hijo acostumbraba a sacar buenas notas interésate por las relaciones que mantiene con los compañeros.
4. Implícate más con el colegio
Los padres que más se implican en los estudios de sus hijos y se coordina con el colegio tienen más posibilidades de que su hijo termine los estudios. En este sentido es importante que el niño vea que vosotros no lo dais por perdido y que os interesáis por sus cosas. Tampoco se trata de estar atosigándolo todo el tiempo con lo que tiene o no tiene que hacer pero es mejor que vea que ponéis un mínimo de interés.
Haced un seguimiento del niño con tutorías regulares, preguntad al profesor como puedes ayudar al niño en casa, que te pongan al día de sus trabajos escolares, etc.
Implícate más en el ámbito educativo de tus hijos para que vean que confías en ellos5. Pregúntate por su nivel madurativo
Antes de tacharlo de perezoso pregúntate si podría existir algún tipo de problema que le impida progresar adecuadamente. Puede que simplemente su nivel de desarrollo madurativo sea más lento y le lleve más tiempo que a otros pero también puede que tenga algún trastorno del aprendizaje (dislexia, discalculia, problemas en la comprensión, etc). Normalmente un niño que va a repetir curso ya ha tenido o tiene apoyo psicopedagógico en clase, habla con la persona que se encarga de ese apoyo y pídele su opinión sobre si sería necesario evaluar a tu hijo con el fin de saber si tiene problemas en algún área concreta de aprendizaje. Si es así, tal vez sea necesario hacer una adaptación curricular al alumno enfocada al nuevo curso.
Normalmente en el colegio suelen hacer una evaluación de la inteligencia a niños con bajos resultados académicos, otras veces son los padres quienes tienen que pedirla. Lo malo es que en la mayor parte de los casos el psicólogo escolar tiene una larga lista de espera y pueden pasar meses hasta que le estudien. Si quieres acelerar el proceso puedes ir a una consulta privada.
Por último, ten en cuenta que decidas lo que decidas tienes que transmitir siempre el mensaje de que todo lo que haces es porque le apoyas y no te rindes, pero sobretodo porque le quieres y confías en su capacidad de esfuerzo y superación.