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FIV: ¿Qué hacer con los embriones que no se han usado?
FIV: ¿Qué hacer con los embriones que no se han usado?

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FIV: ¿Qué hacer con los embriones que no se han usado?

Cuando nos sometemos a una Fecundación In Vitro, es probable que queden embriones sin usar, pero aun así pueden resultar de utilidad.

Someterse a una fecundación in vitro, o plantearse siquiera el hacerlo, trae consigo una gran cantidad de dudas y preguntas que todo el mundo acaba haciéndose. Es un proceso relativamente complicado, sobre todo de entender, y es por eso que viene bien leer mucho sobre el tema antes de someterse a una FIV. Una vez que las primeras cuestiones ya estén solventadas, entender el proceso que conlleva una fecundación in vitro será mucho más fácil, y hará que tomes una decisión estando mucho más segura de tus decisiones.

Lo primero que debes saber sobre la fecundación in vitro es que no se prepara un único embrión, sino que se suelen preparar bastante más; no obstante, solo se puede transferir hasta tres embriones (eso es lo máximo permitido en España, al menos). Al final, se acaban trasfiriendo tan solo uno o dos, para tratar de evitar que haya un embarazo múltiple, puesto que este es mucho más complicado que el embarazo individual. En la mayoría de los casos, la mujer acaba quedando embarazada durante el primer proceso, con lo cual el resto de los embriones que se habían preparado quedan libres del uso. ¿Qué hacemos entonces con esos embriones? No os preocupéis, porque la ley de técnicas de reproducción humana asistida española tampoco es que dé mucho pie a que puedas seleccionar una gran cantidad de destinos posibles para esos embriones. Es más, solo da cuatro vías diferentes, que son las que vamos a ver a continuación.

Podemos donar los embriones o blastocistos sobrantes a otras parejas o a la investigaciónPodemos donar los embriones o blastocistos sobrantes a otras parejas o a la investigación

La donación o el uso propio

Si durante el proceso de FIV te han sobrado embriones, una de las cosas que puedes hacer con ellos es congelarlos y mantenerlos. Esto es especialmente útil justo tras la fecundación in vitro, si todavía no has dado a luz, porque te sirve para garantizar que tendrás más embriones que implantar de salir mal el embarazo. De ir bien todo el proceso del embarazo, esos embriones podrían quedarse ahí, dispuestos a una nueva FIV si quisieras darle un hermano a tu hijo; no tendrías que volver a someterte al proceso de extracción, sino que los embriones estarían ya preparados.

No obstante, puede darse el caso de que no quieras tener más hijos y, por tanto, de que no quieras someterte a otra FIV. ¿Qué puedes hacer en ese punto? Donar esos embriones. La donación es una gran alternativa, sobre todo si quieres que esos embriones acaben siendo bebés; puedes hacer una donación con fines reproductivos, con lo cual otras parejas que quieran tener un bebé podrán tener acceso a ese embrión ya preparado para la implantación. Hay una gran cantidad de parejas que, por un motivo o por otro, no pueden tener hijos de forma propia y deben asistir a la fecundación in vitro mediante donación. Cuantas más donaciones haya en este aspecto, mejor será para ellos. Estarás, pues, compartiendo algo que tú no necesitas, y que sabes que hará feliz a otra familia.

Cuando conseguimos quedarnos embarazadas mediante la FIV, es posiblemente hayan sobrado blastocistosCuando conseguimos quedarnos embarazadas mediante la FIV, es posiblemente hayan sobrado blastocistos

Donarlos para la investigación

Si la donación con fines reproductivos no te satisface por algún motivo, también puedes optar a la donación con fines de investigación. En ese caso, los embriones no serán donados para otra FIV, sino que serán donados a un laboratorio para que se investigue con ellos. Esto también puede ser muy útil para propiciar que la ciencia continúe avanzando, para garantizar ciertos experimentos en los que los embriones son necesarios y no se puede acceder a ellos de otra manera.

Por último, puedes pedir que se destruyan, pero esto solo será si tu vida reproductiva ha finalizado. La ley en España solo permite la destrucción de embriones si la vida reproductiva de la mujer que haya donado el óvulo haya finalizado por completo. En cualquier caso, los padres deben dar siempre su consentimiento. La opción de la destrucción es la que menos podría acabar ayudando al resto de la sociedad, puesto que ni ayudaría a la ciencia a evolucionar (y a permitir que procesos como la FIV mejoraran) ni favorecería que una familia tuviera la posibilidad de tener un hijo. Mas la última decisión la debes tomar tú, conociendo ya todos los datos.

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