Menú
5 valores que pueden aprender los niños en Navidad
5 valores que pueden aprender los niños en Navidad

FAMILIA

5 valores que pueden aprender los niños en Navidad

Las Navidades son unas fiestas en las que podemos reflexionar con nuestros hijos sobre la familia, la solidaridad o los bienes materiales.

Pese a que la Navidad está muy asociada con el cristianismo, o el catolicismo, lo cierto es que es una fecha en la que se pueden aprender grandes cosas independientemente de la religión que profese cada uno. Son fechas en las que priman los valores, y en las que los niños tienen la oportunidad de compartir en el prójimo, de ver que son afortunados por todo lo que tienen, y de sentir que su familia es su bien más preciado.

Y es que la Navidad es una fecha tan válida como otra cualquiera para hacer que los niños comprendan los valores que deben reinar sus días, que deben cuidar en adelante. Valores tan fundamentales como la tolerancia, la empatía o la importancia de la familia, por ejemplo. Pero, ¿cómo podemos aprovechar estas fechas para que tengan aún más fuerza? Si no estás seguro de cómo hacerlo, no te preocupes; desde aquí te vamos a ayudar para que sepas cómo transmitir estos valores a los niños de la mejor forma posible. Vamos a ver una lista de valores que podemos tratar de transmitir a los más pequeños, aprovechando el movimiento de la Navidad.

1. Lo material no siempre es lo más satisfactorio

Lo primero que deben aprender, uno de los valores que más útil les será a lo largo de su vida y del cual podría acabar dependiendo su felicidad, es que el dinero no siempre trae consigo la alegría. No es necesario gastar mucho dinero, o tener muchos objetos materiales, para ser feliz. Es más: un simple folio en blanco y un rotulador puede ser mucho más divertido que tres coches teledirigidos.

Para esto, es importante que trates de pasar tiempo con él, de hacerle ver que la felicidad va mucho más allá que el mero hecho de recibir cinco o seis juguetes por parte de Papá Noel o los Reyes Magos. Que una tarde jugando con sus primos, o con sus amigos, puede llegar a ser mucho más satisfactorio que tener tres videojuegos nuevos.

En Navidad la familia cobra un sentido muy importanteEn Navidad la familia cobra un sentido muy importante

Puede que en un primer momento no lo entiendan, puesto que los niños, al igual que nosotros, se han criado en un mundo muy capitalista, donde se premia el consumismo. Pero si consigues que vayan interiorizando que la felicidad va mucho más allá de lo material, tus hijos serán mucho más felices el día de mañana. Es uno de esos valores que, sin duda, deben aprender.

2. Compartido todo sabe mejor

Muy de la mano con lo que hemos señalado anteriormente, los niños deben aprender a compartir. Compartir no implica que tengan que desprenderse de sus juguetes favoritos y dárselos a sus primos, por ejemplo; compartir tampoco es que no puedan tocar su videojuego nuevo porque su hermano quiera jugar antes que ellos. Compartir es incluir a otros amigos en el juego, aprender que si yo dejo que él juegue con mi pelota, él me dejará jugar con su muñeca, por ejemplo.

No hay que forzar a los niños a compartir todos sus juguetes, porque eso podría hacer que se confundieran y creyeran que les están quitando sus cosas. Pero sí es importante que sepan que es bueno que dejen jugar con ellos a los demás niños, siempre y cuando les conozcan y realmente quieran hacerlo. No se puede obligar a un niño a dejarle su pelota a otro niño que acaba de conocer en el parque solo porque compartir sea bueno; si tú no compartirías tu móvil con una persona a la que acabas de conocer, debes comprender que tu hijo tampoco quiera hacerlo. Todo tiene unos límites.

3. La importancia de la familia

En estas fechas (y siempre que sea posible), pasar tiempo en familia es primordial. Las vacaciones y el tiempo libre se suele aprovechar para esto, y es muy importante que los niños sepan valorar estos lazos tan fuertes que se van creando.

Además, es un momento idóneo para comenzar a fomentar lo que se llama escucha activa. Los niños deben escuchar a sus hermanos, a sus primos o sus padres, saber comprender lo que les sucede y, sobre todo, tienen que sentirse lo suficientemente cómodos como para contar lo que sienten. Es una forma muy bonita de crear un vínculo fuerte, que poco a poco se irá haciendo cada vez más sólido.

Las Navidades son unas fechas para aprender a compartir y ser solidarioLas Navidades son unas fechas para aprender a compartir y ser solidario

4. Ser solidario también es importante

Hay dos valores fundamentales que cualquier niño debe aprender en Navidad: solidaridad y empatía. Junto a estos dos, siempre viene de la mano también la capacidad de valorar lo que uno tiene. Los niños deben saber que hay millones de niños en el mundo que, a diferencia de ellos, no podrán celebrar estas fiestas en familia; no tendrán regalos, ni siquiera tendrán grandes comidas. En ocasiones, no tendrán ni techo bajo el que cobijarse.

Para aprender a ser solidarios, a sentir empatía por aquellos que no han tenido las mismas oportunidades, quizás fuera una buena idea que aprovecharan para donar algunos de sus juguetes antiguos, esos que ya no usan. Así podrán aprovechar para practicar el conocido como desapego material, que consiste en no encariñarse con objetos, ver que estos no son más que cosas.

5. Respeto hacia los demás

El respeto y la tolerancia son valores fundamentales que los niños deben aprender en cualquier momento. La Navidad es una fecha tan buena como cualquier otra para hacer ver a un niño que todos los seres humanos son iguales, y que todos merecen el mismo respeto. Para eso, la empatía es también vital; debe sentirse en los zapatos del otro para así saber valorar el esfuerzo que los demás hacen.

Respetar a los demás incluye que, cuando una persona muy mayor de la familia (o que no sea de la familia) esté hablando, no se le corte de forma irrespetuosa o se le trate de forma despectiva por no tener conocimientos en un aspecto determinado. Los niños no deberían desprestigiar a sus abuelos porque estos no supieran de móviles, por ejemplo, porque eso implica una falta de respeto y una educación bastante pobre. Deben saber que los contextos generacionales no han sido los mismos.

Y, por supuesto, respetar implica comprender que las actitudes machistas que se dan en algunas cenas familiares deberían erradicarse por completo. Que no por ser niño puede quedarse sentado y esperar a que le sirvan, mientras que las niñas tienen que levantarse y poner la mesa. Son valores que se deben aprender desde bien pequeños.

Te puede interesar