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Uno nuevo en la familia: como afrontar la llegada de un hermanito
Uno nuevo en la familia: como afrontar la llegada de un hermanito

CELOS

Uno nuevo en la familia: como afrontar la llegada de un hermanito

Tener un nuevo bebé puede desencadenar los celos del hermano mayor, sin embargo, será un gran cambio que nos traerá buenos momentos a todos.

En muchos sentidos, decidir cuándo tener o no tener un segundo bebé puede ser incluso más difícil que decidir tener tu primer hijo. Es mucho más complejo que preguntar "¿Queremos más hijos y tenemos suficiente capacidad económica? ¡Perfecto, dale!". Traer un nuevo niño a la familia es como crear una familia entera de nuevo. Todos tienen que adaptarse a un nuevo ritmo y tener en cuenta las necesidades del más pequeño, que por supuesto traerá muchas responsabilidades a toda la familia y no solo a los padres.

Aunque para ser justos a la verdad, hay mucha gente que no tiene ningún tipo de problema con ésto. Desde el principio saben la cantidad de hijos que quieren tener o simplemente se dejan llevar por la dinámica vital y tienen la cantidad de hijos que quieran cuando realmente quieran. Y es perfecto. Sin embargo, para otros, puede ser una decisión muy dura y sobre la que se reflexiona muchísimo: los padres que se encuentran en la cuerda floja y no se deciden definitivamente en cuanto a si quieren tener otro hijo o si van a cerrar la puerta a esa posibilidad para el futuro, deberían valorar una serie de conceptos antes de tomar una decisión definitiva.

El núcleo familiar aumenta

Ten en consideración la dinámica general de tu familia y los posibles celos: Normalmente, en todas las familias, la llegada del primer hijo pone la vida de los padres patas arriba, y los cambios de actividades, de rutina o ihábitos hace que la adaptación se haga, al principio, bastante cuesta arriba. Sin embargo, cuando la familia se consolida y se hace un núcleo en el que todos son parte irrompible de un mismo todo, es cuando se empieza a valorar la opción de traer a éste núcleo a un desconocido: se empieza a concebir la posibilidad de un nuevo hijo, y esto es una gran decisión en la que, por supuesto, has de tener en cuenta las opiniones de toda la familia.

No te asustes por la futura relación entre los niños, sólo fomenta que se lleven bienNo te asustes por la futura relación entre los niños, sólo fomenta que se lleven bien

Un nuevo embarazo, y por ende un nuevo miembro de la familia, un nuevo hermano o hermana, pondrá a prueba las relaciones que ya se habían construido previamente y las rutinas que ya teníais establecidas. La pregunta es "¿Para qué estás preparado como padreo madre y para qué está preparada tu familia?". Tienes que tener en cuenta también la personalidad de tu primer hijo, y la que pueda ser la del más pequeño, y cómo pueda el mayor tomarse la llegada de un intruso (en primera instancia) a su vida. Valorar cómo le afecte a él y en qué etapa de su vida se encuentra, determinar si puede amoldarse rápidamente a los cambios o si, por el contrario, le cuesta adaptarse a las novedades.

¿Se llevarán bien?

Si tienes un hijo feliz y alegre, que se amolda a todo rápidamente y le encantan los cambios y las nuevas aventuras, sentirás que has ganado la lotería y puede que te sientas un poco más asustado o asustada a la hora de tener el segundo hijo, por como pueda ser su personalidad y cómo lidiar con ella en el futuro, ya que tu primer hijo no te ha dado ningún problema. Pero en este caso sabes que el cambio y el giro de dinámicas no va a ser algo que le cause tanto estrés al mayor, sino que es más por tus propios miedos e inseguridades y tendrás que valorarlo por ti mismo.

Por el contrario, si tienes un hijo muy introvertido, que demanda mucha de tu atención y que es más dependiente de ti y que tiene celos añadir otro más a la familia puede causarlo más estrés del que puedes haber considerado en primera instancia. Un estrés que no solo te afecta a ti como padre o madre, sino que puede afectar a la relación con tu pareja y a la relación que tengas con tu otro hijo o hija.

La verdad es que la llegada de un hermano o hermana va a traer sin duda más estrés, celos y más trabajo. Todo el mundo dirá que tener dos hijos es mucho más que doblar el trabajo. Pero tranquilidad, que no todo es malo. Traer un retoño a la familia puede hacer el ambiente mucho más encantador, traer muchas sorpresas y buenos ratos a la familia y sin duda alegrar el ambiente de la casa, llenándolo de vida y, por supuesto, de amor.

Todos participamos de la decisión

Una vez tomada la decisión de tener un nuevo bebé, no te olvides de tu hijo mayor y hazle partícipe en todo momento del nuevo evento y la llegada de su hermano nuevo. Cuenta con su opinión, hazle saber que lo que él diga importa como el que más, e incluirle en las decisiones sobre el nuevo bebé, una vez que esté el nuevo retoño en casa, en las tareas que éste va a traer a la familia. Incúlcale al mayor ese sentimiento de protección que solo tienen los hermanos y las hermanas y haz que se sienta casi su guardián sin desatender también sus necesidades como el niño que seguirá siendo evitando así los celos.

El hijo o hija mayor va a necesitar nuestro apoyo y comprensiónEl hijo o hija mayor va a necesitar nuestro apoyo y comprensión

No quieras hacer que crezca de pronto o hacerle sentir con demasiada responsabilidad de golpe, él también va a necesitar mucho de sus padres en estos momentos de cambio porque, sea cual sea su personalidad, también será un momento que puede revolucionar su madurez y cambiar su forma de ver las cosas para con su hermano o hermana. Así que saca tiempo para el mayor de vez en cuando y sigue compartiendo con él o ella los momentos que compartíais anteriormente para que no sienta que su hermano está robando la parte de sus padres que le corresponde.

Y aquí es cuando pueden llegar los celos. Esa palabra tan temida por todos los padres que van a tener un segundo bebé. Para evitar los celos procura que todo lo que hagas quede compensado entre los dos hermanos, no te metas en sus futuras discusiones y si lo haces intenta ser imparcial y tomártelo con filosofía, son peleas de niños y han de resolverlas solos. Trata de no darle a uno más que a otro en los primeros años para no suscitar la envidia y procura que compartan sus cosas entre ellos para fomentar el compañerismo y el sentimiento de unión entre ellos.

Va a ser un gran cambio, sin duda, pero un cambio que debes afrontar con entereza y alegría y que sin duda le hará bien a la familia una vez se normalice el impacto de la novedad.

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