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El Trastorno de la Conducta Alimentaria, un invitado más en la mesa de Navidad
El Trastorno de la Conducta Alimentaria, un invitado más en la mesa de Navidad

TCA EN NAVIDAD

El Trastorno de la Conducta Alimentaria, un invitado más en la mesa de Navidad

Hemos acudido a la VI Edición de Escuela de Padres del Instituto Centta, donde un equipo de psicólogos daba pautas a las familias para abordar los TCA en Navidad.

La Navidad es una época cargada de emociones y también de mucha comida, dos cosas de complicada gestión para una persona con un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA). Por ello, es un período delicado para estas personas y sus familias y, sobre todo, en momentos críticos como el sentarse a la mesa, la gestión de los dulces navideños, salir a comprar ropa con una amiga para Nochevieja,...

Para ayudar a las familias a sobrellevar mejor días tan críticos como es la Navidad para los pacientes con TCA como son estas fechas en Instituto Centta ha celebrado la VI Edición de Escuela de Padres. Un encuentro con familiares de personas afectadas por el TCA bautizado con el nombre 'Los TCA en Navidad'.

Robin Rica, psicólogo y director de la Unidad de TCA en Instituto Centta, explicaba a los asistentes que "es importante que, en estas fechas, si convivimos con un TCA tengamos en cuenta que vamos a tener un invitado más en la mesa y debemos ver qué grado de atención le vamos a dar. Para las familias muchas veces es complicado gestionar esta situación. Qué comida poner, si se lo contamos o no a la familia extensa, cómo hacer para que coma, vigilar que no vaya al baño, etc. Es deseable que el objetivo de todos sea tener el mejor recuerdo posible de las fiestas a pesar de la situación, cuidando y mimando el aspecto vincular y afectivo de las Navidades. A partir de aquí, cada movimiento ha de plantearse tras preguntarnos: "esto que pretendemos hacer, ¿ayuda a la recuperación o ayuda a la enfermedad?".

Psicólogos expertos en TCA enseñaron a las familias a abordar estas fiestasPsicólogos expertos en TCA enseñaron a las familias a abordar estas fiestas

Pautas básicas para llevar a acabo en Navidad

Desde el equipo terapéutico de Instituto Centta aportan pautas básicas para afrontar estas fechas:

- Normalizar estas fechas por parte de la familia en la medida de lo posible. No deben alterarse las tradiciones que hasta la fecha del tratamiento se hayan realizado. Los demás miembros de la familia tienen el derecho de vivirlas y disfrutarlas, así desfocalizamos la presión del paciente por su propia situación.

- Mantener las rutinas de alimentación indicadas en cada caso en cuanto a número de comidas, horario y orden durante las navidades, incluyendo las fechas señaladas, es fundamental, siempre adaptándolas, en la medida de lo posible, al menú navideño. Por poner un ejemplo, el día de Nochebuena, aunque la tradición sea una cena especial, es importante que el paciente mantenga el resto de comidas durante el día -desayuno, media mañana, comida y merienda. Otro consejo importante para estos días es que las típicas bandejas de turrones y demás dulces navideños se muestren al ser posible únicamente en las horas de las comidas únicamente, así evitaremos que estén a la vista todo el tiempo durante toda la Navidad.

- Aceptar por parte de los familiares que, como ocurre en el día a día, lo más probable es que el paciente se sienta preocupado por la comida que se está sirviendo. Es importante evitar que el paciente se sienta señalada u observado en exceso, incluso si es necesario se le debe permitir levantarse de la mesa si está muy angustiado en la sobremesa o trasladar esta a otro espacio del hogar familiar.

- Centrar la celebración de esta fecha de Navidad en más aspectos que no sean únicamente la comida como en la conversación, la compañía con familiares e, incluso, momentos de ocio divertidos como ver películas, juegos de mesa, etc.

- Es positivo que el paciente pueda disfrutar y participar de la celebración de la Navidad con las tradiciones que la rodean y que no solo están enfocadas en la comida como puede ser: el adornar la casa, montar el árbol o el belén, dependiendo de cada caso, salir a dar un paseo y observar el alumbrado del pueblo o la ciudad, los mercadillos navideños, conciertos o musicales en esta época, etc. Estos espacios son buenos para dejar que la comida no cobre tanto protagonismo.

- Tener en cuenta y diferenciar que por un lado está nuestro ser querido y por otro el TCA, saber cuándo es el síntoma el que reacciona o habla y cuándo es la persona la que expresa una necesidad, ante todo evitar la culpabilización y liberar al paciente de las expectativas que los miembros de la familia en muchas ocasiones depositamos sobre ellos, ya que estas expectativas familiares suelen incrementar las tensiones. Puede que para los familiares sea muy importante que el paciente pruebe un turrón en estas fechas, pero en realidad no lo es tanto y ese momento ya llegará cuando el paciente esté preparado para ello. Incluir al paciente en la celebración de estas fechas sin esperar una reacción determinada es esencial, manteniendo los limites acordados en terapia con los profesionales que lo lleven en cada caso. Por ello, también es importante tener en cuenta la fase de la enfermedad de cada paciente.

No debemos forzar al paciente con TCA a comer estas fiestas, debe seguir los pasos acordados en terapiaNo debemos forzar al paciente con TCA a comer estas fiestas, debe seguir los pasos acordados en terapia

- Evitar la culpabilización y el exceso de juicio por cualquier reacción o brote que la enfermedad pueda tener en estas fechas es fundamental. El tratamiento es un proceso largo y seguramente todas las situaciones que se den en estos días pueden aportar mucho al trabajo en terapia. En ningún caso estas reacciones deben asumirse como fracasos, por lo que es muy importante apoyarse en los recursos terapéuticos que el centro ponga a su disposición (terapias individuales, grupos de apoyo, teléfonos/emails de emergencia, escuela de padres, etc).

- Fomentar la comunicación con el paciente, preguntarle cómo se siente puntualmente -sin caer en la reiteración- y permitir que exprese sus necesidades, ofrecer nuestro apoyo y que perciba como la familia también se incluye en este proceso terapéutico asumiendo cada miembro su responsabilidad individual. Respetar los sentimientos del paciente sin que su expresión conlleve ningún coste por parte del sistema familiar es fundamental.

Estas recomendaciones son generales para los pacientes con TCA, pero hay que recordar que dependiendo del diagnóstico hay unas características especiales según el caso que conviene que se planifiquen con el profesional o profesionales que lleven al paciente. Por otro lado, las familias tienen un papel fundamental en el desarrollo de factores de protección ante estos trastornos.

Cómo debe actuar la familia ante un TCA en Navidad

Es importante que las propias familias encuentren, junto con el equipo terapéutico, la manera más adecuada de actuar frente a situaciones conflictivas que afloran en estas fechas en función a sus peculiaridades. A la vez que promueven esos factores de protección, sirven de modelo y afianzan el cambio terapéutico. "Es muy importante que las familias se vean capacitadas para afrontar este tipo de situaciones y puedan colaborar en el proceso terapéutico que su familiar necesita", asegura María Bustamante, psicóloga sanitaria especialista en psicología infantil y terapia familiar en Instituto Centta.

Estas fechas de Navidad de encuentros familiares es donde se hacen más evidente las señales de que se puede estar cursando un TCA si todavía no hay un diagnóstico de TCA, pero se evidencia algo que ya estaba formándose. A veces, la mirada ampliada por la familia extensa, amplia las señales de alarma que la familia ha ido incorporando como normal. Sin presión ni juicios se debe hablar con la persona indicada tras estas fechas sobre la posibilidad de acudir a un centro especializado en el que pueda recibir ayuda tanto él o ella como la familia, parte fundamental en el tratamiento de estas enfermedades.

La psicóloga María Bustamante hace hincapié en que "es importante que los padres y la familia en general consigan diferenciar entre persona y trastorno, intentando empatizar con la persona que tiene dificultades, especialmente ampliadas en estas fechas. Conseguir que la persona no se sienta peor aún de lo habitual, ya es un paso adelante, así como plantear opciones que faciliten la convivencia, bajen tensiones y validen las emociones de todos. La idea es de cooperar con la persona y no excluirla más de lo que la excluye el trastorno".

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