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Los terrores nocturnos en los niños
Los terrores nocturnos en los niños

SUEÑO

Los terrores nocturnos en los niños

No debemos confundir los terrores nocturnos con las pesadillas, en los primeros los niños no pueden recordar lo que les ha ocurrido por la noche.

Si tu hijo tiene pesadillas por las noches debes saber que no es lo mismo que un terror nocturno. Un terror nocturno suele ocurrir en la primera parte de la noche y la pesadilla en la última. Cuando ocurre un terror nocturno el niño no suele acordarse de lo ocurrido y en cambio, cuando se trata de una pesadilla sí puede tener recuerdos sobre lo que le ha causado ese malestar. En este artículo quiero hablarte sobre los terrores nocturnos en niños.

Normalmente los terrores nocturnos suelen darse en los niños en edades comprendidas entre los 4 y los 12 años, y las pesadillas pueden ocasionarse a cualquier edad (normalmente por factores emocionales que afectan a los niños y niñas).

El sueño en los niños

Cada noche, el niño pasa por varias fases del sueño. Estas fases incluyen un sueño ligero, un sueño profundo, la fase REM (movimiento ocular rápido) del sueño. Cuando suceden los terrores nocturnos, el niño se despierta parcialmente durante el sueño profundo pero no ha llegado aún a la fase REM. Por lo general puede durar varios minutos y es poco probable que dure más de 15 minutos, pero podría llegar a los 40.

Son muchos los niños que sufren terrores nocturnos ya que pueden ser bastante frecuentes (afecta a un 6% de los niños). Es posible que tu hijo sea más propenso a los terrores nocturnos si está muy cansado, si toma medicamentos o si se siente enfermo. También es probable que si está con ansiedad o se va a dormir sobreexcitado también pueda padecer los terrores nocturnos.

Los terrores nocturnos pueden ocurrir entre los 4 y los 12 añosLos terrores nocturnos pueden ocurrir entre los 4 y los 12 años

Los terrores nocturnos pueden ser muy alarmantes para los padres, pero a tu hijo no le harán ningún daño, sólo tendrás que cerciorarte de que no se haga daño a él mismo ni a los demás mientras está padeciendo el terror nocturno. Tu hijo no recordará nada de lo que ha sucedido porque estará totalmente dormido mientras sucede el terror, aunque tenga los ojos abiertos y se levante de la cama.

Cómo saber si tu hijo tiene terrores nocturnos

Los niños que sufren terrores nocturnos pueden levantarse de la cama, sentarse, tener movimientos agitados, llorar o gritar. Puede parecer como si estuviera en pánico extremo, un niño que está pasando por un terror nocturno no se le podrá consolar y no responderá a tus intentos de consuelo o para que se relaje.

Como te he apuntado más arriba los ojos de tu hijo podrían estar abiertos, los niños con terrores nocturnos puede caminar por la casa y parecer despiertos, pero la realidad es que aún están dentro de un sueño profundo.

Los terrores nocturnos pueden ser hereditarios, por lo que si tanto tú como alguien de tu familia tiene terrores nocturnos es posible que tu hijo también los esté padeciendo. Pero en la mayoría de los casos, los terrores nocturnos están asociados dentro de un desarrollo normal del sueño de los niños.

¿Puedes evitar que tu hijo tenga terrores nocturnos?

No hay una forma garantizada para atajar los terrores nocturnos, pero hay algunas cosas que sí puedes hacer para intentar ayudar a tu pequeño y disminuir los episodios de terrores nocturnos. Puedes hablar con tu hijo y preguntarle si hay algo que le molesta o que le esté preocupando más de la cuenta, en ocasiones los terrores nocturnos pueden estar causados por factores emocionales como la ansiedad o el estrés. Es importante que ayudes a tus hijos a lidiar con sus preocupaciones y resolverlos.

Otra idea es ayudar a tu hijo a que se relaje antes de meterse en la cama con unas rutinas nocturnas como cepillarse los dientes después de cenar, leer un cuento con él, etc. Las rutinas antes de ir a la cama son una forma excelente de fomentar los buenos hábitos del sueño en general y además, también le ayudarás con los terrores nocturnos. Si sigues unas rutinas antes de ir a la cama, podrás restablecer su patrón del sueño de forma efectiva y así poder evitar los terrores nocturnos.

Si tu hijo experimenta episodios frecuentes de terrores nocturnos (dos veces por semana), el pediatra puede sugerirle que escribáis un diario para apuntar cuándo ocurren los episodios de terrores nocturnos y cuando tengas el patrón descubierto y sepas cuándo se van a producir, despertar a tu hijo 15 minutos antes de que ocurra para ayudar a prevenirlas.

Si tus hijos se encuentran cansados, ansiosos o enfermos, es más problable que tengan un nuevo episodioSi tus hijos se encuentran cansados, ansiosos o enfermos, es más problable que tengan un nuevo episodio

Es importante tener en cuenta que los terrores nocturnos sólo duran algunas semanas, pero si a pesar de todos los esfuerzos los terrores de tu hijo siguen ocurriendo, o si tienes cualquier otra preocupación acerca del sueño de tu hijo, entonces puedes preguntarle al pediatra acerca de consultar con un especialista del sueño.

Qué hacer si tu hijo está sufriendo un terror nocturno

Si a mitad de la noche tu hijo empieza a tener un terror nocturno será necesario que tengas en cuenta lo siguiente:

- No despiertes a tu hijo durante un terror nocturno. Un niño que tiene terrores nocturnos sólo se sentirá confundido y desorientado si le despiertas, algo que podría hacer que le costará mucho más entender qué está sucediendo. Es mejor que esperes a que pase el terror nocturno y le reconduzcas a la cama.

- Procura que no se haga daño. Si crees que tu hijo puede hacerse daño a sí mismo o a los demás, quita todas las cosas que haya en su dormitorio con lo que pudiera lastimarse.

- No te preocupes más de la cuenta. No te preocupes mucho por los terrores nocturnos porque no le están haciendo daño a tu hijo ni tendrá ningún tipo de consecuencia en su salud física y emocional.

Los niños pueden experimentar los terrores nocturnos desde que tienen los 18 meses y los seis años, pero también puede ocurrir en niños hasta los 12 años, siendo más común sobre todo entre los 4 y los 12 años, como te apuntaba al principio de este artículo. Lo más importante es que si tu hijo tiene terrores nocturnos no te alarmes, ni te asustes, mantén la calma durante todo el tiempo e intenta que no se haga daño ni a sí mismo ni que tampoco se lo haga a los demás.

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