Cuando una mujer se queda embarazada son muchas las dudas que le vienen a la cabeza, ya que debe pensar en cosas que quizás no se había imaginado antes de que debiera reparar a la hora de tener su primer hijo. Una de estos pensamientos estará relacionado con la alimentación de su bebé y será si quiere darle el pecho o es mejor darle el biberón . Si se ha decidido por la lactancia materna hay también muchos otros factores que debe tener en cuenta, ya que habrá situaciones en las cuales el bebé no acepte la leche materna o bien la madre no pueda dársela. También hay momentos en los que no puedes dar el pecho a tu recién nacido debido a diversos factores bien internos o externos.
En Bekia te contamos cuáles son las situaciones en las cuales no puedes dar el pecho a tu bebé para que ambos estéis más seguros y sanos.
1. Por razones médicas
Algunas madres no pueden dar el pecho a su bebé, porque su médico les ha aconsejado que sea mejor que no lo hagan. Esto es porque quizás estén sufriendo una enfermedad grave y con la leche podría pasársela a su hijo poniendo su vida en riesgo, como por ejemplo el Sida.
La lactancia con biberón es igual de efectiva, así que no debemos sentirnos culpablesExisten otras enfermedades como la tuberculosis que también impide que la madre pueda amamantar a su bebé, por lo que es mejor consultar con el médico sobre la lactancia antes del nacimiento del pequeño si se le puede dar el pecho, sobre todo en el caso de que estemos sufriendo una enfermedad, por más o menos grave que sea.
El hecho de consultar con un profesional es siempre esencial, pero todavía más si estamos tomando alguna medicación de forma crónica o nos sometemos con frecuencia a pruebas sanitarias. Una gran cantidad de los medicamentos que existen muestran en su prospecto la imposibilidad de ser tomados por mujeres embarazadas o que estén dando el pecho a sus hijos.
2. El uso de sustancias nocivas
Si la persona que ha tenido al bebé es adicta a las drogas y toma sustancias que no son buenas para su propia salud no debería amamantar a un bebé sino darle el biberón, ya que a través de la leche le estará pasando todos aquellos componentes que se encuentren en su organismo y, desde bien pequeño, estará haciendo al niño adicto a estas sustancias nocivas y además puede que esté dañando para siempre su salud, puesto que su cuerpo no está tan bien preparado como el de un adulto para luchar contra estos componentes químicos.
Las mujeres que fuman tampoco deberían dar de mamar a su bebé y aquellas que beben alcohol deberían dejar de hacerlo durante todo el período de lactancia de su hijo o darle el biberón, ya que como comentábamos le pasamos gran parte de aquello que consumimos a través de la leche al bebé. Así, aunque no sea tan nocivo a corto plazo para nosotros los adultos que estamos acostumbrados a estas sustancias, puede ser muy peligroso para el cuerpo del bebé recién nacido.
El alcohol y la lactancia son incompatibles3. Las alergias
Algunos bebés pueden desarrollar alergia a la leche materna o se pueden resistir a tomarla. En ambos casos deberás consultar con el profesional de la salud para que te ayude a determinar cuál es el problema y si la mejor solución es dejar de darle el pecho.
Otros niños desarrollan alergias a edades muy tempranas y que ellos no puedan comer según que alimentos significa que la madre tampoco si quiere seguir dándoles el pecho. Por lo tanto, si el bebé tiene alergia al huevo al comerlo directamente también lo tendrá si la madre lo ha comido y se lo pasa a través del pecho. Así pues, muchos médicos recomiendan que la madre deje de comer las cosas que le dan, o que le podrían dar, alergia al niño mientras está amamantando y cuando se hagan hecho las pruebas de alergia necesarias o cuando deje de darle el pecho ya podrá incluirlos en su propia dieta de nuevo.
En la actualidad existen muchos métodos para alimentar al bebé a parte de la leche materna, por lo que si no puedes dar la lactancia a tu bebé según tu situación personal no debes preocuparte. Simplemente consulta con un profesional cuál es la mejor solución para ti, como por ejemplo el biberón, y para tu recién nacido y ambos podréis sentiros sanos y felices.