Bebé recién nacido La rubéola es una enfermedad infecciosa que no tiene mayor repercusión que un proceso gripal en niños y adultos pero que en las embarazadas puede tener terribles consecuencias. Esta dolencia supone una amenaza para la salud del feto si es contraída por una mujer durante el embarazo.
El 50% de afectados no tiene síntomas
La mayoría de las mujeres en edad fértil son inmunes a la rubéola al haber recibido la vacuna contra la enfermedad o por haberla padecido, ya que tras sufrir esta dolencia el cuerpo se hace inmune a ella. No obstante, las estadísticas indican que el 20% de las mujeres en edad de ser madre corren el riesgo de contagio.
Aunque esta dolencia parezca inofensiva en adultos, los médicos apuntan que es la responsable de 4 de cada 5 casos de trastornos congénitos en bebés. La rubéola también se encuentra detrás del 20% de los casos de aborto espontáneo y de un gran número de partos prematuros y bebés mortinatos.
Contagio de la rubéola
Si estas pensando en quedarte embarazada es importante que te sometas a una prueba de inmunidad contra la rubéola. De este modo, descartarás complicaciones para el feto durante el embarazo. Bastará con un análisis de sangre para saber si te encuentras en el grupo de riesgo al no contar con los anticuerpos necesarios. En caso de no ser inmune, bastará con que te vacunes. Eso sí, después deberás esperar al menos un mes -algunos doctores recomiendan un mínimo de tres meses- para quedar embarazada. Si ya estás en periodo de gestación no puedes vacunarte. Sí puedes, en cambio, recibir la vacuna si te encuentras en periodo de lactancia sin peligro para tu hijo.
Las probabilidades de contraer la enfermedad tras ser expuesta a ella son de un 90% y el periodo de incubación de la rubéola oscila entre las dos y las tres semanas. Esta dolencia se contagia a través de estornudos, tos, saliva y el contacto con superficies contaminadas por la misma -pañuelos, manos, vasos...-.
Mujer embarazadaEn el caso de las embarazadas, los riesgos para la salud del feto dependerán del momento de la gestación en el que se encuentren. Las 12 primeras semanas de embarazo son las más peligrosas, ya que si la mujer se contagia en este periodo el bebé tiene un 85% de posibilidades de infectarse. Las posibilidades caen a la mitad hasta la decimosexta semana de embarazo y la cifra desciende hasta el 25% en el último trimestre.
Peligros en el embarazo: rubéola congénita
También el grado de gestación influye en el nivel de gravedad de los problemas que esta enfermedad puede ocasionar al feto. Los peligros para el bebé son mucho más elevados en los dos primeros meses de embarazo y se reducen notablemente a partir de las 20 semanas.
La rubéola está detrás de un gran número de partos prematuros, casos de hijos mortinatos y abortos espontáneos. Además, uno de cada cuatro hijos cuyas madres sufren rubéola en el primer trimestre del embarazo nacen con el conocido como síndrome de rubéola congénita. De hecho, cada año nacen más de 100.000 niños con esta dolencia.
Entre los problemas más comunes se encuentran los niños que presentan bajo peso al nacer, sufren diarreas, neumonías o meningitis. El hígado y el bazo de los pequeños también pueden presentar algunas anomalías y son más propensos a sufrir diabetes. Algunos de estos niños no presentan ningún síntoma en la etapa más temprana de su vida pero los desarrollan durante la infancia.
Mujer embarazada y su hija Defectos oculares y auditivos se encuentran entre los problemas más graves provocados por esta enfermedad. A estos peligros se suman defectos cardíacos, retraso mental e incluso parálisis cerebral. Cabe destacar que estos niños afectados por la rubéola congénita eliminan mediante las secreciones respiratorios, la orina y las heces grandes cantidades del virus durante sus primeros años de vida.
Tratamiento y prevención contra la rubéola
No existe un tratamiento específico contra esta dolencia también conocida como el sarampión alemán. Para aquellos que ya han sido contagiados por la enfermedad, suele tratarse como un resfriado común. En el caso de los afectados por el síndrome congénito de rubéola deberá ser el médico el que determine el tratamiento a seguir en cada caso concreto en función del problema que presente cada afectado.
La vacuna no se puede administrar a embarazadas
Vacuna contra la rubéola
La inmunización frente al virus de la rubéola forma parte del plan de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para erradicar esta enfermedad. En España no fue hasta 1985 cuando esta vacuna alcanzó una cobertura superior al 80% de la población. Es por ello que un gran número de mujeres en edad de ser madre son susceptibles de contraer la enfermedad.
Actualmente se suministra la vacuna a todos los niños entre los 12 y los 15 meses de edad. Se trata de la vacuna triple vírica (MMR), ya que se aplica junto a las del sarampión y paperas. Esta primera dosis de la vacuna no debe suministrarse a los niños antes de los 12 meses. La segunda dosis de MMR se administra a niños de entre 4 y 6 años. En algunos casos esta segunda dosis queda aplazada hasta la adolescencia y se aplica a menores de entre 11 y 12 años.
Cabe destacar que la vacuna supone una protección frente a la rubéola del 95%, pero existen casos en los que pese a haber recurrido a esta medida de prevención, no se han generado los suficientes anticuerpos para resultar inmune a esta dolencia. Así, es preferible consultar a tu médico antes de quedar embarazada o al conocer la noticia.