Menú
5 razones por las que no debemos obligar a comer a los niños
5 razones por las que no debemos obligar a comer a los niños

NO QUIERE COMER

5 razones por las que no debemos obligar a comer a los niños

Si obligamos a comer a nuestros hijos e hijas cuando no tienen hambre, convertiremos la hora de la comida en una situación muy negativa.

Una de las mayores quejas que tienen los padres es la de que su hijo "no come". Pero, ¿qué es lo que entendemos por "no comer"?

En primer lugar, hay que especificar que es para ellos "no comer". ¿No come la suficiente cantidad? ¿Solo come lo que le gusta? ¿Nunca tiene hambre? Hoy en día la mayoría de los padres tienen una idea equivocada sobre la alimentación de sus hijos. ¡Nunca se debe obligar a comer a un niño! Un niño "fuerte" no es sinónimo de salud. Vivimos en un país donde el 30% de los niños tienen sobrepeso , algo debemos de estar haciendo mal ¿no? Hay que replantearse si la estrategia de acabar el plato es la más adecuada. ¿Por qué obligar a comer a los niños si no tienen hambre?

Todos los seres vivos están programados para comer cuando tienen hambre, ¿por qué crees que tu hijo va a ser diferente? El estómago de un niño de 10 años aproximadamente es cuatro veces más pequeño que el de un adulto, por esa regla de tres debería comer una ración cuatro veces más pequeña. Y el de un bebé tiene el tamaño de una cucharilla de té, por eso las tomas tienen que ser pequeñas y frecuentes. Obligar a tomar más cantidad cuando el niño ya está lleno solo conducirá a agrandar poco a poco su estómago, de manera que en el futuro tardará más tiempo en llenarse y tenderá a comer más cuando puede que no lo necesite. Es decir, cuando obligamos a un niño a comer innecesariamente estamos mandando un mensaje a su cerebro y a su estómago: hay que comer aunque no se tenga hambre. No es un hábito adecuado porque no por comer más el niño va a estar mejor alimentado, al contrario, estamos alterando sus señales de saciedad, lo cual es contraproducente a largo plazo.

Que el niño no coma tanto como creamos normal no quiere decir que vaya a caer enfermoQue el niño no coma tanto como creamos normal no quiere decir que vaya a caer enfermo

¿Y si tiene un percentil bajo?

Hay que entender bien el concepto de percentil antes de llegar a conclusiones precipitadas. Que un niño tenga un percentil bajo no significa que esté desnutrido o que su salud esté en peligro, solo significa que en comparación con otros niños SANOS de su misma edad y altura se encuentra en esa posición. Por ejemplo, un niño con con un percentil de 30% significa que un 30% de los niños sanos de España se encuentran por debajo de ese peso, nada más, es un peso totalmente normal y saludable. Tener un percentil bajo no es estar enfermo ni mucho menos. Los padres tienden a pensar que debajo del 50% el niño "no da la talla" y que puede enfermar si continua así. Es una barbaridad pensar eso, solo significa que la mitad de niños sanos pesan lo mismo que él. Que esté por debajo de la media no es malo (no es un examen) a no ser que lo indique el médico específicamente.

¿Alguna vez has ido a un restaurante y te han obligado a comer todo el plato cuando ya estabas lleno? ¿Y por qué hacerlo con los niños pequeños? El cuerpo es sabio y hay que escucharle.

Consecuencias de obligar a nuestro hijo a comer

Si obligamos a comer a nuestro hijo o hija cuando no tiene ganas, provocaremos las siguientes situfaciones:

1. Aprenden a usar la comida como moneda de cambio. La alimentación no puede tener más importancia que la de cumplir una función biológica. Si empezamos a reforzar al niño por comer hasta hartarse estamos engrandando su estómago y además se estará asociando la comida con recompensas que a lo largo plazo puede derivar en un trastorno de la alimentación . Si de pequeños aprenden que el donut es una recompensa tal vez cuando sean mayores utilicen los donuts cuando se encuentren bajos de ánimo. Por otro lado, si le castigamos por no comer suficiente puede vincular la hora de la comida como algo estresante y que sea un auténtico martirio para él.

2. Los resultados son: ansiedad, lágrimas y vómitos. Cuando se les obliga a comer puede haber dos resultados. Primero, los niños vivirán la hora de la comida como algo negativo y ya irán "de malas" a la mesa, con una predisposición negativa. Por otro lado, si los padres tienen éxito y los niños se acostumbran a comer de más estando en su peso puede desencadenar obesidad. Dejad que el niño escuche a su cuerpo.

Si obligamos a comer a un bebé este sentirá la situación como muy angustiosaSi obligamos a comer a un bebé este sentirá la situación como muy angustiosa

3. Miedo en los bebés. Cuando los niños son tan pequeños que todavía no son muy conscientes de lo que pasa a su alrededor vivirán este momento como especialmente angustioso. No entenderán muy bien lo que está pasando y pueden pensar que sus padres (aquellas personas que han de aportarle amor y cariño incondicional) le están "atacando", les está obligando a comer e incluso se enfadan o les grita.

4. Sobreprotección. Los padres que se angustian en demasía con lo que comen los hijos es un síntoma de sobreprotección, un estilo educativo nada recomendable porque acabas mermando la independencia de los niños. Estarás educando a niños dependientes de los demás, inseguros y con baja autoestima.

5. Aborrecer algunos alimentos. Es obvio que a los niños pequeños las verduras y el pescado es algo que no les va a entusiasmar nunca. Hay que tener paciencia e ir aportándolos en las comidas en pequeñas cantidades y siempre como primer plato (cuando más hambre tengan) pero respetar al niño y no obligarles a comer todo el plato de verdura o pescado. Es mejor que coman muy poquito y después otra cosa a que coman todo el plato y después nada más. La alimentación tiene que ser variada. Si insistimos continuamente en un solo tipo de alimento acabará aborreciéndolo y entonces si que va a odiarlo durante mucho tiempo. También hay que ser flexibles con el tipo de alimento. Si por ejemplo a tu hijo no le gusta el brócoli pero si la coliflor pues ponle más veces coliflor que brócoli u otra verdura con nutrientes parecidos, lo importante es que coma verdura, no debemos centrarnos siempre en las mismas.

Por último, la mejor regla de oro para asegurarnos de que nuestros hijos están bien alimentados es que los adultos tienen que escoger el menú y el momento de las comidas pero son los niños los que deciden la cantidad que entra en su estómago.

Te puede interesar