Si pensábamos que los bebés empiezan a desarrollar sus sentidos durante las primeras semanas de vida, estamos muy equivocados. Su desarrollo sensorial empieza a desenvolverse durante su gestación, envueltos en el útero del vientre de su madre.
Por lo tanto, debemos aprender a estimular sus sentidos y sentimientos, que también empiezan a notarlos durante el embarazo por el desarrollo temprano de los órganos sensoriales. Es parte esencial descubrir cuáles son sus motivaciones durante las semanas que permanezca dentro del útero para entender su formación y ayudarle a un posterior desarrollo de futuro.
Mientras el bebé se encuentra dentro del vientre materno, no solo distingue y sabe quiénes son sus progenitores una vez nazca, sino que también puede reconocer a otros familiares y amigos que han estado cuidando de él desde el exterior. Por eso es importante saber estimular esos sentidos y que empiece a desarrollarse antes del parto.
El bebé puede reconocer desde dentro a las personas que pasan tiempo con la madreDesarrollo de los sentidos
Se utiliza la voz para que el bebé tenga una noción básica de quién es cada uno, por lo tanto, se recomienda que no se pongan voces distintas a la habitual, para que sepa identificar a cada persona más adelante. La música también es buena, ya que ayuda a que distinga sonidos y potencie el ritmo.
La luz que incide directamente sobre el vientre y que le llega a él a través del útero sirve para que su vista y sus reflejos se acrecienten, aunque si le molesta se tapará los ojos como un acto reflejo. Por otro lado, reaccionará a las caricias más adelante, ya que durante los primeros meses tenderá a alejarse de las paredes uterinas. Luego sí que se acurrucará cerca de la mano, la seguirá si la mueves o incluso responderá mediante patadas en señal de juego.
El dolor, por ejemplo, no lo potenciará durante los primeros meses de formación en el útero. Pero sí que aparecerán signos de estrés cuando se le realicen pruebas intrauterinas o haya movimientos, sonidos o luces fuertes cerca del vientre materno.
Además, los sentimientos de la madre producirán también una reacción por parte del bebé. Este se verá afectado por lo que le pase a la madre en el exterior, ya que ella produce cambios hormonales más fuertes durante el embarazo que se transmitirán al útero durante la gestación.
Lo que siente mes a mes
En el primer y segundo mes de gestación, el bebé se está empezando a formar. Se distinguen ya las articulaciones con el paso de las semanas e incluso algunos rasgos faciales, que todavía no son los definitivos ya que va cambiando con el paso del tiempo. Durante este breve periodo no tiene todavía los órganos sensoriales desarrollados.
El bebé es capaz de oír música, sobre todo desde el sexto mesEs a partir del tercer mes cuando empieza a tomar cada vez más forma y se asemeja más a un bebé. Los ojos y los párpados son los primeros órganos externos en formarse, aunque todavía no estarán listos. El tacto es el primer sentido que prueba, incluida la sensibilidad genital a partir de la décima semana dentro del útero.
Al mes siguiente, el bebé desarrolla el gusto. Esto se ve potenciado porque empieza a tragar líquido amniótico, que variará de sabor dependiendo de la dieta materna -y que se renueva cada 24 horas-. Aunque es durante el quinto cuando empieza a comportarse como un bebé: bosteza, se chupa el dedo, hace muecas, orina... Durante este mes es cuando empezará a imitar el movimiento respiratorio, a pesar de no poder utilizar los pulmones porque todavía no los tiene del todo formados.
Dentro del vientre materno también puede oír los sonidos, las voces o la música. Es a partir del sexto mes cuando el bebé potencia su sentido acústico, además de distinguir entre los sabores amargos y los dulces. Durante el séptimo mes comenzará a abrir los ojos por primera vez y ya notaremos un cambio de actitud: prefiere los ruidos suaves y almacena melodías que luego será capaz de reconocer.
En la recta final del embarazo, dentro del útero todavía se están produciendo variaciones. En el octavo mes, el bebé reacciona a lo que ocurre en el exterior del vientre: responde a las caricias, cosa que antes tendía a apartarse. Y en el último mes, el noveno, la madre notará que dentro del útero hay más movimiento, el bebé hará más gestos y tragará mayor cantidad de líquido amniótico.