¿Pueden los niños ser vegetarianos como sus padres?

Si bien es cierto que el vegetarianismo no es en absoluto algo exclusivo de hoy en día, también lo es el hecho de que en la actualidad parece estar dándose un incremento de las personas que eligen esta opción como forma de alimentación. Esto no quiere decir que ser vegetariano sea una moda pasajera o puntual. Una persona decide hacerse vegetariana por diversos motivos: morales, religiosos, éticos o simplemente por buscar un tipo de dieta saludable.

Sin embargo, ser vegetariano implica cosas más allá de comer o no comer carne y existen varias subclasificaciones en función de los alimentos que se restrinjan. Empecemos por ahí:

- Vegetariano: Se entiende por vegetariana a una persona que prescinde de la carne, sea del tipo que sea, en su alimentación.

- Semivegetariana: En estos casos, las personas consumen tan sólo carne de aves de corral y pescado.

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Ovolactovegetariana: Aunque las personas que siguen esta modalidad no consumen carne de ningún tipo, sí aceptan alimentos de origen animal como los huevos y la leche.

- Ovovegetariana: Consume tan sólo huevos como alimento de origen animal.

- Lactovegetariana: Consume tan sólo leche como alimento de origen animal.

- Vegana: En este caso las personas, además de no consumir carne de ningún tipo, tampoco aceptan en su dieta cualquier tipo de alimento que sea de origen animal. Por ejemplo, huevos, leche y derivados o miel. Además, a menudo prescinden de materiales de origen animal en su rutina diaria como el cuero, la lana, la seda...

- Crudívora: Es aquella persona que come todo crudo, tanto los frutos, las legumbres, cereales, hortalizas, etc.

- Frugívoro o frutariana: Es aquella persona que se alimenta solamente de frutas.

Ahora bien, la pregunta es si es recomendable que los padres que sigan alguna de estas opciones de alimentación hagan que sus hijos también las sigan desde el principio. A menudo los padres se preocupan por si sus hijos y su crecimiento y desarrollo se van a ver en peligro si hacen que su hijo sea vegetariano desde el principio.

Como es de esperar, hay opiniones para todos los gustos. Desde aquellos que defienden que cualquier tipo de estas opciones pueden ser recomendables para los niños hasta los que afirman que los niños pequeños deben seguir una dieta omnívora bajo cualquier circunstancia. Sin embargo, lo que más se recomienda en la actualidad y lo que la mayoría de pediatras y profesionales de la nutrición mantienen es un punto intermedio entre estas opiniones.

Se dice que las dietas vegetarianas de tipo ovolactovegetariano cubren las necesidades tanto de los bebés, como de los niños pequeños y adolescentes, siempre que estén bien diseñadas. Si las dietas son variadas y los pequeños son controlados periódicamente, no deberían por qué tener ningún tipo de problema de crecimiento ni de desarrollo.

Los beneficios y riesgos de la dieta vegetariana

La Asociación Americana de Dietética incluye también las dietas veganas dentro de aquellas que pueden ser saludables en cualquier etapa de la vida, incluyendo el embarazo, la lactancia, la infancia y la adolescencia. Sus estudios afirman que estas dietas están asociadas a un menor riesgo de muerte por cardiopatía isquémica, niveles de colesterol más bajos así como tasas más bajas de presión arterial. Además estas personas suelen tener un índice de masa corporal menor que las personas no vegetarianas y parecen darse menos casos de cáncer, todo esto debido a la menor ingesta de grasas saturadas, colesterol y mayor ingesta de frutas, cereales, verduras y frutos secos.

Algunos de los problemas que pudieran darse, como mantienen algunos de los que defienden la idea de que cualquiera de estas dietas no son beneficiosas para los niños, serían la anemia por falta de Vitamina B12, retrasos en el desarrollo psicomotor por falta de hierro o raquitismo por falta de Vitamina D, así como otra serie de desequilibrios en su organismo o retrasos en el crecimiento.

En cualquier caso, sí es necesario, especialmente en el caso de los niños, seguir una serie de recomendaciones:

- Alargar la lactancia materna el mayor tiempo posible.

- Llevar a cabo comidas frecuentes y picar entre horas.

- Controlar los niveles de nutrientes como el hierro, la vitamina D o la vitamina B12, especialmente en los niños veganos.

- Las madres, durante el embarazo y la lactancia, también deben asegurarse de tener unos niveles adecuados de estos nutrientes, especialmente de la Vitamina B12 y Ácidos Grasos Omega 3.

- Beber mucha agua.

- Quizá los suplementos para compensar ciertos nutrientes sean necesarios, por eso es necesario el control pediátrico y nutricionista.

- Vigilar cualquier problema de tipo emocional que pudiera darse en el caso de los niños más mayores, ante la diferente alimentación que puedan seguir el resto de sus amigos y compañeros.

En lo que sí parece haber más consenso es en afirmar que las dietas más estrictas, como las de los crudívoros o los frugívoros están desaconsejadas en cualquier caso en los niños pequeños, debido a la evidente escasez de ciertos nutrientes necesarios y básicos en el desarrollo y crecimiento de los niños.