A cada edad el cuerpo tiene unas peculiaridades propias de la mismaLas mujeres cada vez retrasan más el momento de ser madres. Se pone por delante la carrera profesional, que cada vez empieza más tarde, la estabilidad económica, incluso familiar. Así es habitual que muchas no tengan su primer embarazo hasta pasados los 35 años, lo que lleva aparejadas una serie de preocupaciones por si pudiera existir riesgo para el feto por la edad de la madre.
Actualmente la edad media en que una mujer tiene su primer embarazo son los 31, lo que nos hace hacernos una idea de que hay una gran mayoría que son madres pasados los 35 años.
Para entonces los comentarios de 'se te está pasando el arroz' empiezan a ser más que habituales y molestos por parte de la gente más mayor de su entorno. Eso no hace sino que meter presión ante el futuro embarazo y generar toda una serie de temores y miedos sobre cómo la edad de la madre puede ser un riesgo para su feto.
Embarazo a los 20, los 30 y los 40
Es cierto que una vez se ha superado la treintena el cuerpo de la mujer no es el mismo que una década atrás. También hay cambios respecto a una mujer que ha cumplido los 40 y son muchas las que son madres a esa edad. Pero tampoco hay que creer que la edad de la madre es un factor de riesgo en el embarazo.
En realidad una mujer que ha cumplido los 35 años vive un embarazo igual que otra más joven, no tiene ningún riesgo especial para el feto, aunque cada cuerpo es diferente y todos tienen sus propias particularidades.
El número de óvulos se reduce con la edad, por eso cuesta más quedarse embarazadaDifícil quedarse embarazada
Lo que sí puede resultarle más complicado a una mujer de 35 años es quedarse embarazada. Al igual que las personas los ovarios también envejecen y el proceso de maduración es más rápido cuando se tienen 20 años. A esto hay que sumar que el número de óvulos se reduce, por lo que la posibilidad de que uno se fecunde es menor, lo que supone menos probabilidades de alcanzar un embarazo.
Es por ello que cada vez es más frecuente que parejas o mujeres en solitario que han cumplido los 35 años se sometan a procesos de fecundación in vitro después de varios intentos de quedarse embarazada y no conseguirlo.
Hace unos años la edad de la mujer -cuando ésta superaba los 30- se consideraba un factor de riesgo para la correcta formación del feto. Hoy se ha descartado por completo esta teoría, asociada con el hecho de que antaño la mayoría de los embarazos se producían en la veintena.
Particularidades de embarazos a los 35
Sin embargo sí hay ciertos factores que se dan con más frecuencia en un embarazo de un mujer de más de 35 años que en otra más joven. No son graves, pero sí lo suficientemente importantes como para tenerlos en cuenta.
Así el riesgo de padecer gestosis durante el embarazo es mayor en una mujer que haya cumplidos los 35 años. Se conoce como gestosis o toxemia del embarazo a los cuadros de hipertensión, edemas y proteinuria durante el embarazo.
También es habitual que la diabetes gestacional se dé más entre madres que han superado la treintena que aquellas que son más jóvenes. Aún así hay que tener en cuenta que es más frecuente hoy en día en cualquier embarazo, con indiferencia de la edad de la madre.
Trastornos cromosómicos
Cuanto más mayor es la madre más riesgo hay de que el feto presente algún tipo de trastorno cromosómico. Ésta suele ser la principal preocupación de cualquier mujer que se queda embarazada una vez cumplidos los 35 años.
Este tipo de trastornos suponen que el niño ha recibido demasiada o poca información genética, siendo la alteración más habitual el síndrome de Down. Hoy en día existen pruebas capaces de determinar si el feto padece este tipo de trastornos, así como otros complicados como la espina bífida o enfermedades metabólicas.
Los controles médicos son más frecuentes, lo que es un punto positivo para este tipo de embarazosCada vez es más frecuente que a madres que han superado los 35 se les aconseje realizar pruebas encaminadas a tener un diagnóstico prenatal y así determinar si el feto tiene algún trastorno. La biopsia corial o la amniocentesis son las más habituales, pero conllevan un riesgo en si mismas.
Hay un peligro (pequeño, en torno al 1%) de que las madres que se someten a este tipo de exámenes pierdan al bebé. Es por ello que antes de decidir si practicarlas o no los médicos analizan su caso particular, historial médico y riesgo que supone hacerse las pruebas.
Aspectos positivos
Aunque pudiera parecer que un embarazo con más de 35 es más difícil de llevar o conlleva algún riesgo para el feto también hay cosas más positivas. Por ejemplo, las mujeres que ya han superado esta edad son menos proclives a sufrir alguno de los síntomas más molestos del embarazo, como las náuseas matutinas o los dolores de espalda.
Otro aspecto positivo de este 'temor' que existe a cómo llevar un embarazo después de los 35 años es que la mujer se siente más preocupada y también el equipo médico que la atiende. Por ello los controles son más exhaustivos y seguidos y en caso de encontrar algún tipo de problema se puede resolver más rápidamente.