Cuando una mujer se queda embarazada, comienza una de las etapas más felices y plenas para la mayoría de ellas, pero a la misma vez una de las más complicadas para otras. El embarazo es, en una mujer, una etapa de cambios tanto físicos, como hormonales y esto puede afectarle incluso a nivel psicológico. El principal cambio que una mujer sufre durante el embarazo es el aumento considerable de peso en su cuerpo, y es aquí donde pueden sufrir algunos problemas o trastornos. La pregorexia, que es uno de ellos, consiste en el miedo a engordar durante los meses del embarazo. Este trastorno podría resumirse como la anorexia del embarazo, un problema de alimentación.
¿En qué consiste la pregorexia?
Como hemos adelantado antes, la pregorexia se trata de un trastorno psicológico que sufren las mujeres que están embarazadas y tienen miedo a engordar. Para ello, estas realizan auténticas barbaridades. Con el fin de conseguir su objetivo, estas suelen realizar dietas hipocalóricas, reduciendo la ingesta de alimentos al mínimo, que suelen ir unidas al vómito o a la actividad física de forma excesiva.
En la mayoría de los casos, las mujeres que sufren este tipo de trastorno psicológico en la alimentación, ya vienen de padecer otros parecidos como pueden ser la anorexia nerviosa o la bulimia.
Es común que las mujeres que padecen pregorexia hayan tenido trastornos alimentarios previamente¿Cuáles son sus síntomas?
Para diagnosticar este tipo de trastorno, hay que estar muy pendiente de la mujer que lo padece, ya que esta nunca aceptará que tiene un problema y consideran que su actitud es totalmente normal. Los síntomas más comunes entre las mujeres que padecen pregorexia están la alteración en la alimentación y el realizar ejercicio de forma excesiva pero hay otras actitudes que las delatan.
La restricción de grasas y lípidos, junto con la de hidratos de carbono en su dieta como alimentos que le van a aportar una vía de obtención de energías, es una de las más frecuentes. Para ello, estas realizan una dieta hipocalórica, que se basa en alimentarse a base de verduras e hiperproteica. Esto puede provocarle un déficit en vitaminas y sales minerales, por lo que puede afectar tanto a la salud de la embarazada, como a la del bebé que esta espera.
Cuando la mujer embarazada comienza a mostrar signos de preocupación excesiva por su aumento de peso, hay que activar las alarmas. Esto puede desencadenar en una pregorexia. Un constante control de las calorías consumidas, junto con la práctica de demasiado deporte podrías ser una señal de este problema.
Una mujer embarazada lo más normal es que aumente de peso durante los nueve meses que dura el periodo de gestación. Cuando esta sufre pregorexia, se produce un nulo o muy bajo aumento en su peso y su volumen y esto es un síntoma claro de este trastorno psicológico, ya que no se corresponde con la naturaleza de esta etapa.
Por último, la presencia de vómitos inducidos por ella misma o la práctica de deporte excesivo son otro claro síntoma que conlleva este trastorno. El fin de estas dos prácticas es el gasto de calorías hasta el punto de llegar a la obsesión.
¿Cómo afecta al feto este trastorno?
La pregorexia, que puede provocar en la futura madre unas consecuencias tanto a nivel físicas como psicológicas, tales como la falta de nutrientes en su organismo, la pérdida de masa muscular en su cuerpo, alteraciones en las hormonas, enfermedades en la piel o incluso aumento de la irritabilidad y cambios de humor drásticos, también puede influir en el bebé que esta espera, creándole problemas de por vida.
La pregorexia causa gran daño al feto, pudiendo llegar a la muerteUn bebé que se ha gestado en el vientre de una madre que ha sufrido en el embarazo un trastorno como es la pregorexia, puede vivir toda su vida marcado por ello. Y es que, el feto puede desarrollar algunas enfermedades debido a este problema.
Alteraciones neurológicas, trastorno hormonal que puede provocar retraso en el crecimiento del bebé, algún tipo de malformación en el feto, problemas respiratorios y digestivos o, incluso, la muerte del feto, son las consecuencias más frecuentes en los bebés que se gestan en el vientre de una mujer que sufre pregorexia.
¿Cómo combatirlo?
Actuar frente a esta situación de trastorno alimentario requiere la intervención de un gran grupo de profesionales que ataquen el problema desde diferentes perspectivas. El primer paso, y más importante de todos, es aceptar que se trata de una enfermedad y como tal, hay que seguir un tratamiento muy a rajatabla.
Para hacerle frente a la pregorexia, lo ideal es contar con un equipo formado por un psicólogo o psiquiatra, por un lado, que realicen una terapia psicológica con la mujer embarazada. Por otro lado, trabajar con un dietista o nutricionista junto con un enfermero es esencial, ya que estos tratarían el problema desde el punto de vista médico y nutricional.
Aunque el papel de los familiares y amigos de una mujer que sufre pregorexia va a ser fundamental, ya que estos siempre deben intentar normalizar las horas en las que la mujer vaya a comer, creando así un ambiente relajado y distendido. Nunca deberán perderla de vista, aunque tampoco sin ejercer ningún tipo de presión.
Al fin y al cabo se trata de que la mujer acepte que es una etapa pasajera, y aprenda a disfrutar de ella, incluso con su alimentación .