Cuando vemos que nuestros hijos/as están delgados para su edad o con un poquito de sobrepeso, lo normal es que nos preocupemos sobre su salud. Lo usual es que sea el pediatra el profesional que lleve el control sobre el peso y la altura de los niños, y que sea quien, ante cualquier anomalía o signo que indique que los niños tienen algún tipo de problema o no tienen un peso normal para su edad, tome medidas y proporcione la información pertinente a la familia.
El Índice de Masa Corporal (IMC) es el índice que nos indica cual es el peso idóneo para la altura que posee un niño o una niña. A través de su cálculo, podemos averiguar si el peso de los niños o, incluso el nuestro, está dentro de la normalidad o no.
A continuación, vamos a detallar los rangos aproximados del peso normal entre los escolares cuyas edades oscilan entre los 5 y los 9 años, los cuales están ajustados tanto a niños como a niñas:
- A los 5 años: entre los 17 y los 19 kg.
- A los 6 años: entre los 19 y los 21 kg.
- A los 7 años: entre los 22 y los 24 kg.
- A los 8 años: entre los 24 y los 26 kg.
- A los 9 años: entre los 27 y los 29 kg.
Estos números son aproximados, pueden servir como referencia pero no hay que preocuparse si un niño o una niña se encuentra un poco por debajo o por encima de los pesos indicados.
El peso depende de la complexión y el metabolismo de cada niño o niña¿El peso depende de la complexión o metabolismo de los niños?
El peso depende, entre otros factores, de la complexión y el metabolismo de la persona. La complexión determina la cantidad de masa muscular que necesita nuestro cuerpo para cubrir nuestra estructura ósea. Lo que quiere decir que si nuestra estructura ósea es más pequeña de lo normal, tendremos menos masa muscular; y si nuestra complexión es más grande, tendremos una masa muscular mayor; pero, en ninguno de los casos, esto quiere decir que tengamos problemas de delgadez extrema o de sobrepeso.
Con respecto al metabolismo, este es el encargado de convertir las calorías en energía y de establecer la velocidad a la que se consumen esas calorías (metabolismo basal). Por lo tanto, el metabolismo influye en el peso, pero este último no depende de él. Hay personas que tienen un metabolismo más rápido que otras y su tendencia a coger peso es menor a la de una persona cuyo metabolismo es más lento. Pero esto no quiere decir que el hecho de poseer un metabolismo lento esté directamente ligado con el
aumento de peso.
A su vez, en nuestro metabolismo influyen otros factores como:
- El sexo: los hombres tienden a tener menos grasa y más musculatura que las mujeres lo que supone que poseen un metabolismo más rápido ya que queman más calorías.
- La edad: a medida que nuestra edad avanza, la calidad y cantidad de nuestros músculos disminuye, con lo que se facilita la acumulación de la grasa, el aumento de peso y un metabolismo más lento que quema menor número de calorías.
- El tamaño y composición de nuestro cuerpo: los cuerpos que son más largos o tienen mayor musculatura, queman mayor número de calorías incluso cuando estamos en reposo.
Debes conocer el IMC de tu hijo o hija para saber si está en el peso correctoAdemás de los factores mencionados, es importante saber que las causas de la delgadez extrema o del sobrepeso no se deben al metabolismo o a la complexión que tengamos, sino a los hábitos saludables que mantengamos en nuestro día a día, porque estos son los principales responsables de que tengamos un peso normal o no.
¿En qué casos debemos consultar con el médico?
Si observamos que nuestro hijo o nuestra hija están perdiendo mucho peso o engordando en exceso, o que no está dentro del rango del peso normal, a pesar de proporcionarle una alimentación adecuada, debemos visitar a un médico para que evalúe y estudie el caso, y determine cuál es la causa de esta variación en el peso.
Los niños en edad preescolar y escolar atraviesan los años más importantes del desarrollo físico y mental, en el que influye mucho su salud física. Es necesario no dejar pasar el tiempo hasta que el problema sea demasiado visible, ya que los primeros indicios de alertarnos que puede existir algún problema con respecto a la salud de los niños, debe ser motivo suficiente para acudir al médico.
Si estamos seguros de que la alimentación no está influenciando en la bajada o subida de peso de nuestros hijos, debemos de tener en cuenta que el estado anímico puede estar afectando. Por eso, siempre recomendamos que exista un vínculo de confianza entre los padres/madres y los hijos/hijas para que estos últimos puedan contar lo que les sucede o les preocupa siempre que quieran.
Maneras para que el niño sube o baje de peso
Si nuestro hijo o hija no se encuentra en los valores de IMC normales, podemos ayudarle a alcanzarlos poniendo en marcha los siguientes consejos.
1. Educación sobre los hábitos saludables: antes de intentar inculcar un hábito en nuestros/as hijos/as, es necesario transmitir una buena educación acerca de la importancia que tiene adquirir buenos hábitos, sobre todo, los relacionados con la comida.
Enseña a tus hijos hábitos de vida saludables para que lleven una dieta equilibrada2. Dar ejemplo: de nada sirve tratar de que los niños coman alimentos saludables como la verdura o el pescado, si observan como sus padres o madres prefieren comer otro tipo de alimentos.
3. Regular la compra sobre alimentos con grasas saturadas: no se trata de prohibir las chucherías, la bollería industrial o los snacks, sino de enseñar que estos alimentos no pueden consumirse con regularidad, y por tanto, no serán la opción usual para el desayuno, el almuerzo o la merienda.
4. Evitar restaurantes de comida rápida: sabemos que la opción más atractiva para comer cuando salimos fuera de casa es la de acudir a restaurantes de comida rápida, pero es importante no acostumbrarse a recurrir a estos sitios y enseñar a los más pequeños que existen otras opciones más sanas y de mejor calidad.
5. Dieta equilibrada: todos los niños necesitan una dieta rica de nutrientes que aporten energía, para ello es aconsejable elegir una dieta variada, tanto para subir de peso como para bajar. No se trata de engordar a los niños a base de alimentos que no son saludables o de tratar que los niños adelgacen reduciendo la cantidad de comida o el número de comidas diarias.
6. Ejercicio diario: los niños necesitan ejercitar su cuerpo para poder mantener a su mente ejercitada a la vez. Pasan demasiado tiempo sentados en pupitres y es vital que no se acostumbren a llevar una vida sedentaria. Disfrutar del tiempo libre practicando alguna actividad con su familia u otros niños de su edad no sólo beneficiará a su salud física, sino también a su salud emocional y mental.