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Los peligros de no cortar el cordón umbilical al bebé
Los peligros de no cortar el cordón umbilical al bebé

RECIÉN NACIDOS

Los peligros de no cortar el cordón umbilical al bebé

Hay una tendencia en los partos a no cortar el cordón umbilical al bebé, pero muchos médicos han advertido sobre sus peligros.

Últimamente ha surgido una nueva moda entre los padres que acaban de tener a su bebé el no cortar el cordón umbilical al nacer, si no mantenerlo conectado a la placenta durante días después del parto, básicamente hasta que la bolsa anmiótica (la placenta) se desprenda sola. Recibe el nombre de parto lotus. Pero, ¿por qué se ha puesto de moda esta nueva práctica? Tiene algún tipo de beneficios para el bebé? ¿Qué dicen los expertos?

¿Es bueno no cortar el cordón umbilical tras el parto?

Las personas que defienden esta práctica dicen que es mejor que el niño siga unido a la placenta de su madre hasta que esta se desprenda de forma natural, algo que puede tardar la friolera de hasta 10 días. ¿Qué hacen entonces con la placenta? La guardan en un pequeño recipiente y la llevan con el bebé a todas partes hasta que poco a poco vaya necrosando la herida y se caiga.

Esta tendencía nació entorno en el 2008 y suelen practicarla las personas que defienden los partos naturales y dicen que de esta forma los bebés pueden obtener todos los nutrientes que aun quedan en la placenta y que no han sido transmitidos al bebé como células madre. Además, dicen que cortar la placenta es una forma de estresar de forma prematura al bebé cuando desde el principio podría evitarse. La idea entonces es que una vez que ha pasado el parto la placenta se introduce en una bolsa o un recipiente que se llevará junto con el bebé a todas partes. Algunos padres echan especias, sal y aceites a la placenta como un intento de hacer las cosas "más higiénicas" y para que no haya infección, con el tiempo el olor se vuelve más fuerte y no es agradable.

La ictericia y la policitemia son algunas de las consecuencias de no cortar el cordón umbilical a tiempoLa ictericia y la policitemia son algunas de las consecuencias de no cortar el cordón umbilical a tiempo

Los expertos comenzaron enseguida a alertar de que esto solo era una hipótesis y que no había evidencias científicas de que realmente fuese así. Desde el Colegio Británico de Obstretas y Ginecólogos explican que tras el nacimiento si es cierto que aun quedan restos de células madre en la placenta, sin embargo no merece la pena seguir manteniendo la conexión entre bebé y madre porque los peligros potenciales son mayores que sus beneficios. La placenta, al estar expuesta al aire es muy proclive a una infección, recordemos que básicamente son células, tejidos y sangre. Por lo tanto, si no hay un cuerpo que "renueve" regularmente la sangre se mantiene al pequeño unido a un tejido que está muerto, con lo cual, las probabilidades de infección son altas. Según ellos, no es nada recomendable este tipo de parto y desde el Colegio Británico aconsejan una vigilancia constante en aquellas familias que finalmente se deciden por esta tendencia.

Otro de los peligros de mantener al recién nacido unido al cordón es el riesgo a padecer policitemia, una enfermedad por la cual el bebé sufre un exceso de sangre en su cuerpo que desgraciadamente está relacionado con daño neurológico, aunque la policitemia leve no tiene por qué producir problemas. De todos modos, un exceso de glóbulos rojos en el cuerpo del pequeño espesan su sangre y hace que circule más lentamente por el cuerpo, este exceso de glóbulos rojos se va destruyendo a la vez que el cuerpo produce bilirrubina, sustancia que cuando está en altas concentraciones da lugar a que la piel presente un color amarillento (ictericia).

Cuándo cortar el cordón umbilical

La OMS (Organización Mundial de la Salud) dice que el cordón debe cortarse entre 1 minuto y tres tras el alumbramiento, es un consejo general para un parto que haya ocurrido en condiciones óptimas. Pero, ¿hace falta darse tanta prisa? ¿y por qué se tiene que esperar un poco?

Cuando el bebé está en la placenta recibe el oxígeno por el cordón umbilical, cuando sale al exterior sigue recibiendo ese oxígeno a través dela placenta hasta que el niño respira por vez primera, en ese momento el cordón umbilical deja de latir y bombear oxígeno al niño, es indicativo de que todo ha salido bien. Mediante esos latidos la naturaleza se encarga de que al recién nacido no le falte nada, también transmite hierro y otros nutrientes que han quedado en la placenta.

El cordón umbilical no debe cortarse mi muy pronto, ni muy tardeEl cordón umbilical no debe cortarse mi muy pronto, ni muy tarde

Si el cordón se corta demasiado pronto, antes de que el bebe haya dado la primera bocanada de aire por ejemplo, no estará recibiendo oxígeno desde que se corta el cordón hasta que consigue respirar autónomamente por si mismo, durante ese periodo de tiempo el pequeño podría estar sufriendo asfixia, lo cual es peligroso para el bebé y puede producir daños neurológicos graves. Por eso, no es bueno cortar prematuramente el cordón, hay que asegurarse de que al menos el niño ya respira. Lo ideal sería hacerlo una vez que ha dejado de latir se vuelve blanco, es una de las señales que indica que la placenta ya ha hecho su función y que el recién nacido es autónomo y puede respirar por si mismo.

El tiempo que tarda en dejar de latir se desconoce, puede dejar de hacerlo a los 2 minutos, 10, una hora... No se han hecho muchos estudios al respecto porque en los hospitales siempre han metido prisa para desconectar al bebé de la placenta principalmente por miedo a que en el recién nacido aparezca hiperbilirrubinemia que a su vez produce ictericia.

Conclusiones

No es recomendable dejar al bebé unido al cordón y placenta demasiado tiempo porque sige conectado a un tejido que una vez que ha dejado de latir está muerto, cuando eso ocurre el bebé prácticamente no se beneficia de nada y el riesgo de infección aumenta. Sin embargo, tampoco es necesario cortarlo demasiado pronto (a partir de los 60 segundos como hacen algunos) ya que durante un tiempo la placenta sigue latiendo, enviando nutrientes y oxígeno al pequeño. Además, no se debe cortar sin asegurarse primero de que el bebé ha hecho la primera bocanada de aire, podría sufrir una hipoxia. Para saber cuando debemos cortar el cordón tenemos que fijarnos básicamente en tres señales:

- El cordón ya no late, las arterias que lo riegan se han cerrado.

- El bebé ha llorado, respira y tiene un color rosáceo o rojizo de piel.

- La vena en medio del cordón ya no tiene sangre, es blanca.

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