Cuando se es padre, comienzan las dudas y las incógnitas. Se abre un mundo hasta entonces desconocido, donde incluso la elección del chupete adecuado puede implicar horas y horas de dudas. No hay una guía para educar y criar a un hijo, no hay una forma adecuada de hacerlo, y eso es quizás el mayor problema. Como no hay una forma específica para criar a un hijo, sino que hay miles, son los padres los que tienen que decidir; y una decisión implica, siempre, una responsabilidad. El mayor miedo de los padres es hacer algo que pueda perjudicar a sus bebés, sobre todo cuando estos son apenas criaturas indefensas.
Una de las dudas más absurdas, pero que más quebraderos de cabeza puede llegar a suponer para un padre es la siguiente: ¿es mejor usar pañales tradicionales, o es mejor usar pañales de tela? ¿Qué ventajas tienen unos, y qué inconvenientes tienen otros? ¿El bebé los percibe de la misma manera, son igual de cómodos para él? Antes de continuar, y de entrar a debatir cuál de las dos alternativas pudiera ser mejor en cada caso, hay algo que dejar claro: cada familia es un mundo, y es por eso que las decisiones que se tomen son las mejores en ese caso. Si una familia decide optar por los pañales de tela porque estos contaminan menos, esta opción será buena. No obstante, si una familia decide optar por los pañales tradicionales, por los desechables, quizás porque no tengan tiempo de lavar pañales diariamente, o simplemente porque lo prefieran, esta decisión continúa siendo acertada.
Hay que tener siempre la mente muy abierta, y comprender que cada caso es diferente. No debemos tratar de convencer a los demás de que nuestros pañales de tela son los mejores porque producen menos desechos, ni tampoco debemos tratar de hacer entender a alguien que es mucho más higiénico un pañal de usar y tirar. Todas las opciones son viables, y serán mejores o peores dependiendo de la situación.
Dicho esto, sí es cierto que los pañales de tela y los pañales tradicionales tienen unas ventajas y unos inconvenientes. Vamos a ver cuáles son.
Cada uno elegiremos el tipo que mejor se adapte a nuestra vidaLos pañales tradicionales conllevan un gasto mayor
Una de las ventajas de los pañales de tela por encima de los pañales tradicionales es que estos últimos suponen un gasto bastante mayor. Los de tela pueden ir reutilizándose, si se siguen unas pautas de higiene apropiadas, y no hay que estar renovándolos constantemente, siempre y cuando se encuentren en buenas condiciones. Pero los desechables no se pueden usar más de una vez, y acabarán generando un gasto bastante importante. Sería esa, pues, la primera desventaja de los tradicionales frente a los de tela.
Pero no sería la única. Hay quien alega que, al estar en contacto con la piel del bebé constantemente, los pañales tradicionales acaban perjudicándoles debido a los químicos que contienen. Si bien es verdad que los pañales suelen hacer rozadura, esto no tiene por qué estar relacionado con los químicos que este producto contiene, sino más bien con el roce constante sobre la piel; esa herida bien podría provocarla cualquier otro tipo de pañal. Es más, se ha demostrado más de una vez que los químicos de los pañales desechables se encuentran totalmente controlados, y no suponen ningún peligro añadido para los bebés.
Otra gran desventaja de los tradicionales es que contaminan muchísimo. No solo por la cantidad de materiales que hay que procesar para fabricar la cantidad de pañales que se consumen diariamente, sino también porque no son materiales biodegradables. Están hechos de papel, plástico y una gran cantidad de geles absorbentes, que tardan miles de años en degradarse por completo. Sí que hay pañales que declaran ser biodegradables, pero probablemente su precio sea bastante más alto que el de los tradicionales, así que puede que la primera desventaja aumente aún más.
Pero los pañales de tela exigen muchos más cuidados
Los pañales desechables no son los únicos que tienen inconvenientes; los de tela también tienen lo suyo, sobre todo cuando comenzamos a plantearnos su uso de una forma más continuada. Si se usan tanto los desechables como los de tela, de forma intercalada, estas desventajas no se notarán con tanta fuerza, al igual que tampoco se notarán los inconvenientes que ya hemos mencionado.
El primer problema al que os tendréis que enfrentar es que limpiar un pañal de tela no es la tarea más agradable del mundo. Tendréis que limpiar tanto el pipí como cualquier otro tipo de desecho de vuestro bebé, vosotros, personalmente, con vuestras manos. No es como quitar un pañal y tirarlo directamente a la papelera, sino que tendréis que estar trabajando con ese pañal bastante más tiempo. Hay muchos padres que nada más ver este punto ya preferirán optar por cualquier otro método alternativo a este.
Los pañales de tela son más sostenibles, pero hay que lavarlosSi a esto le sumamos que tendréis que estar lavando pañales constantemente, puesto que los necesitaréis, las desventajas parecen comenzar a sumarse entre ellas. Al principio puede hacerse un mundo, sí, pero hay quien dice que merece la pena solo por ahorrar dinero a final de mes; y el ahorro no es poco, desde luego. Eso sí, no podréis tener solo dos o tres pañales de tela, sino que tendréis que tener bastantes más, para poder ir intercalándolos.
Sí es cierto que hay pañales que te permiten cambiar tan solo el relleno, con lo cual el pañal en sí podrás usarlo bastante más tiempo. No son rellenos desechables, sino telas que también van cambiándose unas por otras; no obstante, estas telas son más baratas y más fáciles de lavar que cualquier otro pañal de tela.
Depende, ahora, de vosotros, el ver qué es lo que realmente os conviene más. Empezar con los pañales de tela puede ser complicado, pero hay muchos padres que señalan que ha sido lo mejor que han podido hacer en todo este tiempo. El ahorro a largo plazo es un hecho, sobre todo si se planea tener más de un hijo. Sí, requieren más trabajo, pero también contaminan menos. Aunque siempre existe una tercera opción: combinar el uso de ambos pañales, según la circunstancia en la que os encontréis y lo que necesitéis.