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El impétigo: cómo curar esta infección en la piel
El impétigo: cómo curar esta infección en la piel

DETECCIÓN Y CUIDADOS

El impétigo: cómo curar esta infección en la piel

El impétigo es una enfermedad cutánea que está causada por una bacteria y que se contagia muy fácilmente.

Es importante detectar la enfermedad cuanto antesEs importante detectar la enfermedad cuanto antes

Tres de cada cien niños menores de cinco años la padecen cada año. Es el impétigo, una frecuente infección en la piel que muchos padres aún no saben cómo afrontar. No debes alarmarte si es tu caso, pues vamos a contarte todo sobre esta afección y a darte muy buenos consejos para que puedas evitarla o detectarla lo antes posible.

Qué es el impétigo

El impétigo es una infección cutánea que afecta a la superficie de la piel y está causada por una bacteria. Los pediatras son los encargados de tratar la mayor parte de los casos, pues aunque los adultos no estamos libres de ella, son los niños los que más la sufren. Los últimos estudios revelan que casi el 3% de los niños menores de cinco años la padecen en España cada año, aunque el porcentaje es ligeramente inferior a partir de esta edad.

El impétigo afecta mayoritariamente a los niños

Tipos de impétigo

No está de más saber que son dos las bacterias que originan el impétigo, el Staphylococcus aureus y el Streptococcus pyogenes, pues dependiendo de cuál intervenga la piel del niño mostrará un aspecto algo diferente. Cuando es la primera la causante, se distinguen de forma clara unas ampollas con forma redonda u ovalada que pueden llegan a alcanzar los 2 cm. En el segundo caso, aunque también se forman ampollas, estas se rompen con tanta facilidad que apenas se perciben, y lo que se aprecia son las costras de color miel que se crean tras su ruptura. El impétigo 'ampolloso' suele darse en lactantes y niños pequeños.

El impétigo puede provocar un poco de fiebreEl impétigo puede provocar un poco de fiebre

Se puede hablar también de un tipo de impétigo secundario, que es aquel que se produce a causa de una afección en la piel ya existente, como el eccema, y que provoca que esta se complique. Este tipo afecta fundamentalmente a los adultos, de igual manera que el impétigo que aparece tras sufrir una infección en el aparato respiratorio.

Qué origina el impétigo

Las bacterias que lo provocan se encuentran habitualmente en nuestra piel y nariz, solo es necesario que se produzca una herida superficial para que penetren y den lugar a esta incómoda enfermedad. Si conservas lesiones debidas a quemaduras o a la alergia a las picaduras de insectos tendrás más posibilidades de padecer esta infección en la piel, y también si eres diabético.

Los niños son propensos a sufrir todo tipo de rasguños y heridas, por eso son los principales afectados. Una vez que la enfermedad se desarrolla, esta podrá transmitirse a todos los niños con los que compartan sus juegos, y sus síntomas aparecerán entre cuatro y diez días después del contagio.

Cómo detectar el impétigo

Te resultará fácil observar en tu hijo las ampollas o costras de esta infección cutánea, pues estas se localizan fundamentalmente en la cara, sobre todo alrededor de la boca, la nariz o las orejas. También pueden aparecer en otras partes del cuerpo, como los brazos o las piernas, pero el picor te avisará. Los ganglios cercanos a las zonas afectadas pueden aparecer inflamados. Aunque se manifiesta en cualquier época del año, son los meses húmedos o calurosos los más favorables a su aparición.

Las costas o ampollas que provoca el impétigo suelen salir en la cara

Tratamiento y cura del impétigo

En la mayoría de los casos es suficiente, tras el diagnóstico, aplicar un tratamiento local para curar esta infección cutánea. Con agua templada y un jabón antibacteriano deberán ablandarse las costras para que estas se desprendan y la pomada antibiótica resulte más eficaz al ser aplicada en la cura, lo que deberá hacerse después de secar bien la piel. Este proceso tendrá que llevarse a cabo al menos tres veces al día durante una semana, o hasta que dejen de aparecer nuevas costras. Si la infección cutánea es grave o afecta a distintas zonas, será conveniente añadir al tratamiento local la toma de antibióticos por vía oral. En los dos casos, la afección deberá haber remitido a los tres días y haberse curado tras diez días de tratamiento.

La higiene es fundamental cuando se sufre impétigoLa higiene es fundamental cuando se sufre impétigo

Para que el impétigo no se extienda por otras zonas lo recomendable es usar siempre prendas de vestir limpias y cambiar la toalla cada vez que se use, así como evitar tocar la zona infectada y lavarse las manos exhaustivamente cada vez que esto suceda. Si queremos impedir que se contagie a los demás miembros de la familia, la persona que lo padece no debe compartir con ellos ropa, toallas ni otros productos de aseo -tampoco peines-, y todas las prendas que use deberán ser lavadas con agua caliente. El enfermo deberá bañarse todos los días, cubrir la zona tratada con vendas nuevas y limpiar sus cortas uñas con esmero. Las vendas usadas deberán aislarse dentro de una bolsa de plástico.

La herida producida por el impétigo se cura muy despacio, pero normalmente no deja cicatriz. La infección desaparece en la mayoría de los casos aunque suele reproducirse cuando los niños son muy pequeños.

Cómo evitar el impétigo

Mantener una buena higiene tanto en la ropa como en el aseo personal protege la piel de posibles infecciones. Asimismo es imprescindible tratar correctamente cualquier herida, que deberá lavarse con agua y jabón para posteriormente aplicar un antiséptico. Si crees que alguno de los amigos de tu hijo puede padecer esta infección en la piel procura evitar el contacto mientras se desconozca el diagnóstico.

Complicaciones

Un impétigo tratado rápidamente no suele tener complicaciones, pues estas son raras. Si la infección es severa, o no ha recibido tratamiento, podría producir en los niños una insuficiencia renal, aunque esto solo sucede en un 2% de los casos. En algunas raras ocasiones la piel queda dañada y presenta reacciones alérgicas, o puede sufrir complicaciones con afecciones como la erisipela o la escarlatina. Es habitual que esta infección cutánea reaparezca si no se ha tratado.

Lleva al niño al médico si es necesarioLleva al niño al médico si es necesario

Consejos para los padres

Procura que la piel de tu hijo permanezca sana evitando cualquier tipo de dermatitis causada por el roce de los pañales, y acude enseguida al pediatra si ves que una picadura o heridita tarda en curarse y comienza a cubrirse con una ampolla o costra de color de la miel. Si tu hijo padece eccema busca ayuda médica y trátalo sin perder tiempo. Desinfecta bien todas sus heridas y enséñale buenos hábitos de higiene, aunque dejando que el niño continúe con las actividades propias de su edad y sin transmitirle temores.

El niño afectado por impétigo debe mantener una higiene esmerada

Para evitar que tu hijo vuelva a padecer esta infección en la piel, limpia y desinfecta con especial cuidado cualquier heridita que se haga.

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