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La higiene bucal en niños y adolescentes
La higiene bucal en niños y adolescentes

PEQUEÑAS SONRISAS

La higiene bucal en niños y adolescentes

Instruir a nuestros hijos unos buenos hábitos de higiene bucal desde pequeños ayudará a que tengan unos dientes sanos toda su vida. ¿Quieres saber más?

 Los niños tienen que adquirir buenos hábitos desde pequeñosLos niños tienen que adquirir buenos hábitos desde pequeños

Es importante que los niños adquieran buenos hábitos en la higiene dental desde pequeños. Enseñarles cómo realizar la higiene de los dientes de manera correcta, conocer el uso del hilo dental o los beneficios del flúor, es una inversión en salud. Al principio necesitarán de la ayuda de un adulto pero, poco a poco irán adquiriendo independencia.

Uno de cada tres niños se cepilla los dientes menos de dos veces al día. Los padres tienen la responsabilidad de enseñar a sus hijos a cepillarse los dientes y conseguir que se convierta en un hábito diario. Gracias a una correcta higiene de los dientes, nuestros hijos tendrán una buena salud bucodental que evitará la aparición de complicaciones y enfermedades dentales en el futuro.

Importancia y beneficios de una correcta higiene dental

La higiene es una de las principales formas de cuidar nuestra salud. Por eso, dentro de la higiene diaria no debemos olvidar el cuidado de nuestra boca durante las distintas etapas de nuestra vida. Su importancia está en que nos permite mantener nuestras encías sanas, con lo que nuestros dientes se mantendrán saludables y podrán cumplir su función. Además de ser un buen método de prevención de otro tipo de enfermedades y complicaciones.

La higiene bucal es fundamental desde el primer día de vida del bebé
Una mala higiene bucal tendrá consecuencias en el futuroUna mala higiene bucal tendrá consecuencias en el futuro

Problemas derivados de una mala higiene bucal

Uno de los principales problemas es la aparición de caries, infecciones u otro tipo de enfermedad bucal, como consecuencia pueden aparecer deficiencias en la nutrición, desarrollo del lenguaje, dolor y problemas de autoestima. Malos hábitos como chuparse el dedo o morder cuerpos extraños pueden generar mala posición o desviación del paladar, generando problemas en la respiración o en el habla. Los conocidos como dientes de leche, deben cuidarse con la misma importancia que los definitivos, pues su pérdida por caries o traumas, favorece que el espacio en el cual se alinearán los definitivos se empiece a perder y sólo se recuperará mediante ortodoncia. Además las infecciones en estos dientes puede alterar la formación de los definitivos, generando dientes débiles con pigmentaciones, cavidades y manchas, haciendo que sean más propensos a las caries en la edad adulta.

La limpieza de los dientes ayuda a sostener el delicado ecosistema que existe en la cavidad bucal, conocido como placa bacteriana. Un desequilibrio en la misma favorece la aparición de periodontitis, enfermedades gingivales y pérdida prematura de piezas dentales. Existen estudios que demuestran que estas personas a la larga, tienen más posibilidades de padecer enfermedades coronarias, enfermedades intestinales, algunos tipos de cáncer y muerte prematura.

 ¿Cuándo tiene que comenzar el pequeño a lavarse los dientes?Cuándo tiene que comenzar el pequeño a lavarse los dientes?

Cuándo comenzar a lavarse los dientes

Es importante comenzar a realizar un cuidado de la boca desde antes de que salgan los dientes. Siendo un bebé y hasta la erupción de los primeros dientes, cerca del año de edad, se debe limpiar la boca y las encías del niño con una gasa humedecida en agua tras la toma de cualquier alimento o al menos una vez al día. Con la aparición de los primeros dientes, se recomienda usar un cepillo de dientes infantil humedecido en agua. Debe ser de filamentos redondos y cabezal pequeño.

Más adelante, cuando el niño aprenda a escupir, se puede comenzar a usar una pequeña cantidad de pasta de dientes, del tamaño de un guisante, sobre el cepillo, vigilando que el niño no se trague el producto. La selección de la pasta de dientes debe ser aconsejada por un profesional. En la mayoría de los casos se recomienda que la pasta dentífrica lleve flúor, que ayuda a fortalecer el esmalte dental. Los enjuagues bucales se comenzarán a introducir cuando estemos seguros de que el niño no se traga el líquido.

En la adolescencia, las dimensiones de la boca van cambiando, por lo que es conveniente cambiar el cepillo y la pasta de dientes infantil por productos para adultos. Durante toda la etapa infantil y adolescencia deben compaginarse los hábitos de higiene bucal junto con las revisiones periódicas al dentista.

El hilo dental ayuda a eliminar los restos alimenticios y la placa depositada entre los dientes en los lugares donde el cepillo de dientes no llega. Su uso se recomienda a partir de los cuatro años. A los ocho la mayoría de los niños pueden usarlo por sí mismos.

 Educa a tus hijos: enséñales a lavarse los dientesEduca a tus hijos: enséñales a lavarse los dientes

Enseña a tus hijos a cuidar sus dientes

Cerca de los dos años, cuando niño presenta la mayoría de los dientes, es un buen momento para que aprenda a cepillarse. Lo ideal es hacerlo después de las comidas, pero como mínimo se aconseja que el niño se lave los dientes tras el desayuno y antes de acostarse. Si come en el cole, puedes prepararle un kit dental divertido.

Los padres deben realizar la limpieza de la boca de los pequeños hasta que éstos sean capaces de hacerlo por sí mismo. Posteriormente será necesaria la supervisión de un adulto durante el cepillado. Lo primer es darle un buen ejemplo, si ve que sus padres se cuidan los dientes el niño recibirá el mensaje de que la salud de la boca es algo importante, y empezará a cuidarse sus diente por imitación. Todo lo que haga que facilite hacer del momento de lavarse los dientes una tarea divertida, como cepillarse los dientes junto con los adultos o permitir que elija su propio cepillo de dientes, ayudará a fomentar una higiene bucal apropiada.

Existen pastas de dientes especiales para niños

Cuando el niño es pequeño, la técnica más sencilla consiste en hacer movientes circulares sobre las caras internas y externas de los dientes, y movimientos cortos de adelante hacia atrás y viceversa. Cuando el niño sea mayor y en la adolescencia se pasará a una técnica más adulta, pues el cuidado de los dientes será ya el mismo de por vida. No olvidar cepillar la lengua y la parte interna de las mejillas. El cepillado debe durar entre dos y tres minutos, y se puede completar usando seda dental y enjuague bucal.

Con estos consejos, ¡ayuda a tu hijo a lucir su mejor sonrisa!

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