Si te divorcias y tienes hijos hay que buscar que los niños sufran lo menos posibleCuando una pareja se divorcia son numerosas las cuestiones que tienen que concretar, tales cómo repartir sus bienes (si es que no existía separación de los mismos) o la custodia de los hijos. En caso de haber tenido niños todo lo que les atañe es lo más importante del proceso de separación, desde buscar que sufran lo menos posible con el cambio que vive la familia hasta garantizar que no tendrán necesidades en el futuro.
Esto último se traduce en que los hijos vivirán con uno de sus progenitores -en España en la gran mayoría de los casos suele ser con la madre- pero el otro abandonará la casa y deberá abonar todos los meses una cantidad con la que abastecer su alimentación, educación y primeras necesidades. Esto es lo que se conoce como pensión alimenticia y motivo de fuertes discusiones entre el padre y la madre durante el divorcio, incluso después del mismo.
Para empezar en el caso de que el matrimonio se hiciera en régimen de gananciales la casa (principal, en caso de tener más de una) es para el padre que va a quedarse con la custodia de los hijos, que en la mayor parte de los casos es la madre -en ocasiones, cuando son adolescentes puede llegar a decidir con qué padre vivir. El otro será el que ha de pasar la pensión alimenticia para garantizar su manutención. La cantidad concreta depende de diversos factores tales como los gastos derivados de la crianza de los niños y el propio sueldo que tenga ese padre.
¿Cómo calcular la pensión alimenticia?
En el caso de que el divorcio sea de común acuerdo han de ser los dos padres los que determinen la cantidad de dinero que se establecerá como pensión alimenticia. En caso de que la separación haya acabado ante un juez será éste quien determine la cantidad correspondiente a la manutención.
Si no se llega a un acuerdo, un juez determinará la cantidad asignada para la pensiónPara ello tendrá en cuenta los gastos que se derivan de la crianza de los hijos de la familia: el propio alquiler/hipoteca de la casa, el colegio, la alimentación, el transporte, su vestuario, clases extraescolares, etcétera. Lo justo es que este gasto sea pagado a partes iguales entre los dos padres, aunque la cantidad puede reducirse o incrementarse en función de cuánto gane el padre que no tiene la custodia.
Ya comentamos anteriormente que el que no se queda con los hijos es el que renuncia a la casa de la familia, por lo que el juez también tiene en cuenta que la pensión alimenticia que le imponga debe ser asumible con sus gastos convencionales (su propia manutención, los gastos derivados de otra casa,...). También suele tener en cuenta si su expareja tiene un sueldo superior y puede hacerse cargo en solitario de la crianza de sus hijos por su trabajo. Pero esto no le eximirá de pagar pensión alimenticia, aunque puede ser simbólica.
La pensión alimenticia se paga todos los meses y se establece una por cada hijo. Incluso las cantidades pueden ser diferentes entre hermanos debido a que uno tenga más gastos (por ejemplo encontrarse estudiando estudios superiores a los de sus hermanos y que supongan un gasto mayor). Tanto los hijos como los padres pueden pedir la revisión de la pensión, algo que suele ocurrir según van creciendo. Los gastos que tienen de adolescentes suelen ser superiores a los que tienen los niños más pequeños.
En ocasiones un cónyuge puede tener que pagar una pensión alimenticia también a su expareja si ésta demuestra que no tiene ingresos y que tiene una dependencia económica de su antigua pareja. Esto normalmente ocurre también en el caso de la madre, dado que es habitual que fuera la mujer la que renunciara a un trabajo fuera de casa. En cualquier caso, ha de ser el juez el que determine qué pensión pagar y a cuánto asciende.
La pensión se establecerá en función de los gastos de la manutención y de los sueldos¿Hasta cuándo pagar la pensión alimenticia?
Según la ley los padres han de hacerse cargo de la manutención de sus hijos hasta que dejen de ser adolescentes y ya alcancen la mayoría de edad. Esto significa que después de un divorcio el que no tenga la custodia deberá abonar la pensión alimenticia hasta que sus hijos alcancen los 18 años.
A esto se añade el hecho de que una vez superada esa edad deben seguir haciéndolo si es que los jóvenes continúan estudiando o no tienen una independencia económica que les permita vivir sin el apoyo de sus padres. Esto quiere decir, en realidad, que la pensión alimenticia se continúa pagando hasta que el hijo tiene un trabajo y pueda ganar su propio dinero o se independiza de casa. No se tienen en cuenta empleos esporádicos o que consiga un trabajo durante las vacaciones, dado que se entiende que ese dinero no es suficiente para mantenerse.
¿Existe alguna fecha tope para dejar de pagar la pensión alimenticia a los jóvenes? En realidad no se ha determinado ninguna edad a la que un padre pueda dejar de pagar la pensión a su hijo mientras cumpla con el requisito de no ser independiente económicamente. Debido al hecho de que cada vez más tarde los jóvenes acceden al mercado laboral y abandonan la casa de la familia existen numerosos litigios entre hijos y padres que pretenden rescindir la pensión dado que los jóvenes han alcanzado la treintena.
¿Qué pasa si no se pasa la pensión?
En prácticamente cualquier divorcio es un juez el que determina que el padre que ya no vive en casa ha de pasar una pensión alimenticia a sus hijos y en caso de una separación amistosa el acuerdo está registrado. De no cumplirlo, en cualquier de los casos, se puede recurrir a la vía judicial para reclamar al progenitor el pago del dinero de manutención.
Que el hijo no quiera cumplir con las visitas no es motivo para no pagar la pensiónEl padre puede dejar de pagar estos gastos de manutención una vez que el juez lo determine y se demuestre que el hijo es independiente económicamente. De cualquier modo el progenitor no puede decidir rescindir este pago de manera unilateral, aunque sí puede llegar a un acuerdo con sus hijos, o con su expareja en el caso de que los niños fueran menores de edad.
Las reclamaciones, un tema espinoso
El pago de la pensión es una obligación del padre que ya no vive en casa mientras que el otro tiene la obligación de permitir que se cumplan las visitas pactadas por el juez. Ambas cuestiones suelen ser el motivo de bronca entre los excónyuges y que se puede agravar cuando los hijos se convierten en adolescentes y no quieren cumplir con las visitas.
El hecho de que ellos no lo hagan o pretendan dejar de hacerlo no es motivo para que el padre deje de pagar la pensión alimenticia de sus hijos. Llegado el caso lo que debe hacer es acudir a la vía judicial para denunciar que no se está cumpliendo el régimen establecido y sea el juez el que lo reclame a la expareja, responsable de que se cumpla.