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5 falsos mitos sobre la leche de fórmula
5 falsos mitos sobre la leche de fórmula

BIBERÓN

5 falsos mitos sobre la leche de fórmula

Aunque se potencia la leche materna para alimentar al bebé, la leche de fórmula no es una opción menos buena para nuestros hijos.

La mayoría de las madres son partidarias de dar el pecho a su bebé, pero no todas pueden hacerlo. Existen múltiples situaciones por las que una mujer puede acabar decidiendo no dar el pecho a su bebé y opta por la leche de fórmula, entre ellas encontramos casos en los que la madre no tenga suficiente cantidad de leche, que no pueda amamantar por cuestiones médicas o porque decidan no dar el pecho a su bebé.

Las madres no deben preocuparse ya que la leche de fórmula es una alternativa muy saludable que aporta al bebé los nutrientes necesarios para su crecimiento. Y es que se escuchamos mucho que lo mejor es dar el pecho, pero esto no tiene que ser así en todos los casos, por eso vamos a desmentir muchos mitos que existen sobre la leche de fórmula.

1. La leche de fórmula no proporciona los mismos nutrientes que la materna

Eso es lo que habitualmente escuchamos, ya que es algo que se ha ido implementando con el tiempo como una realidad.

Y aunque es cierto que no son iguales, ni aportan lo mismo, no por ello la leche materna es mejor que la de fórmula. Por una lado, la leche materna se va adaptando a las diferentes necesidades del bebé durante sus fases de desarrollo, e incluso contiene anticuerpos que protegen al bebé de futuras alergias o enfermedades . Mientras, que por otro, la leche de fórmula contiene aceites vegetales, carbohidratos y las vitaminas y minerales necesarios que aseguran un buen crecimiento del bebé.

De hecho, cada día más la leche de fórmula se ha adaptado a los nutrientes necesarios para el crecimiento del bebé y están muy cerca de parecerse a la leche materna. La de fórmula, como ejemplo, contiene ácidos grasos omega 3 DHA como la materna, que ayuda en el desarrollo cerebral y nervioso del bebé. Además, estas leches también incorporan como complemento vitaminas y minerales que no se encuentran en la leche materna la vitamina D o el hierro.

La leche de fórmula se hace a partir de leche de vaca, adaptándola al organismo del bebéLa leche de fórmula se hace a partir de leche de vaca, adaptándola al organismo del bebé

En estos casos hay un problema de información. La leche de vaca por sí sola no se considera buena para el bebé en su primer año de vida ya que tiene un alto contenido de nutrientes que el organismo del bebé no digiere bien. Contiene mucho potasio y sodio y no aporta las cantidades suficientes de hierro, zinc y ácidos grasos esenciales.

Pero, en cambio, la de fórmula está hecha a base de leche de vaca, que es diferente. Esta leche de vaca se modifica para que resulte apta para el bebé. Esto permite que se adapte a las necesidades del bebé, proporcionándole los nutrientes esenciales sin que tengan que desarrollar ninguna alergia a la proteína de la leche.

Si no queremos darle leche de vaca a nuestro bebé, o es sensible a la leche de vaca o intolerante a la lactosa, siempre podemos optar por otras opciones: como la leche de fórmula hecha a base de soja o hidrolizada.

3. La leche de fórmula con hierro produce estreñimiento

Es uno de los mitos más escuchado, el de que la leche de fórmula con hierro produce estreñimiento.

El estreñimiento no está relacionado con el tipo de lactancia

Si crees que tu bebé padece de estreñimiento, hay que tener en cuenta los hábitos del pequeño. Tiene mucho que ver todo lo que el bebé coma o lo activo que sea. Y es que cuando a un bebé se le da el pecho no tiene un número de evacuaciones determinado, mientras si está tomando leche de fórmula lo normal es que evacue al menos una vez al día ya que esta es más difícil de digerir que la leche materna.

El hecho de que la leche de fórmula contenga más o menos hierro no es la consecuencia de que tu bebé sufra de estreñimiento, eso son mitos. Si crees que tu bebé sufre de estreñimiento deberás vigilar sus deposiciones, si son muy duras y secas y si son menos frecuentes de lo normal.

4. Si alimento a mi hijo con leche de fórmula será menos inteligente que el que está alimentado con leche materna

Ningún médico duda de que la mejor opción es dar el pecho a tu bebé, y que la leche materna tiene beneficios que la de fórmula no puede proporcionar al desarrollo del bebé, como en el caso de las defensas.

No todas las madres quieren ni pueden dar el pecho al bebéNo todas las madres quieren ni pueden dar el pecho al bebé

Es verdad que muchos estudios han revelado que la lactancia materna durante los primeros meses de vida puede hacer que el niño se desarrolle más rápidamente, tanto intelectual como lingüísticamente, que aquellos que han sido alimentados con leche de fórmula.

Sin embargo, en los estudios realizados no se ha encontrado relación ninguna entre la alimentación con leche materna y la capacidad de aprendizaje y la memoria.

De ahí que, aunque no se puede negar el beneficio que la leche materna tiene sobre el bebé, hay que tener en cuenta otros factores sociales y económicos de la familia, e incluso la alimentación de la madre durante el embarazo son importantes a la hora del futuro desarrollo del niño.

5. Los bebés alimentados con leche de fórmula se despiertan menos por la noche

Como hemos dicho anteriormente, la leche de fórmula es más difícil de digerir para los bebés. Por el contrario, la leche materna al contener más suero es más fácil de tragar para un bebé y de digerir.

Por esto es por lo que se tiene esa creencia o ese mitos de que la leche de fórmula, al ser más difícil de digerir y de tragar, va a saciar más al bebé y podrá aguantar más horas durmiendo.

Cada bebé tiene sus propias necesidades calóricas y sus propios patrones de sueño. Puede que un niño necesite comer más veces al día que otro, aunque tome leche de fórmula o leche materna. Que lo alimentes con una u otra leche no tiene nada que ver.

En muchos casos incluso puede que cuando el bebé se despierta en mitad de la noche sea porque se siente solo y quiere sentir a la madre cerca, y no tenga nada que ver con que tenga hambre. Y es que hasta los 2 años no se regulariza el sueño de los bebés.

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