Un embarazo ectópico es aquel en el que la implantación del embrión se da fuera del útero, por eso se le denomina extrauterino, y es importante detectarlo de manera temprana, ya que es potencialmente peligroso para la mujer.
Proceso de fecundación
En un embarazo normal, una vez que los espermatozoides se encuentran en el interior de la vagina, ascienden hasta llegar a las trompas de Falopio. Si la mujer está pasando por sus días fértiles, al llegar allí se encontrarán con el óvulo y se producirá la fecundación si uno de ellos penetra dentro de él, dando lugar a lo que conocemos como cigoto.
Esta célula comienza a dividirse rápidamente transformándose en un embrión. Mientras tanto, va desplazándose a lo largo de la trompa de Falopio hacia el útero.
No olvidemos que el embrión a su vez sigue dividiéndose y es cuando llega a un estado denominado blastocito cuando ya puede implantarse en el endometrio o matriz del útero.
Esta implantación sucede en torno a una semana después de haberse producido la fecundación Esta implantación sucede en torno a una semana después de haberse producido la fecundación y tienen que darse una serie de condiciones necesarias:
- El embrión se debe haber desplazado hacia el útero.
- El endometrio debe estar receptivo para esta implantación. Para ello el ambiente hormonal debe ser el adecuado.
- Las moléculas producidas tanto por el embrión como por el endometrio deben haber interactuado correctamente.
La implantación sucede en varias fases. Primero hay una aproximación del embrión sobre el tejido del endometrio del útero, después busca el lugar de contacto adecuado para posteriormente adherirse hasta invadir el endometrio por completo. Una vez que se ha producido la implantación, los tests de embarazo pueden tener ya resultado positivo.
Este proceso que parece sumamente complejo se da con total normalidad en la mayoría de ocasiones. Sin embargo, en algunas ocasiones puede surgir una dificultad que conocemos como embarazo ectópico.
Embarazo ectópico
En el embarazo ectópico, el espermatozoide fecunda al óvulo y se forma en cigoto que se sigue dividiendo hasta convertirse en embrión. Hasta ahí, el proceso se da con normalidad tal y como antes hemos explicado.
Sin embargo, el problema se da porque el embrión no llega a implantarse en la matriz del útero y se da así un embarazo extrauterino. Puede hacerlo en un ovario, en el abdomen o en el cuello uterino, pero lo más habitual es que lo haga en la propia trompa de Falopio.
¿Por qué se produce?
Como antes hemos mencionado, tienen que darse una serie de requisitos necesarios para que el embrión se implante en el útero, que no se cumplen en casos de embarazo extrauterino. Otras causas que pueden aumentar el riesgo de sufrir un embarazo ectópico son:
-Padecer algún defecto congénito en las trompas de Falopio.
- Tener algún tipo de cicatriz causada por cirugías previas en esa zona o intervenciones sobre las trompas.
- Infecciones que ocasionan la inflamación de las trompas.
- Ser mayor de 35 años.
- Quedarse embarazada mientras se utilizaba un disipositivo intrauterino (DIU).
En algunos casos, no se identifica la causa, aunque parece estar claro que la influencia del componente hormonal es importante y que hay mayor probabilidad de sufrir un embarazo ectópico si se ha tenido otro con anterioridad.
¿Qué se debe hacer?
El embarazo extrauterino no puede llegar a término y es potencialmente peligroso para la madres. La manera de detectar el embarazo ectópico es a través de los síntomas característicos, ante los cuales la mujer debe acudir al médico rápidamente. Estos síntomas pueden ser:
- Los primeros síntomas característicos de embarazo: Sensibilidad o molestias en las mamas, náuseas, vómitos, fatiga u orinar más que de costumbre.
- Ausencia del período menstrual o un periodo extremadamente largo.
- Dolor en la pelvis, el abdomen, en la zona lumbar o incluso en otras partes del cuerpo como consecuencia de una posible lesión en las trompas de Falopio o donde se haya dado la implantación
- Hipotensión, mareos o dolor en la zona lumbar
Para hacer el diagnóstico se suele recurrir a análisis de sangre para valorar los niveles hormonales y a ecografías, aunque es difícil hacer un diagnóstico antes de las primeras cinco semanas tras la fecundación.
Si la mujer se encuentra en un momento más avanzado del embarazo, habrá que optar por la operación quirúrgica¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento dependerá del momento en el que se detecte el embarazo extrauterino.
Si se detecta de manera temprana, bastará con una inyección que detenga el crecimiento del embrión.
Si la mujer se encuentra en un momento más avanzado del embarazo, habrá que optar por la operación quirúrgica. Antiguamente esta operación era mucho más aparatosa, generando más secuelas y consecuencias para la mujer. Hoy en día, a no ser que el embarazo esté muy avanzado o que haya complicaciones adicionales, se suele optar por una operación menos agresiva, como la laparoscopia.
Así se evitan cortes grandes y se hace solo una pequeña incisión en la parte baja del abdomen. El cirujano, guiándose por una cámara trata de extraer solamente el tejido ectópico y de reparar el daño causado sobre el órgano donde se ha producido la implantación incorrecta.
¿Cuáles son las consecuencias?
Las consecuencias tras la operación serán muy variables.En primer lugar, dependerá del grado de agresividad de la intervención realizada y de los órganos que se hayan tenido que extirpar. También dependerá de la situación previa de la mujer y sus opciones de fertilidad.