Aunque sean edades muy tempranas, a veces no tenemos otro remedio que llevar a nuestro hijo a una guarderíaLa elección de las guarderías para niños de 0 a 3 años es algo realmente importante, ya que no buscamos lugares de juegos para niños, sino un centro educador. Por ello, se recomienza hacer un análisis sobre las guarderías que nos interesan, teniendo en cuenta los criterios generales de atención al niño, la educación que se imparte y la comodidad.
Algunas familias ven negativo el llevar a los niños a guarderías desde una edad tan temprana, pero se entiende perfectamente debido a las condiciones laborales actuales. A veces, no queda otra opción, y no podemos estar siempre tirando de los abuelos. Además, el dejarlos en una guardería te asegura que estarán realizando actividades y desarrollando sus capacidades diariamente. El único contra que hay por llevar al bebé antes del año es el riesgo de infecciones. Por eso, es recomendable que si ya has encontrado la guardería ideal para tu hijo, comiences a llevarlo a partir de primavera (así disminuirá el riesgo de contagio por enfermedades en los meses invernales). De todas formas, si se tiene otra opción, la edad ideal para llevar a los niños a la guardería es a partir de los 18 meses.
1. Conocer el lugar y sus responsables
Para valorar la calidad de una guardería lo primero es hablar con los responsables del centro de tu elección. Fíate de tu intuición y de lo que te inspiren los profesores. Además, si tienes la oportunidad de hablar con otros padres, podrás tener feedback sobre los pros y los contras del centro.
Por otra parte, es necesario que examines las instalaciones con atención, para valorar no sólo la limpieza, sino también el volumen de niños que hay (la proporción debe ser un cuidador por cada siete niños). Cuanto menos niños haya mejor, aunque probablemente eso influirá en el precio de la guardería, ya que los niños recibirán más cuidados.
Resulta útil conocer espacio físico donde van a estar los niños2. Seguridad y prevención de accidentes
Pregunta cada cuánto se limpian los juguetes y qué método de desinfección utilizan. Además, también es importante saber cada cuanto se reponen y en qué estado de conservación están.
Por otra parte, la seguridad es un básico, por lo que fíjate en los sistemas de prevención de accidentes para niños de 0 a 3 años: enchufes de seguridad, limitadores de la temperatura del agua, protecciones en puertas, escaleras y ventanas, y dispositivos que impidan el acceso a la cocina, botiquín y armario de productos de limpieza.
3. Las actividades
Otro punto importante son las actividades que se realizan diariamente. Los niños deberían estar separados por edades para adaptar los juegos a su desarrollo. En la mayoría de centros pueden pedirse informes sobre el niño, así que no dudes en preguntarlo si te interesa, es tu elección.
4. Las comidas
Por último, el equilibrio nutricional de los menús es un must. El control sanitario es básico y recuerda que tienes derecho a que te enseñen todo lo que pidas, ya que la nutrición en los niños de 0 a 3 años es realmente importante.
¡Que no se te olvide preguntar obviedades! Debes tener en cuenta que los horarios, los periodos vacacionales y las horas extras se adapten a tu modo de vida y a tu actividad laboral, ya que es algo básico a contemplar para tu elección final.
Es importante conocer las actividades que realizan y también las comidas que puedan dar a nuestro hijo¿Y qué opinan los expertos sobre llevar a los niños niños de 0 a 3 años a la guardería?
No hay muchos estudios al respecto, pero sin duda podemos destacar el NICHD STUDY of Early Child care and Youth Development. Sin duda, este estudio es uno de los más completos que podemos encontrar y se centra en las características de los niños cuidados en guarderías. El estudio comenta que la influencia positiva de la guardería es evidente: las escuelas infantiles de calidad promocionaban las habilidades sociales y académicas de los niños antes de que inicien su etapa escolar.
El estudio concluye que colocar a los niños en un centro de cuidados infantiles de calidad promedio durante muchas horas sí parece asociarse con algún riesgo (aunque muy moderado) del desarrollo, especialmente con respecto a la relación madre-hijo, pero que por otro lado, favorece el desarrollo lingüístico cognitivo. Sin embargo, todo esto es relativo ya que depende de la estructura familiar y los cuidados que se tengan en casa.