Tras el parto no debemos realizar esfuerzos ni cagar peso para no ejercer presión en la zona del perineoEl perineo, periné o suelo pélvico, es la zona que formada por capas de músculos y tejidos, se ubica entre la vulva y el borde del ano. A simple vista se trata de un puente cutáneo entre éstas dos zonas, pero es una zona fibrosa que sirve de soporte para los órganos genitales internos, de ahí su importancia en el parto, ya que puede rasgarse al dar a luz.
Qué es una episiotomía
El parto vaginal provoca mucha presión en el perineo, y es porque debe estirarse para dar salida a la cabeza del bebé. Por ello, es posible que durante el parto se lleve a cabo una episiotomía, que se trata de una cirugía menor, una incisión en la zona del perineo que se lleva a cabo con el fin de ampliar el canal, ensanchar la apertura de la vagina para facilitar el parto.
En ocasiones la laceración o desgarro de la zona del perineo se da por sí solo durante el parto vaginal. Tanto en el caso de las laceraciones perineales como en las episiotomías, son necesarios los puntos de sutura con el fin de reparar la zona y que se cicatrice de manera correcta.
El llevar a cabo una episiotomía lo decidirá la matrona o el obstetra en el momento del parto, cuando comienza la fase expulsiva, es decir, cuando la cabeza del bebé comienza a ser visible o alcanzamos el máximo de dilatación. Cuando se realiza la episiotomía, se consiguen hasta 3 centímetros más de apertura vaginal. Se llevará a cabo la incisión dependiendo de la flexibilidad del perineo, si no existe mucha flexibilidad en esa zona tenemos más posibilidades de sufrir un desgarro vaginal.
Los cuidados del perineo tras el parte se intensifican si nos han realizado una episiotomíaTambién es posible que durante el parto vaginal no hayamos sufrido desgarro o no fuera necesaria una episiotomía. Aún así, podemos notar la zona del perineo hinchada o dolorida en el posparto y debemos llevar a cabo cuidados que favorezcan su recuperación.
Cómo cuidar la zona del perineo y reducir las molestias
Los cuidados en el perineo se deben siempre realizar con mucha precaución y de manera delicada, sea cual sea nuestra situación posparto, es decir, tanto si ha sido un parto vaginal o por cesárea, como si han sido necesarios los puntos o no, los cuidados son fundamentales como parte de nuestra higiene y recuperación física posparto.
- Después del parto, se pueden aplicar compresas frías. Podemos aplicar con cuidado hielo, rodeándolo con un paño grueso o toalla, para evitar molestias y daños en la piel, y también que mojemos los puntos. Esto nos ayudara a mitigar el dolor y a reducir la inflamación de la zona, pero no debemos prolongar la aplicación de hielo más de 10 minutos seguidos. Para darnos baños calientes, deberemos esperar al menos 24 horas tras el parto.
- Siempre debemos tener las manos limpias antes de comenzar a asear la zona del perineo.
- Es fundamental mantener la zona limpia. Debemos ducharnos diariamente, y prestar atención y ser cuidadosas con nuestros genitales externos. Podemos utilizar nuestro gel de ducha o jabón habitual, o decantarnos por uno específico para la higiene íntima femenina, prestando especial atención a los puntos posparto. También debemos ser minuciosas y delicadas a la hora de aclararnos, ya que si dejamos restos de jabón, pueden irritar la piel y sentir una mayor molestia.
- Después de usar el baño, debemos tener precaución al usar el papel higiénico, siempre limpiarnos de delante hacia atrás, y dando pequeños toques para no irritar la zona con puntos. De esta manera evitaremos infecciones. Tras las deposiciones lo mejor sería lavar la zona con agua y jabón, siempre con mucho cuidado, y dando pequeños toques con la toalla para secarnos. Llevando a cabo esta rutina evitaremos posibles infecciones en la herida.
- No debemos obsesionarnos con la higiene en la zona del perineo y excedernos, ya que nuestro cuerpo tiene sus propias defensas naturales y podríamos terminar padeciendo una infección vaginal.
- Es preferible utilizar ropa interior de algodón, evitar las fibras sintéticas y no utilizar tangas. Una opción recomendable es usar bragas desechables los primeros días.
- Debemos utilizar compresas, existen compresas posparto, llamadas compresas tocológicas, que están hechas de algodón y sin plásticos, que ayudarán también a que la zona transpire. Debemos cambiar la compresa tantas veces sea necesario para que la zona del perineo se mantenga lo más seca posible, ya que favorecerá la cicatrización.
- A la hora de sentarnos, debemos evitar usar un flotador, así impediremos que los puntos se abran, aunque en principio nos pueda resultar contradictorio, es preferible sentarnos en superficies duras. Para evitar molestias, lo mejor es contraer las nalgas al sentarse y pegar la espalda al respaldo de la silla. De esta manera, los glúteos amortiguarán y evitaremos la tensión en la herida del perineo.
- Es recomendable tomar alimentos con alto contenido en fibra y beber muchos líquidos en el posparto. De esta manera evitaremos el estreñimiento y forzar y notar molestias en el perineo cuando vayamos al baño.
- Para favorecer la cicatrización, cuando presentemos menos sangrado, podemos colocar una toalla o empapador en el colchón y tumbarnos, para tener un rato la zona perineal al aire.
Debemos tener precaución al ir al baño y evitar el estreñimiento tomando fibra y agua- Hay que evitar forzar o presionar la zona del perineo, de tal manera, que debemos evitar coger pesos o saltar. También podemos aliviar las molestias tumbándonos de lado y no permaneciendo sentadas mucho tiempo.
- Es importante descansar para recuperarnos, cada mujer tiene su periodo de recuperación, tomarse un tiempo para volver a las actividades del día a día, y no realizar acciones que puedan abrir los puntos de sutura. También es importante, además de los demás cuidados, esperar al menos 6 semanas antes de mantener relaciones sexuales, para darle tiempo a la zona para recuperarse por completo, así como posponer el uso de tampones.
- Uno de los ejercicios más adecuados en el posparto, es salir a pasear. Es beneficioso tanto para la madre como para el bebé. Caminar mejorará nuestra circulación y además no repercute en la zona del perineo. Así mismo favorecerá que quememos calorías.
¿Cuándo debo preocuparme?
Como ya dijimos el periodo de cicatrización siempre varía de unas personas a otras, lo normal es que tardemos un periodo de cuatro a seis semanas. Es recomendable que, además de llevar a cabo las rutinas de cuidados del perineo en el posparto, observemos con un espejo la zona, así podremos comprobar cómo va el proceso de cicatrización y cura y observaremos la aparición de posibles complicaciones. Debemos cuidarnos y estar atentas, y acudir a nuestro médico ante distintas situaciones:
- Es normal que la madre tenga un sangrado similar a la regla, con diferencia fundamental de que en este caso, durará más días. El color de la sangre debe ser rojo, el olor similar al de la menstruación, y podemos presentar coágulos en el manchado. Si notamos que el sangrado es continuo, varía el olor, presentamos dolor en el vientre o los coágulos superan el tamaño de un limón, nos sentimos débiles o mareadas, debemos acudir inmediatamente al médico.
- Podemos notar que nuestra temperatura es algo mayor, debido a la bajada de leche, pero debemos preocuparnos si esta fiebre persiste más de un día o supera los 39 grados.
- También es normal sentir dolor en el vientre los 5 primeros días debido a que el útero está volviendo a su tamaño natural. Si persiste, debemos ir al médico.
- Si no podemos ir al baño durante 4 días.
- Si la herida del perineo parece abrirse.
Es imprescindible que descansemos todo lo posible, que no desatendamos nuestra rutina de higiene y cuidados, y tengamos paciencia en nuestra recuperación. Nuestro médico nos indicará que calmantes y en qué dosis podemos tomar para aliviar los dolores y molestias. No debemos tener reparos en consultar cualquier duda y acudir inmediatamente al centro de salud en caso de que nos encontremos mal.