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Cuidado del prepucio y los genitales en el bebé
Cuidado del prepucio y los genitales en el bebé

PREPUCIO

Cuidado del prepucio y los genitales en el bebé

El prepucio del recién nacido no se puede retraer porque eso causaría dolor y podría derivar en problemas de fimosis.

Cuando cualquier persona conoce la paternidad en su propia carne ve en ello una ilusión realizada, un sueño cumplido de poder crear una familia a través de un nuevo eslabón añadido que es el bebé que acaba de llegar al mundo. Este bebé cambia por completo la forma de vida de aquella persona que se ha convertido en padre. Aún así, para muchas tareas del bebé, antes de su nacimiento es posible que hayan acudido a cursos preparto donde, entre otras cosas, les enseñan todo lo que deben saber sobre la higiene de un bebé y cómo ha de ser la limpieza de los genitales de éste.

No debemos retraer el prepucio del bebé para evitar dolor y problemas de fimosisNo debemos retraer el prepucio del bebé para evitar dolor y problemas de fimosis

Ya sea por experiencia propia o por la forma que tienen, para una mujer siempre es mucho más fácil entender cómo limpiar los genitales de un bebé niña que de un bebé niño, aun así, hay unas reglas básicas que en el caso de la higiene de ambos no varían. Para limpiar bien a un bebé hay que seguir los siguientes pasos:

- En primer lugar, se coloca una toalla en una superficie plana y lo más confortable posible para la colocación del bebé y la posición de la persona que le vaya a limpiar.

- A continuación, con toallitas especiales para niños o gasas empapadas en agua, se va limpiando al bebé siempre desde el el ombligo hacia el ano. Con esto se consigue que los gérmenes, suciedad y demás que pueda haber en el pañal no entren en contacto con partes sensibles de nuestro bebé. Estas toallitas han de ser especiales y nunca han de tener entre sus componentes alcohol.

- Después, se seca la piel del recién nacido. Ha de hacerse poco a podo y sin frotar. Con una toalla seca se va presionando por toda la zona hasta que quede completamente seca.

- Por último, para evitar la irritación, se aplica una crema hidratante que hidrate la piel del bebé para que no haya ningún tipo de problema.

Estos son los pasos a seguir en la higiene de cualquier bebé, pero hay que tener en cuenta que no es lo mismo limpiar una vagina que un pene, por lo tanto hay ciertos aspectos a tener en cuenta.

La piel del bebé es delicada, así que tenemos que secarle con cuidadoLa piel del bebé es delicada, así que tenemos que secarle con cuidado

Higiene de un bebé niño

Si nuestro bebé es un niño, debemos seguir todos los pasos de higiene anteriormente explicados, pero además tener en cuenta otros detalles. Por ejemplo, es normal que orinen cuando se les está retirando el pañal, por lo que lo recomendable sería sujetar el pañal unos segundos más para que no haya ningún problema.

La cosa se complica cuando toca lavar el pene del bebé. Cuando nacen, los niños tienen un pene que mide como mucho 4 cm de largo y que alcanza un máximo de 2 cm de grosor y tiene un color escuro al igual que los testículos. En lo que se refiere al pene, tiene el prepucio totalmente adherido al glande, por lo que se hace imposible retraerlo.

Mientras son bebés, el prepucio no debería ser forzado a retraerse ni por razones de higiene. La razón por la cual el prepucio del bebé está en esa posición es porque sirve de protección al glande contra las infecciones que pudiera contraer a través de las propias heces que expulsa el bebé. La mayoría de los niños pueden empezar a retraer el prepucio a partir de los tres años y hasta la adolescencia de manera totalmente natural. En el caso de que sea algo forzado, puede causar dolor intenso, sangrado, heridas, además de lesiones y cicatrices que a la larga pueden hacer que el niño tenga que ser intervenido de fimosis.

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