Existen varios tipos de trastornos que pueden aparecer tras el partoMuchos estaremos de acuerdo en que aún hoy en día ir al psicólogo supone mucho recelo, tanto para la persona que acude como para sus allegados. Mientras que ir al médico, al fisioterapeuta, al logopeda o a cualquier otro profesional de la salud está perfectamente aceptado y nadie tiene pudor en recocer que acude a cualquiera de ellos, reconocer que uno va al psicólogo inspira cierto temor. También muchos estaremos de acuerdo en que esto no debería de ser así.
Los trastornos mentales (teniendo en cuenta que no siempre que se acude a un psicólogo necesariamente se sufre un trastorno mental) son un gran tabú. De entre todos ellos, la depresión es uno de los trastornos que más recelo genera o que más cuesta de reconocer. Y, de entre todos los tipos de depresión, la depresión posparto es la que más tabú suele suscitar.
La depresión posparto es real
No es ninguna tontería, como muchos se empeñarán en afirmar ("eso es algo de hoy en día que los psicólogos se inventan..."). La depresión posparto es una realidad que afecta a muchas mujeres.
Algunos profesionales clasifican la depresión posparto distinguiendo tres tipos de trastornos diferentes:
- Depresión Posnatal:
Por una parte mencionarían la depresión posnatal, también denominada posparto leve o depresión puerperal. Se estima que ésta afecta en torno al 80% de las mujeres y se presenta a través de síntomas como ligera tristeza, ansiedad, irritabilidad o llanto de fácil aparición. Está muy asociada las causas puramente hormonales y remite espontáneamente en torno a la cuarta semana tras el nacimiento.
- Depresión Mayor Posparto:
Estos profesionales se refieren a la depresión posparto propiamente dicha como Depresión Mayor Posparto, pudiendo darse entre la cuarta o la trigésima semana tras el parto, siendo los síntomas más graves que en el caso anterior y requiriendo tratamiento para su resolución.
- Psicosis Posparto:
Por último y como caso más grave, definen la Psicosis Posparto, que afectaría a una de entre cuatro mil mujeres. En este caso, además de los síntomas propios de la depresión posparto, se darían alucinaciones, comportamiento bipolar, ideaciones suicidas o intentos de dañar al bebé.
Las causas podrían ser una mezcla de factores hormonales y psicológicos
Factores de riesgo para desarrollar depresión posparto
Se considera que existen una serie de factores de riesgo para sufrir la depresión posparto:
- Que la mujer sea joven, menor de veinte años.
- Que el embarazo no fuera deseado o tuviera dudas sobre la conveniencia de llevarlo a término.
- Que la mujer sea madre primeriza.
- Que en su entorno no cuente con apoyo social, familiar o no tenga pareja.
- Que se den problemas económicos o laborales.
- Que la mujer o algún familiar directo hayan tenido antecedentes de depresión, trastornos de ansiedad o trastorno bipolar.
- Que durante el embarazo o poco después del parto reciba una mala noticia o se de algún tipo de acontecimiento desagradable o traumático.
- Que la mujer sea consumidora de sustancias.
- Que el bebé haya podido sufrir algún tipo de daño durante el embarazo o presente un síndrome genético o una discapacidad.
La depresión posparto tiene muchos puntos en común con la depresión que pueda tener otra personaSin embargo, como suele pasar en este tipo de trastornos, tan sólo hablamos de factores de riesgo. Una mujer que presente una o varias de estas características no necesariamente sufrirá una depresión posparto así como una que no encaje en este perfil no está exenta del riesgo de presentarla.
La depresión posparto no se diferencia en exceso de otro tipo de depresión
Sin embargo, como decíamos al inicio, la depresión posparto tiende a ser aún más ocultada, por los evidentes sentimientos de culpabilidad que genera en la mujer. La principal característica es la presencia de una profunda tristeza. Esta tristeza que invade a la mujer hace que pierda el interés por todo aquello que le rodea y que no sienta placer o interés por nada, lo que en psicología se conoce como anhedonia. Es cierto que estos sentimientos a menudo se dan en las semanas siguientes al parto, pero suelen resolverse sin mayor problema poco después y sin necesidad de tratamiento. Es lo que se conoce como depresión puerperal. Sin embargo, la depresión posparto va más allá.
La mujer, invadida por esa intensa tristeza, reduce cada vez más sus actividades, se vuelve retraída, pierde el apetito y tiene problemas de sueño. Hasta ahí nada muy diferente a otra depresión.
Pero, la mujer con depresión posparto pierde la capacidad de cuidar adecuadamente de su bebé. A la tristeza se suman la ansiedad, las dudas, los miedos y en su forma más grave puede incluso a sentir la necesidad de dañarse a sí misma o incluso a su bebé.
La madre con depresión posparto pierde la capacidad de cuidar bien de su bebé
¿Podemos evitar la depresión posparto?
Al no existir una causa exacta tampoco existe un remedio infalible para prevenirla. Sin embargo, sí hay una serie de recomendaciones que ayudan a que la depresión postparto no se manifieste, se mitigue si ya se ha producido o que, en cualquier caso, pueden ser pautas beneficiosas para cualquier madre que acaba de vivir el nacimiento de su hijo.
- Aunque el nacimiento de un hijo conlleva una profunda responsabilidad y el bebé pasa a ser el centro de atención, los padres deben seguir cuidando de sí mismos. Una mujer que acaba de dar a luz no debería descuidar su físico o su imagen. Debe intentar sentirse feliz consigo misma y aprender a aceptar los cambios en su cuerpo.
- La mujer no debe olvidar por completo su vida social y familiar. Aunque el bebé pase a ser su mayor foco de atención e interés, no debería descuidar sus relaciones sociales, si no que debería poder seguir viendo a su familia y a sus seres queridos, quedar con sus amigos o hacer planes en pareja. Aunque estas salidas se reduzcan, contar con un apoyo familiar ayudará a que la mujer no se desligue por completo de su vida previa al nacimiento de su hijo.
- Tampoco debe descuidar su salud. Pese a que los horarios sean ahora cambiantes y variables y las noches complicadas, debe intentar dormir el mayor número de horas posible, mantener una buena alimentación y hacerse los chequeos médicos necesarios.
- No debe encerrarse en casa con su bebé. Salir a la calle es beneficioso para ambos y simplemente con dar un paseo ayudará a la madre a despejar sus ideas y hacer algo de ejercicio.
Ante la depresión debemos pedir ayuda a un profesional y ante todo apoyar a la madrePero, sobre todo, ni la madre ni sus personas cercanas deben subestimar los síntomas de la depresión postparto que ya hemos comentado. Es básico reconocerlos de forma precoz para poder pedir ayuda e iniciar un tratamiento antes de que los síntomas empeoren y el trastorno se agrave. La relación de pareja cambia de forma normal con la llegada de un bebé y estos cambios son evidentemente más difíciles si la madre sufre depresión postparto. Es básico también que la pareja se implique en buscar una solución y que la madre no se vea juzgada o cuestionada.
Por eso, acudir al psicólogo, al ginecólogo o a la comadrona desde un primer momento para pedir ayuda y consejo es básico. Ellos les orientarán a la hora de derivarle al profesional adecuado y establecer un diagnóstico y posterior tratamiento. El tratamiento de referencia en estos casos en la terapia psicológica, generalmente de corte cognitivo conductual, que puede ir también acompañada de psicofármacos. Es básico valorar cada caso individualmente de cara a iniciar el tratamiento. Una vez superado el trastorno, debe hacerse un seguimiento, especialmente si la mujer vuelve a quedarse embarazada.
Es importante saber reconocer y aceptar la existencia del trastorno y darle su merecida importancia para poder prevenir males mayores de cara a que la mujer pueda disfrutar de su bebé y de su experiencia como madre.