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Cómo explicar a un niño que su padre o su madre está en la cárcel
Cómo explicar a un niño que su padre o su madre está en la cárcel

FAMILIAR EN PRISIÓN

Cómo explicar a un niño que su padre o su madre está en la cárcel

La entrada en prisión de uno de los progenitores es una situación dolorosa y complicada para los hijos, especialmente cuando éstos sin niños y además de sufrir la separación no comprenden los motivos de esta ausencia.

Para los niños es difícil de entender la situación y la ausencia del progenitorPara los niños es difícil de entender la situación y la ausencia del progenitor

Cuando un familiar ingresa en prisión es una situación muy difícil para el resto de la familia. Además de todo el malestar que produce todo el proceso judicial, la incertidumbre ante la sentencia y el hecho de que un ser querido haya quebrantado las leyes, cuando llega el momento de la separación se produce una ruptura muy grande con la vida habitual. Los adultos entienden perfectamente la situación y sufren por ello, pero los niños no comprenden por qué uno de sus padres abandona el hogar repentinamente, además el vínculo que tiene un niño con sus padres es muy fuerte. En Bekia os queremos dar una serie de consejos avalados por psicólogos que nos ayudarán a explicar al hijo o hijos de la persona que está en la cárcel la situación que se está dando y cómo enfrentarse a esta ausencia.

Las diferentes cuestiones que debemos explicar al niño

La primera pregunta que el niño hará es "¿Dónde está?". Dependiendo de cómo haya sido la detención y el proceso de condena de la persona encarcelada, el niño ha podido tener o no tiempo para despedirse de su familiar. En el caso de que sepamos que el padre o madre va a ingresar en prisión, debemos preparar al hijo para esa situación, para que sea lo menos repentina posible. En todos los casos le diremos la verdad, y será su edad de la que dependa el nivel de detalle con el que le expliquemos la situación.

Mentir o edulcorar la historia es una solución contraproducente a la largaMentir o edulcorar la historia es una solución contraproducente a la larga

Si el padre o madre es detenido y no vuelve a casa, el niño sentirá angustia y se preguntará qué ha pasado. La idea de contarle una historia edulcorada parece la más fácil y protectora con la seguridad emocional del niño, pero ocurre todo lo contrario. Hemos de pensar que la ausencia de por sí será muy dolorosa para él, aunque crea que la causa es otra distinta, además cuando descubra que se le ha mentido, perderá la confianza en su familia. Es muy difícil y doloroso, pero debemos contarle lo que ha ocurrido de verdad, que uno de sus padres o madre ha roto una ley o una norma muy importante, y que ha tenido que ir a la cárcel. Dependiendo de la edad del niño, quizá sea también necesario explicarle qué es una cárcel y cómo funciona.

Cuando los niños están cerca de la preadolescencia, podemos explicarles con un poco más de detalle el motivo por el que está cumpliendo condena , aunque los delitos más graves sí sería recomendable no contárselos hasta que sean algo más mayores.

Cuando son más mayores hay que contarles los detalles de la situaciónCuando son más mayores hay que contarles los detalles de la situación

La segunda gran pregunta del hijo será "¿Cuándo volverá?". Cuando los niños son pequeños, las cantidades como 3 años, 6 años, etc., les parecen muy grandes y les costará hacerse una idea. Les es mucho más fácil ponerles de referencia fechas que ellos conocen, por ejemplo: "Volverá cuando tú estés en 6º de primaria", o "Volverá cuando hayan pasado 3 vacaciones de verano", etc. De nuevo, será una respuesta que no nos gustará darles, pero si le creamos la expectativa de que volverá pronto, o no le decimos una fecha concreta, se hará falsas ilusiones que le harán sufrir más.

También deberemos hacer hincapié en que él no tiene la culpa de que su padre o madre haya entrado en prisión, un sentimiento que puede aparecer cuando el niño no entiende una situación. Otro temor que podría aparecer es que él, si no obedece en la casa o la escuela, también vaya a la cárcel, así que tendremos que explicarle la diferencia, que la cárcel es para mayores que cometen infracciones muy graves.

Hay que hacer hincapié en que él no es culpable de nadaHay que hacer hincapié en que él no es culpable de nada

Cómo ayudarle en el día a día

Sobre todo al principio, es común que los comportamiento del niño se vean alterados. Además de estar triste, llorar, tener conductas de apego muy fuerte con el progenitor que esté en libertad y no querer separarse de él, el hijo puede comenzar a comer menos, bajar su rendimiento en la escuela, volverse más irritable, tener altercados con sus compañeros, etc.

Para ayudarle a saber canalizar esos sentimientos negativos y que no se conviertan en conductas disruptivas, le animaremos a compartir sus sentimientos con nosotros. Así, si vemos que está un poco más decaído, le diremos que le vemos triste que nos cuente qué le pasa y cómo se siente. También cuando venga de la escuela o cualquier otra situación de descanso. No debemos esperar que nos cuente cómo esté sin más, sobre todo cuando tiene más años, así que una buena manera de crear ese hábito comunicativo en el hogar es comentándole nosotros cómo nos sentimos, utilizando adjetivos muy concretos: "Estoy muy contento porque me he encontrado a un/a amigo/a por la calle que hacía tiempo que no veía", o "Estoy un poco triste porque me ha salido mal una cosa en el trabajo", etc.

Es importante crear un hábito comunicativo en el hogar acerca de los sentimientosEs importante crear un hábito comunicativo en el hogar acerca de los sentimientos

No debemos convertir el tema de la condena en prisión del familiar en un tabú, hablaremos de ello libremente, y animaremos a nuestro hijo a hablar de ello siempre que lo necesite o tenga alguna pregunta. No hay duda de que para la familia de quien está en la cárcel es también una situación dura y no querremos hablar de ella, pero tenemos que hacer un esfuerzo para aliviar el sufrimiento de los más pequeños y hablar con ellos con naturalidad cuando saquen el tema y no reprochárselo. Sí que podremos mostrar nuestros sentimientos en esos casos y compartirlos con ellos para que vean que "los mayores" también se sienten como él y no se vea sólo.

La relación con el padre o madre que está en prisión

El hijo tiene que saber, y mantenérselo presente, que el padre o madre que está en prisión no ha dejado, ni dejará, de quererle, y que piensa mucho en él. Por otro lado, aunque el niño no tenga a uno de sus padres en casa, no quiere decir que se haya ido de su vida, tiene que mantenerlo presente aunque no sea en el día a día. Por ello, a medida que van pasando los años de condena, es recomendable que el niño visite a su familiar (a menos que los motivos del encarcelamiento no lo permitan) y/o mantengan el contacto por carta, contándole sus sentimientos, vivencias y enviando fotografías.

Es importante que el niño mantenga presente a su progenitor y no pierda el contactoEs importante que el niño mantenga presente a su progenitor y no pierda el contacto

Explicaremos al hijo en qué condiciones está su padre o madre, es decir, cómo funciona la cárcel, pero el niño no debe pensar que su progenitor está sufriendo o puede tener poca seguridad por las relaciones que se establecen en la cárcel (por ejemplo, peleas). Simplemente le diremos que no puede salir de allí y que tiene que obedecer a todo lo que le digan los guardias, pero que también puede hacer talleres, estudiar, hacer amigos, etc.

Por último, el hijo puede también preguntarse si su padre o madre es una mala persona. Eso es un juicio muy personal y que un niño pequeño no debe tener de sus padres, así que le diremos que no es mala persona, sino que infringió la ley por haberse equivocado, o porque no sabía que lo que hacía estaba mal.

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