En España estamos acostumbrados a las frecuentes reformas educativas. Las diferentes leyes que fueron sucediéndose a lo largo de los años implicaban a los niveles de educación que comprendían desde las primeras edades hasta el acceso a la universidad. La enseñanza universitaria parecía ser más estable, menos sujeta a los diferentes cambios que fueron dándose en otras etapazas educativas. Sin embargo, esto cambió hace unos años con la implantación definitiva de lo que se conoció popularmente como el Plan Bolonia.
Plan Bolonia
Esta reforma se había ido gestando desde hacía años, remontándonos incluso hasta el año 1988, cuando se firmó la Carta Magna de las Universidades. En 1999, los ministros de educación de 29 países firmaron la Declaración de Bolonia, en el que se basan los fundamentos del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Este proceso finalizó en el año 2010 y actualmente el EEES está formado por 48 países, todos los europeos excepto Mónaco y San Marino y otros no europeos. Los objetivos eran unificar las enseñanzas universitarias de estos países, adoptando un sistema fácilmente legible y comparable de titulaciones; promover la movilidad de estudiantes, profesores e investigadores a través del programa Erasmus y promocionar una dimensión europea de la educación superior.
El plan Bolonia convirtió las diplomaturas y licenciaturas en estudios de gradoSin embargo, a niveles prácticos lo que supuso más cambios fueron, en primer lugar, el establecimiento de un sistema internacional de créditos, en el que no cuentan solo las horas de clase si no también el trabajo que debe ser realizado por el alumno en otros contextos, como los seminarios o las horas de estudio y trabajos por su cuenta. Cada crédito ECTS (denominados así por sus siglas en inglés European Credit Transfer System) corresponden a unas 25 o 30 horas de trabajo. De manera, que ahora las asignaturas se corresponden con un número determinado de créditos y no de horas lectivas a completar.
Por otra parte, otro gran cambio fue el establecimiento de un sistema que se basaba en dos ciclos : el Grado, un ciclo de carácter genérico normalmente de cuatro años de duración y un segundo ciclo de postgrado de uno o dos años de Máster y/o un Doctorado. En España, desaparecía así el sistema tradicional de diferenciar los títulos Universitarios en carreras de Diplomatura de tres años de duración y Licenciaturas de cinco años.
Por tanto, las antiguas licenciaturas pasaron a ser corresponderse con planes de estudio de un año menos de duración y las diplomaturas se ampliaban a un año más, con todo lo que ello supuso a nivel de diferentes asignaturas, planes de estudio, etc. Algunas carreras, como Arquitectura, Medicina o Farmacia mantuvieron su duración habitual, pese a tener que adaptarse a todos los otros cambios que el Plan Bolonia implicó.
Este Plan Bolonia no estuvo exento de críticas a favor y en contra. Los cambios en la organización de las carreras, a nivel de estructuración de las clases y asignaturas o a nivel económico fueron muy cuestionados hasta su implantación definitiva.
Adaptación al Grado
Una de las consecuencias fue lo que implicó para aquellos profesionales que habían cursado sus carreras universitarias con el plan antiguo a la hora de convalidar sus títulos al nuevo sistema, especialmente para aquellos que habían cursado una diplomatura, con menos asignaturas que las que ahora se cursan en los nuevos grados.
Para pasar de la diplomatura a grado deberemos hacer un cursoLas antiguas diplomaturas se corresponderían con el título de Grado actual tras el plan Bolonia. Sin embargo, no significa que al pedir el certificado de correspondencia se otorgue un título nuevo de Grado de manera automática, si no que es necesario convalidar estos estudios.
Por tanto, las personas que hayan cursado las antiguas diplomaturas y deseen homologar su equivalencia para adaptarse a estudios o puestos extranjeros o bien porque se lo requieren en sus puestos de trabajo, deben solicitar a través de la sede del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el certificado de homologación ahora que las correspondencias entre las antiguas titulaciones y las nuevas ya están establecidas.
Según la titulación y la Universidad de procedencia, es muy probable que se exija una completar un curso de adaptación al Grado que conducirá a la posesión del título de Grado correspondiente. Es decir, no se tendría un título de grado, si no un título antiguo, pre-Bolonia que se corresponde un nivel de grado actual.
Estos cursos de adaptación al grado pueden variar mucho en función de la titulación y de la propia Universidad. La idea es adaptar sus estudios de diplomatura a una titulación de Grado que se supone más extensa que la que previamente estos estudiantes habían cursado, de ahí la necesidad de convalidar y adaptar sus estudios. Además de convalidar asignaturas ya cursadas con las actuales siempre que cumplan los requisitos pertinentes, es probable que necesiten cursar más asignaturas nuevas y hacer un trabajo fin de Grado para completar la adaptación.