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Cómo ayudar a un hijo pequeño a superar el divorcio de sus padres
Cómo ayudar a un hijo pequeño a superar el divorcio de sus padres

DIVORCIO

Cómo ayudar a un hijo pequeño a superar el divorcio de sus padres

El divorcio de los padres es un momento duro en la vida de un niño, pero podemos ayudarle a que lo supere con éxito.

En procesos de divorcio no debemos discutir delante de los niñosEn procesos de divorcio no debemos discutir delante de los niños

Actualmente el fracaso matrimonial no es ninguna sorpresa. Las estadísticas muestran que solo el año pasado en España la tasa de divorcios fue de un 60%. Más de la mitad de los matrimonios se rompen y se reparten la custodia. Es un avance para los adultos decidir si quieren seguir vinculados o no a la persona con la que se han casado. A su vez una separación o divorcio seguramente hará que los niños dejen de sufrir (al fin y al cabo no es agradable ver a los padres en conflicto todo el día), les haremos más bien que mal a largo plazo. Aun así, el niño sufrirá durante los primeros meses, puede sentirse nervioso, desorientado e incluso puede ser manipulado por alguno de sus progenitores. Entramos en un terreno peligroso.

La variable que más afecta a como lo lleve el niño es su edad y el tipo de custodia . Algunos expertos dicen que cuanto más pequeño más traumático será el golpe. En este artículo nos centraremos en pautas para cuando los niños son aun pequeños.

1. Hasta los 6-7 años suelen aparecer comportamientos ansiosos como miedos, infantilismos, querer llamar continuamente la atención de los progenitores, nerviosismo, alteraciones en el sueño y en la comida... Se vinculan de una manera excesiva con uno de los padres y a menudo pueden negarse a ir con el otro. También son frecuentes problemas relacionales con otros niños, apatía y mala conducta.

2. De 7 a 12 años pueden seguir estando presentes los síntomas anteriores aunque en menor medida, debido a que al estar más desarrollados pueden liberar parte de su frustración a través del diálogo. Sin embargo hay otros comportamientos preocupantes que se añaden como extras a estas edades:

- Bajada del rendimiento escolar, incluso en buenos estudiantes.

-Baja autoestima, tristeza, sentimientos de culpa, irritabilidad o conductas agresivas, comportamientos desafiantes.

Tras el divorcio el niño puede presentar momentos de ansiedad, irritabilidad o bajo rendimiento escolarTras el divorcio el niño puede presentar momentos de ansiedad, irritabilidad o bajo rendimiento escolar

- Rechazo y rencor hacia uno de los padres mientras que se tiende a idealizar al otro. Puede empeorar si hay manipulación por parte del padre idealizado. Es muy común encontrarse en estas edades el Síndrome de Alineación Parental. Aparece cuando uno de los padres ya sea de manera premeditada o no contribuye a empeorar e incluso destruir el vínculo del niño con el otro progenitor. Comentarios que el niño oye, comportamientos de rechazo hacia el otro progenitor que son reforzados, mentiras... Todo esto hace que el niño poco a poco vaya formándose una imagen distorsionada del otro. Se crea así un odio injustificado que destruye la relación. Por ejemplo, el niño puede sentir rechazo hacia el padre porque tiene la creencia de que les ha abandonado a él y a su madre, cuando este no ha sido el verdadero motivo.

¿Cómo ayudar al niño a superar un divorcio?

El divorcio o separación, como todo lo malo en esta vida, viene seguido de un periodo de duelo y de adaptación a la nueva situación. Tenemos que darles tiempo para que asimilen lo ocurrido. Lo más normal es que el niño ya se haya adaptado en menos de un año. Sin embargo, si el proceso se está haciendo más largo o notáis que pasa por una etapa realmente mala (se autoculpa, demasiados miedos, mucha ansiedad a la separación, problemas de sueño...) convendría llevarlo a un psicólogo durante una pequeña temporada para que el problema no vaya a más. A continuación os dejamos con algunos consejos para hacerlo más llevadero:

1. Mantener la estabilidad y rutina del niño dentro de lo posible, independientemente de quién se quede la custodia, es lo más importante. Lo ideal es que el niño siga viviendo en el mismo barrio, yendo al mismo colegio... Y siguiendo los mismos horarios. Por ejemplo, si antes el niño se bañaba a las 8, a las 9 cenaba y a las 10 se iba a la cama tiene que seguir la misma pauta en ambas casas. Es vital que haya consenso en la educación y que él os siga viendo unidos en ese sentido, que os apoyáis en las normas independientemente de las circunstancias personales.

2. Por supuesto, no discutir ni enfrentarse delante del niño. Mantener las formas en todo momento, no están sordos y por muy pequeños que sean se van a enterar de que algo no va bien. Tampoco se trata de ocultar la situación. Debéis contárselo desde el momento en que toméis una decisión adecuando el lenguaje a su edad. Dejadle claro que siempre dispondrá de ambas partes cuando lo necesite y que le vais a seguir queriendo incondicionalmente.

3. En casos de custodia evitar preguntar al niño sobre la vida personal de la otra parte. Tampoco le utilicéis como mensajero. En general, evitad cualquier situación donde él esté en medio porque lo estaréis obligando a posicionarse y deteriorar la imagen del otro.

Siempre debemos recordar a nuestro hijo que le queremos y que no es culpable de la situaciónSiempre debemos recordar a nuestro hijo que le queremos y que no es culpable de la situación

4. En el caso de nuevas parejas es importante darle tiempo a los niños a que vayan conociéndolas y asimilándolas. Si no las aceptan, no forcéis la situación. Dadle más tiempo. Esto puede ser duro pero es la mejor solución a largo plazo. Si las imponéis solo acabarán cogiéndoles manía. La rapidez con la que el niño acepte a la pareja dependerá del tiempo que pasen juntos y de la compatibilidad entre ambos.

5. No malcriarlos. Es común que si alguno de los padres se siente culpable, por no poder dedicarle el mismo tiempo que antes por ejemplo, empiece a colmarlo de regalos. El cariño de los niños solo se gana pasando tiempo con ellos. Si les damos objetos cuando en realidad necesitan otra cosa solo los vamos a malcriar, ellos lo sabrán y en la adolescencia pueden acabar aprovechándose de la situación. De la misma forma tampoco es bueno para ellos que los victimices ni los compadezcas.

6. Recordadles lo mucho que los queréis, no deis nada por supuesto. Caricias, abrazos, palabras... Reforzadles, destacad sus cualidades positivas. Pasa al día un tiempo a solas jugando o haciendo cualquier otra actividad, tampoco hace falta que sea mucho, con media hora vale, pero tiene que ser tiempo de calidad en el que estéis al 100% dedicados a ellos y no mientras hacéis otra cosa.

7. Los padres también deben cuidarse. Una madre (o padre) nerviosa, triste o irritable contagiará ese estado de ánimo al niño. Son muy sensibles a lo que pasa alrededor. Intenta dormir bien, alimentarte y relajarte. Si ellos os ven tranquilos también estarán más calmados.

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