El embarazo es un momento especial para toda mujer que va a ser madre y durante el cual se enfrenta a cambios que pueden ser como un preludio de lo mucho que cambiarán las cosas una vez dé a luz a su bebé. El preparar las cosas para su llegada es, sin duda, uno de los momentos especiales y que la harán sentir que cada vez está más cerca el momento de conocer al pequeño.
No todos los embarazos son iguales ni todas las madres trabajan igual a la hora de preparar la llegada del bebé, pero lo que sí existe es bastante unanimidad en lo importante que resultar ser lo más previsoras posibles en caso de que se adelante el parto y las cosas no estén listas para cuando llegue el bebé prematuro.
No cabe duda que los últimos meses del embarazo son aquellos en los que se apuran los preparativos, se compra todo lo necesario y se empiezan a hacer los cambios necesarios en la casa o el estilo de vida para prepararse para el bebé. Pero es recomendable no dejarlo todo para el último momento y dar cierto margen, por si el parto es prematuro.
Último mes sin estrés
De ahí que una recomendación a tener en cuenta sea la de tener listo, al menos las cosas más imprescindibles, un mes antes de que la madre salga de cuentas. Eso le permitirá, además, vivir las últimas semanas del embarazo sin estrés, algo que agradecerá porque suelen ser aquellas en que más peso ha ganado y más cansada está.
Deberíamos preparar pronto la bolsa con todo lo necesario por si tenemos un parto prematuroPero esto no es una prueba contrarreloj, sino un proceso del que hay que disfrutar, como del resto del embarazo. Por eso se suele tomar como fecha orientativa los dos meses previos a salir de cuentas para empezar a preparar la canastilla. Lo mejor es ir haciéndolo poco a poco, a lo largo de un par de semanas y eligiendo todo lo que incluir en la canastilla.
Entre las cosas imprescindibles que ha de preparar para cuando llegue el bebé se encuentra la canastilla que llevará al hospital cuando el parto sea inminente. Se trata de una pequeña bolsa o maleta en que se guarda lo que necesitará el pequeño para cuando vaya a salir del hospital.
Lo cierto es que tampoco es laboriosa de preparar ni requiere de unas habilidades especiales, pero también es verdad que toda madre quiere ser la que lo haga y poder ir al hospital con ella lista, no depender de que otros la elaboren mientras ella está en el hospital recuperándose del parto. Por ello es importante tener la canastilla preparada con suficiente antelación como para que el nacimiento del bebé no pille por sorpresa. Además, se suele tratar de una bolsa de pequeñas dimensiones, con lo que una vez hecha basta guardarla hasta el día en que se necesite usar.
De este modo, además, la madre puede anticiparse a un posible parto prematuro. Con todas las preocupaciones que pueden asaltarle si el bebé se adelanta varios días o semanas a la fecha prevista la canastilla no ha de ser una más.
Qué incluir en la canastilla
Tan importante como preparar la canastilla con antelación está saber qué incluir en ella. Suele ser habitual, especialmente entre las primerizas, que se incluyan numerosas cosas 'por si acaso' que luego descubrirá que no eran necesarias en absoluto.
Para evitar cargar la canastilla con algo que no se va a utilizar y evitar que se olviden otras que sí serán importantes hemos elaborado una lista con los imprescindibles que ha de contener una canastilla que ya se puede dejar preparada semanas antes del parto. Es recomendable que la madre elabore su propia lista a fin de que los nervios no le jueguen una mala pasada y se olvide algo.
Haz una lista de cosas que necesitas y vete completándolo poco a pocoEs muy poco lo que necesita un bebé en sus primeros días de vida y es eso lo que ha de contener la canastilla. Así es fundamental que haya varios bodies, baberos o gasas y una manta para taparle a la salida del hospital.
El pequeño será muy sensible al cambio de temperatura y es importante ayudarle a adaptarse al mundo exterior. Por ello hay que abrigarlo, aunque sin caer en excesos. Es importante incluir gorros y calcetines para evitar que tenga frío ni en los pies ni en la cabeza. Y acompañarlo de ropa de abrigo propia de la época en que nazca. No es lo mismo cuando el parto tiene lugar en diciembre que en agosto, evidentemente.
Unas manoplas evitarán que el pequeño se arañe en los primeros días, cuando puede tener las uñas muy largas y los padres consideren que es pronto cortárselas. Toda la ropa que vaya a estar en contacto con el bebé ha de lavarse con antelación con detergente neutro y sin más añadidos para evitar reacciones en la piel.
La canastilla ha de incluir un pequeño neceser con productos específicos para el bebé, como son pañales de recién nacido, pomada para las irritaciones, toallitas, un cepillo para el pelo e incluso colonia si se quiere perfumar en los primeros días.
Todo esto puede prepararse con varias semanas de antelación y sin miedo a que un parto prematuro pille por sorpresa a la madre. Pero aunque así fuera tampoco ha de ser un motivo de preocupación. Buena parte de las cosas que hemos incluido en la canastilla se facilitan en los propios hospitales en que se da a luz.