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5 alimentos para combatir la cetosis o acetona en niños
5 alimentos para combatir la cetosis o acetona en niños

AZÚCAR

5 alimentos para combatir la cetosis o acetona en niños

La cetosis es un proceso que se da en el cuerpo de los niños cuando tienen carencia de azúcar, y se ponen enfermos de acetona, estos alimentos ayudan a recuperarse.

La cetosis no es una enfermedad y, por lo tanto, no debería ser considerada como tal y no debería crear una gran alarma cuando se manifiesta en los niños. Ésta no deja de ser un mecanismo de defensa del propio organismo de estos para combatir una bajada del azúcar en sangre. Normalmente, no es algo que aparece por sí solo, sino que suele ser un efecto secundario de alguna otra enfermedad que inclusa algún desajuste en la entrada de nutrientes.

Los síntomas de la cetosis en los niños tienen uno característico por encima del resto: el aliento. Cuando un niño padece acetona, su aliento adquiere un olor desagradable como si de una fruta podrida se tratara. Después, la cetosis puede estar acompañada de otros síntomas tales como las náuseas, vómitos, dolor abdominal, mareos y sensación casi constante de cansancio. Antes de tomar cualquier decisión, será necesario acudir al médico por si la cetosis aparece como síntoma de una enfermedad que debe ser tenida en cuenta.

5 alimentos para combatir la cetosis o acetona en niños

Cuando a un niño le dicen que tiene cetosis, al igual que cuando aparece cualquier enfermedad estomacal, los especialistas le ponen una dieta especial que busca que tu salud se restablezca lo antes posible. Además, en este caso, hay que tener en cuenta que se produce una bajada de los niveles de azúcar, por lo que será necesario incluir alimentos que sean ricos en éste.

Los zumos naturales aportan muchos nutrientes necesarios para combatir la acetonaLos zumos naturales aportan muchos nutrientes necesarios para combatir la acetona

Aun así, no puede generalizarse para todos los niños ya que es posible que algunos sean diabéticos y, por ello, padezcan cetosis. En esos casos, lo más indicado será acudir al médico y que sea él el que se encargue de ponerle una dieta específica acorde a la enfermedad que sufre.

1. Suero casero. Para buscar que el estómago se estabilice, será necesario que los niños tomen esta bebida que se puede preparar en casa. Para ello, habrá que juntar agua, zumo de limón, azúcar y una pizca de sal. Aparte de ponerle solución a los problemas estomacales, los niveles de azúcar se verán aumentados resolviendo, así, los problemas de glucosa.

2. Refresco de cola azucarado. Esta bebida ayudará a que los niveles de azúcar se restablezcan. Hay que tener cuidado al beber porque, al tener gas, puede que haga más daño al estómago si no se toma con cuidado. Por lo tanto, habrá que tomarla sorbo a sorbo para que el efecto sea el que deseamos. Esta bebida tiene a su favor que los niños se sienten atraídos por ella y será fácil que accedan a tomarla.

3. Zumos. Por la misma función que tiene el refresco de cola azucarado, se puede recurrir a los zumos de frutas que contienen un alto contenido en azúcares propios de la fruta. Aunque estén recomendados, no dejes de recurrir al médico para preguntarle cuáles son las frutas más indicadas. Dáselos en pequeños sorbos cada 5-10 minutos para que no le provoquen vómitos.

Los hidratos de carbono del arroz o la pasta son un alimento recomendado para la acetonaLos hidratos de carbono del arroz o la pasta son un alimento recomendado para la acetona

4. Hidratos de carbono. Cuando un niño tiene entre sus principales síntomas de la cetosis los vómitos, deberá comer una cantidad superior de este nutriente. Algunos alimentos como la patata, el arroz o la pasta son ricos en hidratos de carbono y no es difícil convencer a los niños de que lo coman. Poco a poco irá notando la diferencia, aunque no debe de abusar de ellos.

5. Lácteos descremados. Estos son indicados para cuando los vómitos están desapareciendo. Puede tomarlos en el formato que prefiera, ya sea leche o yogurt, por ejemplo. Debe de tener cuidado de no ingerirlos ni muy rápido, ni en grandes cantidades. El organismo tiene que adaptarse poco a poco.

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